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FERNANDO ITURRIBARRÍA
Sábado, 19 de marzo 2011, 04:50
El presunto exjefe militar de ETA Peio Eskisabel Urtuzaga 'Xerpa' entonó el 'mea culpa' ante otros dirigentes encarcelados por haber sido detenido en Francia tras olvidarse la pistola en una lavandería. En cartas dirigidas desde la prisión a Mikel Albisu Iriarte 'Antza' e Ibon Fernández Iradi 'Susper', expresó su «profundo malestar por los errores cometidos en su arresto», reveló ayer el juez Philippe Vandingenen, presidente del Tribunal Especial de lo Criminal de París.
«¿Se refería al olvido de la bandolera en la lavandería?», le preguntó el magistrado en alusión a la pistola y al carné vasco con su verdadera identidad que se encontraron en su interior. «No tengo nada que decir», respondió Eskisabel con una fórmula que repitió a cada una de las decenas de preguntas formuladas por el presidente y el fiscal, Olivier Bray, en los interrogatorios.
El acusado sólo aceptó responder a las cuestiones sobre su vida en prisión. Tras explicar que estudia inglés e informática, va a la biblioteca y practica deporte, indicó que «sigo formándome como persona y militante político con la perspectiva de regresar a mi país». «Cuando salga de la cárcel, ¿va a seguir en ETA?», se interesó el fiscal. «No tengo nada que decir», fue una vez más su respuesta.
Eskisabel, que vestía una camiseta con el rostro de Jon Anza al igual que su compañero de banquillo José Manuel Ugartemendia Isasa 'Beñat', leyó un texto en el que consideraba «víctima del terrorismo de Estado» al etarra fallecido en un hospital de Toulouse. «Fue secuestrado y torturado por las fuerzas de seguridad españolas antes de ser abandonado inconsciente y sin documentación en la calle», dijo.
A su juicio, las autoridades francesas «no han dicho la verdad sobre ese secuestro y asesinato político» ni tienen «ningún interés en llevar a buen puerto la investigación y explorar todas las pistas». «Los únicos responsables son los estados español y francés, con Zapatero y Sarkozy a la cabeza», zanjó.
En la vista comparecieron como testigos de la defensa dos concejales de la izquierda independentista en Lasarte-Oria que conocieron a Eskisabel cuando era policía municipal de ese municipio hasta pasar a la clandestinidad en 1997. «Era un trabajador fino y una persona especialmente preocupada por la ciudadanía», dijo el exconcejal de HB, Tomás Arrizabalaga.
«Era un chaval con gran prestigio en el pueblo», observó por su parte el edil por ANV José Goikoetxea. «Muy trabajador y muy honesto, tanto con los que estaban en el Gobierno como con los de la oposición», añadió. Nadie mencionó a Froilán Elespe, concejal socialista de Lasarte-Oria desde 1987, de cuyo asesinato a tiros por ETA se cumple mañana el décimo aniversario.
Arrizabalaga y Goikoetxea expusieron al tribunal la actual apuesta de la izquierda abertzale ilegalizada por las vías exclusivamente políticas, democráticas y no violentas. Eskisabel declinó comentar ambos testimonios.
Entrega temporal
Por otra parte, la Policía Nacional trasladó ayer desde Francia a España a los presuntos miembros de ETA Aitor García Justo, Aiala Zaldibar Alvarado e Iraitz Gesala Fernández, reclamados por la Audiencia Nacional por diversos delitos.
Según informó la Policía a Efe, a García Justo le reclaman por un delito de terrorismo continuado en relación con un incendio y por depósito de armas y colaboración con banda armada. Y Zaldibar y Gesala están reclamadas por el Juzgado Central de Instrucción número tres por pertenencia a organización terrorista.
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