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XABIER GALARTZA
Martes, 12 de abril 2011, 03:58
Esta tarde a las siete se disputará en Bidebieta el partido más esperado de la temporada, al tener que recibir nada menos que al flamante Itxako, el campeón de las tres últimas ligas, que roza la final de la Champions.
En esta oportunidad hay por añadidura varios ingredientes que dan mayor dimensión de la acostumbrada a este derbi, que por lo general se suele distinguir por la espectacularidad y la igualdad de fuerzas. Si por algo se ha caracterizado el Bera Bera ha sido por amargar más de un dulce a un conjunto navarro que se puede vanagloriar sin sonrojarse de contar con el mejor plantel de la Liga ABF y de uno de los mejores del panorama continental.
El partido de esta tarde cobra aún más relieve si tenemos en cuenta lo que está en juego para cada uno de los equipos. En concreto, el Bera Bera se aseguraría de manera matemática su reingreso en la competición europea a falta de tres jornadas para la conclusión de la Liga, siempre que consiga vencer o en su defecto apropiarse de un valioso empate.
Por el contrario, en el caso de que la balanza caiga del lado contrario o incluso también con el propio empate será el cuadro navarro el que cante el alirón por cuarta temporada consecutiva.
Paradójicamente, este hecho puede pasar a un segundo plano, teniendo en cuenta que las navarras están a un paso de acceder por primera vez en la historia a la final de la Liga de Campeones. El sábado podría materializar su sueño en Hungría, a donde acude con una jugosa renta de cinco goles (26-21) obtenida el pasado sábado en Lizarreria ante el potente Gyor Audi.
Tras caer derrotadas en Elche el pasado sábado, las donostiarras afrontan el partido como una nueva oportunidad de conseguir los puntos que le certifiquen su vuelta a Europa. El encuentro en Alicante ha dejado tocada a Azenaide, con un esguince en el tobillo, lo que pone en duda la participación de la africana frente a las vigentes campeonas.
Reyes Karrere prefiere aprender la lección de la derrota por la mínima encajada en la cancha ilicitana en lugar de lamentarse por el revés. «No hay tiempo para estar tristes. Fue una pena porque nos faltó un solo gol, pero hay que analizar rápido por qué llegó esa derrota y corregir errores».
El Bera Bera deberá apelar a su capacidad de superación y al fortín en que ha conseguido convertir Bidebieta, un feudo casi inexpugnable, dado que ha contado todos sus partidos por victoria, salvo en una oportunidad.
En la pista del Bera Bera han caído hasta la fecha todos los gallitos de esta Liga. Más recientemente el Elda Prestigio, segundo clasificado, pero con anterioridad corrieron la misma suerte el Mar Sagunto, el Mar Alicante y el propio Elche Mustang.
El Itxako ya sabe lo que es perder en más de una ocasión a manos del Bera Bera en Donostia. En la ida tuvieron también muchas dificultades para doblegar a un crecido conjunto guipuzcoano.
Reyes Karrere no se fía del potencial del Itxako y considera que es muy difícil cogerle desprevenido, a pesar del trascendental compromiso que le aguarda el sábado en Budapest. «El Itxako ha demostrado a lo largo de toda la temporada que no se despista nunca. Ha jugado casi todas las semanas dos o tres partidos con una eficacia tremenda. Ha ganado la Copa, la Liga la tiene en el bolsillo, es semifinalista de la Champions... pensar que las jugadoras van a venir relajadas es una temeridad», comenta.
Considera que para poder sorprender al Itxako es imprescindible «hacer un mejor partido que ellas, con toda la dificultad que eso supone. Necesitamos un partido muy redondo, muy regular en todas las fases», concluye.
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