Borrar
Víctimas. Maixabel Lasa, en su despacho en la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco, en Vitoria. :: RAFA GUTIÉRREZ
«No descarto que Sortu acabe pidiendo la disolución de ETA, sería la prueba irrefutable de su credibilidad»
Maixabel Lasa, Directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco

«No descarto que Sortu acabe pidiendo la disolución de ETA, sería la prueba irrefutable de su credibilidad»

«La amnistía sería el fraude más espantoso en el final del terrorismo y vulneraría gravemente los derechos de las víctimas»

A. GONZÁLEZ EGAÑA

Domingo, 27 de marzo 2011, 11:30

Maixabel Lasa acaba de finalizar una nueva ronda de visitas a asociaciones de víctimas del terrorismo de Valencia, Murcia, Sevilla, Barcelona, Santiago, La Coruña y Badajoz, a las que ha trasladado la posición del Gobierno Vasco sobre los pasos que está dando la izquierda abertzale. A su regreso a Euskadi, la directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco se ha visto sorprendida por las críticas por haber pedido, supuestamente, generosidad a los afectados por la violencia. Lasa niega haber ido a pedir «nada a nadie y menos generosidad». Sobre el proceso judicial a Sortu, deja las valoraciones en manos de los tribunales, pero no descarta, sin embargo, que el nuevo partido acabe pidiendo la disolución de ETA. «Sería la prueba irrefutable de su credibilidad», mantiene.

-¿Han hablado con las asociaciones de víctimas sobre los pasos que se están dando en la izquierda aber tzale?

-Entendiendo que todo esto que está ocurriendo en Euskadi pudiera preocuparles, en la gira que hemos hecho por toda España les hemos trasladado la posición del Gobierno Vasco sobre esta cuestión y, sobre todo, hemos escuchado lo que nos tenían que decir.

-¿Les han pedido que miren con buenos ojos una futura legalización de Sortu?

-Nosotros no hemos ido a pedirles absolutamente nada. El objetivo de la reunión no era ése. La legalización de Sortu depende de los tribunales y no tiene ningún sentido pedir a nadie que acepte las resoluciones judiciales cuando es algo obvio y se da por hecho en el Estado de Derecho.

-La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha afirmado que estaban trasmitiéndoles «declaraciones lamentables». ¿Qué es lo que ha ocurrido exactamente?

-La verdad es que no sabemos por qué se han dicho esas cosas. En los ocho encuentros distintos con víctimas, en los que nos hemos reunido con más de cien personas, nadie ha reaccionado así ni ha mostrado su desagrado. Hemos discrepado porque es normal y la discrepancia siempre está ahí, pero también nos han agradecido haber tenido la oportunidad de estar con nosotros y conocer de primera mano lo que les íbamos a transmitir porque había cuestiones que desconocían. Quienes han hablado públicamente de infamia son precisamente personas que no han participado en esas reuniones. Y la verdad es un poco curioso y da pistas de lo que ocurre.

-¿Se ha llegado a suspender alguna reunión con estos colectivos?

-La de la AVT precisamente. Hicieron público un comunicado basado en una información periodística sobre lo que había sido supuestamente nuestro mensaje. Y sin consultarnos a nosotros decidieron que no iban a mantener la reunión.

-¿ Có mo está la rela ción con la AVT?

-Hasta ahora ha sido muy cordial. Nos sorprende su negativa a reunirse con nosotros porque siempre hemos admitido la discrepancia. En todo caso, como siempre, estamos dispuestos a aclarar cualquier circunstancia.

-¿Han tenido algún contacto desde entonces?

-De momento, no. Pero estamos dispuestos y abiertos a cualquier reunión con ellos y con quien quiera.

-¿Se han roto las relaciones?

-Esperemos que no.

- ¿Algunas víctimas se sintieron molestas por que les pidieran generosidad, si es cierto que se lo pidieron?

-La verdad es que no hemos ido a pedirles absolutamente nada y menos generosidad. Eso sería, por nuestra parte, una mezquindad.

-¿Y las víctimas deben ser generosas o eso es pedirles demasiado?

-A las víctimas no se les puede pedir nada en ese sentido. De cada una de ellas saldrá individualmente si sale lo que tiene que salir y cuando tenga que salir.

-Maite Pagazaurtundua decía hace poco que pedirles generosidad era una forma de chantaje moral. ¿Lo comparte?

-Esta vez comparto esa expresión.

-¿Qué les preocupa a las asociaciones de víctimas sobre los pasos que está dando la izquierda abertzale?

-La incredulidad, el no fiarse. No se fían de la gente de la izquierda aber-tzale e incluso un sector relativamente importante tampoco se fía del Gobierno central.

- ¿Han hablado con Covite después del comunicado de la AVT?

-No hemos hablado. Si Covite hubiera querido saber algo más sobre esta cuestión hubiéramos estado encantados de estar con ellos. Nuestra prioridad era hablar con la gente que por vivir fuera no tenía toda la información que tenemos aquí y que es preciso tener para conformarse una opinión.

-¿Es necesario que Sortu condene ya la violencia del pasado?

-Para concurrir a las elecciones Sortu debe cumplir la Ley de Partidos y la decisión de si cumple o no esa ley le corresponde a los tribunales.

-¿Confía en que el nuevo partido acabe pidiendo la disolución de ETA?

-Sería la prueba irrefutable de su credibilidad. No estaría mal.

-¿Se imagina ese momento?

-No lo descarto.

-¿Consideraría una buena noticia la legalización de Sortu en el Tribunal Constitucional?

-Lo ha dicho el lehendakari y comparto su opinión. Y la explicación es muy sencilla: si son legales es porque cumplen la ley y es lo que hemos estado esperando siempre. En ese momento solo quedaría que ETA dejara las armas.

-¿Está de acuerdo con la resolución aprobada la semana pasada en el Parlamento Vasco que pide que las víctimas sean escuchadas ante un hipotético final de ETA?

-Con esa resolución estamos de acuerdo. Otra cosa es el documento de bases 'Principios rectores para un modelo de fin de ETA sin impunidad' que lo compartimos en lo sustancial, pero habría algunas discrepancias en algunos matices. Respetamos el valor que tiene al ser un documento avalado, por primera vez, por todas las asociaciones.

- Algunos partidos han afirmado que hay víctimas que tratan de imponer un modelo de reconciliación de parte. ¿Es eso cierto?

-Partiendo de que no nos gusta utilizar el término reconciliación, si hablamos de mejora de la convivencia una vez que finalice la violencia, los únicos que van a determinar cómo ha de ser ese proceso es la propia ciudadanía vasca. Nadie va a imponer ni pretende imponer nada. Seremos nosotros mismos, los vascos, quienes determinemos qué vamos a hacer para mejorar nuestra convivencia. Esto no es una cuestión ni de las víctimas de un lado ni de las de otro, es del conjunto de la sociedad, donde las víctimas, todas, puedan jugar un papel, si quieren, importante.

-¿Y qué papel deben tener las víctimas en el final del terrorismo?

-Las víctimas deben ser las personas que levanten el acta del sufrimiento y de la injusticia cometida contra ellas y a los poderes públicos nos toca velar para que sus derechos sean respetados también en el final.

- De todos modos, todo lo referido a cómo se debe abordar el final del terrorismo requerirá un debate muy profundo.

-Así es. Esto va para largo, no se va a hacer de la noche a la mañana. No se puede decir paso página y ya está. Además, en muchas ocasiones, cuando se analizan esas cuestiones desde fuera del País Vasco, no se tiene en consideración que un día acabará el terrorismo definitivamente y en el resto de España será estupendo, pero aquí vamos a tener que seguir conviviendo y afrontando el problema de la convivencia que en otras partes de España no lo van a tener. Por eso nuestra mirada hacia el final es de una manera distinta de cara al resto de España.

- ¿Por qué dicen que no les gusta utilizar el término reconciliación?

-A las víctimas cuando les hablas de reconciliación suelen decir que no tienen que reconciliarse con nadie, que ellas no han hecho nada a nadie. Se trata de que ellas no se vean interpeladas. Y reconciliación parece que emplaza a las personas que han sufrido directamente la violencia con los que la han causado, y no se trata de eso. Esta sociedad lo que necesita es mejorar la convivencia, un avance en la calidad de la concordia cívica, más que lo que es la reconciliación directa entre quienes han causado y han sufrido la violencia. Las cicatrices son cicatrices sociales además de personales.

-¿La amnistía tendrá cabida en este proceso de resolución?

-En absoluto, porque sería el fraude más espantoso en el final del terrorismo y vulneraría gravemente los derechos de las víctimas.

-¿Qué sentimiento le provocó ver a las viudas de dos ertzainas asesinados por ETA asistiendo al homenaje a Brouard y Muguruza? ¿Ve posible que, por ejemplo, exetarras participen algún día en homenajes a víctimas ETA?

-Nos pareció un gesto que estaba muy bien y que ojalá se repita en otras direcciones.

-¿Puede estar cerca ese momento?

-Sería algo positivo para ir cerrando heridas. Yo personalmente lo agradecería y lo vería como un gesto muy importante. Todavía, sin embargo, no sabemos cuándo será o dejará de ser. Estaría muy bien también que la gente del Acuerdo de Gernika apoyara a los presos de ETA que se han desmarcado de la violencia.

-¿El Gobierno está descuidando la gestión de la posición de las víctimas ante el final de la violencia?

-No somos nadie para juzgar sobre esta cuestión, pero es importante destacar que los gobiernos de España han sido los que mejor respuesta han ofrecido y ofrecen, en términos de reparación, a las víctimas del terrorismo. Y esto está reconocido internacionalmente. Las víctimas españolas deben darse cuenta de que están mucho mejor que otras desde el punto de vista de la atención de los poderes públicos.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco «No descarto que Sortu acabe pidiendo la disolución de ETA, sería la prueba irrefutable de su credibilidad»