Aralar confía en que «no se pierda ningún voto progresista y abertzale»

El coordinador de Aralar, Patxi Zabaleta, afirmó ayer en San Sebastián que Bildu, la coalición en la que trabajan la izquierda abertzale, EA y Alternatiba, «sin duda alguna constituye un derecho», tras lo que deseó que el 22 de mayo «no se pierda ningún voto que sea progresista, abertzale y de izquierdas. Que no quede ningún ciudadano o ciudadana sin votar lo que desee votar».

Tras participar en la asamblea de Aralar de la Comunidad Autónoma Vasca y de Navarra que se celebró en Donostia, Zabaleta señaló que le ha extrañado el nombre elegido para la coalición, ya que Bildu (Reunir) es muy similar al lema elegido por el PNV de Gipuzkoa 'Batu Gaitezen' (Unámonos). De todas formas, aseguró que «la mejor apuesta no es ni Bildu ni Batu, sino 'Ireki Bidea', el lema de Aralar para abrir camino a la izquierda, a la paz, al euskera y a otra manera de hacer política».

Zabaleta señaló que los promotores de Bildu están en su derecho de formar una coalición, aunque «no lo tienen que hacer porque lo dice una ley o porque les haya puesto en dificultades el Tribunal Supremo» al no permitir la inscripción de Sortu. «Desgraciadamente, ese proceso se inició demasiado tarde y deseamos que se termine y aclare lo antes posible», indicó.

Durante su intervención en la asamblea del partido, en la que se trató de analizar «los desafíos políticos a los que tiene que hacer frente Aralar de cara a las próximas elecciones municipales y forales», Zabaleta reclamó el cumplimiento en su integridad del Acuerdo de Gernika, en concreto la modificación de la política penitenciaria para todos los presos «sea cual sea su ideología», al igual que Aralar «defiende la atención a todas las víctimas, sea cual sea la fuerza o la violencia que les haya convertido en víctimas».

«Defendemos también la superación de todas las opresiones o persecuciones que pueda sufrir la sociedad vasca», añadió, tras lo que consideró «fundamental» que se separe «la defensa de los derechos humanos de la normalización política».