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BORJA OLAZABAL
Sábado, 9 de abril 2011, 05:40
El Bidasoa-Irun está atravesando su mejor momento de la temporada. Los irundarras han ganado cuatro de los seis últimos encuentros y llevan cuatro jornadas fuera de los puestos de descenso, algo que parecía imposible hace mes y medio. Los bidasotarras van hacia arriba, pero mañana tendrán un duro compromiso y la jornada puede ser muy desfavorable a sus intereses.
El equipo entrenado por Fernando Herrero juega mañana a partir de las doce y media en Pontevedra ante el Teucro. Los gallegos ocupan la tercera posición de la tabla y aunque tienen la clasificación para el play -off en la mano, necesitan los dos puntos para intentar alcanzar al segundo clasificado. Y es que ese puesto da ventaja en las eliminatorias por el ascenso.
Los de amarillo vienen demostrando durante toda la temporada que cuando hacen las cosas bien son capaces de poner en aprietos a cualquiera, pero la dificultad del choque de mañana es máxima. Y a esto hay que sumar que el Ademar de León B, equipo que persigue al irundarra en la clasificación, recibe en su cancha a un Barakaldo que no se juega absolutamente nada.
Teniendo en cuenta lo apretada que está la clasificación por abajo, tal y como apuntábamos, la jornada podría acabar mal para el Bidasoa-Irun.
Y es que el equipo entrenado por Fernando Herrero sólo tiene un punto de renta sobre los puestos de descenso, que los marca el filial leonés, y cualquier tropiezo les podría hacer caer de nuevo a la zona roja de la tabla.
El propio técnico bidasotarra reconoce que «va a ser un partido muy complicado, pero vamos a intentar ganar por todos los medios. El equipo tiene muchas ganas de hacer las cosas bien. Si somos capaces de puntuar daremos un paso de gigante hacia la permanencia. A la misma hora que nosotros jugará el Ademar y también estaremos pendientes de lo que pasa en ese partido».
Será sin duda un domingo intenso para el equipo irundarra.
Aldunate no será operado
Para el partido de mañana Fernando Herrero no podrá contar con Víctor Aldunate, que sufrió una luxación en un dedo de la mano la semana pasada. Al menos, el pivote no tendrá que pasar por quirófano porque la lesión es menos grave de lo que se pensaba y sólo se perderá un partido.
El que sí será operado, el viernes que viene, será Marius Lepp. El estonio tiene el menisco de su rodilla derecha roto desde hace tres semanas y está aguantando para ayudar a su equipo, pero el de mañana será el último partido que dispute con los de Irun.
La situación del Bidasoa sigue siendo tensa, pero el trabajo de los jugadores está siendo encomiable.
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