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DAVID TABERNA
Sábado, 19 de marzo 2011, 10:02
La prueba evidente de que la economía sólo ha podido salir de la UCI pero sigue en planta, la pusieron ayer sobre la mesa los responsables de la planta de Gerdau Sidenor de Azkoitia, que quiso trasladar al comité de empresa el diagnóstico real de la factoría antes de que el lunes los trabajadores eleven el tono de sus protestas por la negociación del convenio y empiecen con paros en días alternos de 24 horas. Según ha podido saber este periódico de fuentes solventes, la planta que tiene el gigante siderúrgico brasileño en Azkoitia perdió el año pasado 12 millones de euros, y prevé un 2011 igual de complicado. Con este escenario, dominado por una caída brusca de la demanda y unos precios de mercado a la baja, los responsables de la planta mostraron al comité su disposición a seguir negociando la renovación del convenio, aunque bajo la necesidad de mejorar la competitividad para acercarse al nivel de los competidores alemanes y rebajar el nivel de conflictividad laboral, que retrae a los clientes.
La reunión celebrada ayer llega en vísperas de que el lunes los trabajadores de la planta de Azkoitia comiencen con paros de 24 horas en días alternos para demandar una renovación del convenio de empresa.
En su primera reunión -celebrada el pasado 23 de febrero- ambas partes presentaron sus plataformas, con propuestas que caminaban en direcciones bien diferentes. Así la empresa planteó un convenio con una vigencia de 2011 a 2014 que recoge un aumento de la de la jornada de 1.616 horas anuales a 1.697 y un incremento salarial del 1,5%. Por su parte, el comité -con representación de ELA, LAB, CC OO, USO y UGT- reclama un aumento salarial del IPC más el 3% (en los inicios de las negociaciones siempre se suele empezar con peticiones maximalistas) y reducir la jornada 16 horas al año. Ante la falta de acuerdo, los trabajadores de Azkoitia comenzaron una serie de movilizaciones con el objetivo de que la empresa «se vuelva a sentar a negociar».
Así lo hicieron ayer, aunque el objetivo de la empresa fue explicar el diagnóstico real de la factoría para alcanzar un «proyecto común de trabajo y futuro». Aunque la empresa no quiso hacer ayer ningún tipo de declaración, este periódico ha podido saber de fuentes solventes que responsables de la planta reconocieron que la crisis ha cambiado completamente el escenario y los nuevos retos exigen adaptación y cambios que, a su juicio, deben trasladarse a la negociación colectiva. En este sentido, reconocieron que la caída de la actividad -que cifraron en 2009 en el 60%- ha sido mucho más acusada de lo previsto en 2010, con descensos del 30%, lo que unido a la pérdida de competividad y a unos precios de mercado a la baja han provocado que la planta, que ya venía de un 2009 con elevadas pérdidas, cierre 2010 con unos resultados negativos de 12 millones, frente al beneficio presentado por las otras tres plantas de Sidenor Industrial: Basauri, Vitoria y Reinosa (Cantabria).
Con este escenario, los responsables de la empresa consideraron necesario empezar a recuperar el nivel de competitividad que, a su juicio, ha perdido de manera intensa la planta en los últimos diez años respecto a sus principales competidores: tres firmas alemanas que copan el 35-40% del mercado del acero para automoción de Europa.
Esfuerzo común
Para lograrlo, los responsables de la empresa pidieron un esfuerzo común a los trabajadores que debería apoyarse en un progresivo aumento de la jornada que permitiría un incremento gradual del salario. En la reunión, la empresa recordó que las 1.616 horas (202 días) que componen la jornada anual de un trabajador están lejos de las 1.640 horas que trabajan otras siderurgias de la zona, y de las 1.760 (220 días) de los competidores alemanes. En otras palabras, aseguraron que la mejora de la competitividad pasa por adecuar la jornada de trabajo a los competidores y moderar el incremento salarial. La empresa reconoció evidente que el problema de competitividad de la propia planta de Azkoitia está unido a unos costes labores superiores a los del resto de plantas. Es más, si la estructura de costes se asemejara a la de factorías como la de Basauri o Reinosa, las pérdidas de 12 millones se hubieran reducido a 3, según explicó la firma en la reunión de ayer.
Las mismas fuentes consultadas señalaron a este periódico que la factoría asume que el punto de partida de la empresa en la negociación del convenio es adaptable, y podría rebajar esas 81 horas, aunque siempre con la convicción de acercarse a los países del norte de Europa. Tal y como se ha solido señalar históricamente desde la siderurgia guipuzcoana, las empresas parten con una diferencia de partida de menos uno sobre sus competidores alemanes, al tener que sumar el precio del transporte con destino a los fabricantes germanos de automóvil.
En cualquier caso, en la reunión de ayer la empresa quiso subrayar el compromiso de Sidenor con la planta de Azkoitia, en la que ha invertido 36 millones entre 2007 y 2010, y cuenta con la mayor instalación de laminación de todo España. Con esa premisa, la empresa subrayó que, pese a perder 12 millones en 2010 y afrontar un 2011 complicado, si se mejora el nivel de competitividad y se cuida a los clientes, rebajando la conflictividad laboral, el futuro de la planta azkoitiarra estaría garantizado.
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