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Josu Iztueta y la madre de Joseba Rojo, Eli, junto a directivos de Mustad, el jefe de turismo de Gjovik y descendientes de los noruegos que vinieron a Tolosa hace cien años.
Reencuentro en la Mustad noruega
TOLOSA

Reencuentro en la Mustad noruega

Historia de una emotiva visita a Gjovik con los «noruegos tolosarras». Cien años después, un tolosarra, Joseba Rojo, ha participado en el Mundial profesional

JUANMA GOÑI

Domingo, 17 de abril 2011, 11:47

Esta es la historia del reencuentro con los descendientes de los noruegos que trajeron el esquí a Tolosa. Han pasado ya cien años desde que llegaron a la villa y con ellos su deporte nacional, pero su legado no ha podido materializarse de forma más viva con la reciente participación de un esquiador tolosarra, Joseba Rojo, en los campeonatos del mundo de fondo. Una participación que ha servido para, casi de casualidad, propiciar la vivencia emotiva que relatamos en este reportaje.

Capítulo 1. Preludio. De sobra es conocida la historia de que el nacimiento del esquí en Tolosa se debe a la implantación de una colonia de noruegos que vino a trabajar a Tolosa a principios del siglo XX. Una empresa llamada Mustad, que se dedicaba fundamentalmente a producir clavos y anzuelos para herrar caballerías, mantenía una filosofía de instalar fábricas en diferentes lugares del mundo. Cuando llegó el turno de crear una filial en España, el emplazamiento elegido fue Tolosa por su infraestructura industrial, buenas comunicaciones, ferrocarril, cercanía a la frontera...

Era el verano de 1906 y una fábrica de Mustad se instaló en Tolosa. Francisco Tuduri escribió un gran libro llamado «Cuando el esquí comienza», en el que explica con detalle todas las vicisitudes de este curioso pasaje de nuestra historia. Con Mustad llegaron «los noruegos», como se los conocía aquí. Y como dice Tuduri, «se unieron dos circunstancias: la nieve y los noruegos. Y el resultado no puede ser otro. Aquellos trabajadores noruegos comenzaron a esquiar por las calles de Tolosa, mientras la gente de aquí se asombraba de lo que veía. Claro, el esquí no era nada conocido a este lado de los Pirineos.

Capítulo 2. Las primeras competiciones. El estreno de los tolosarras con el nuevo deporte iba a ser cuestión de días. Y ocurrió el 2 de marzo de 1908 en el puerto de Azpirotz. Los protagonistas fueron Isaac López-Mendizabal y José Eizaguirre. El 4 de abril de 1910 tuvo lugar la primera competición de esquí de toda España, en Berastegi. Cuenta Tuduri que el Ski Club Tolosano -primer Club de esquí del Estado- venía ejerciendo su actividad desde 1908 y en los dos años siguientes tomó parte con gran éxito (una medalla de plata y otra de bronce) en los Concursos Internacionales que tuvieron lugar en Eaux-Bonnes (Pirineo francés) con la participación de noruegos que trabajaban en la empresa Mustad y varios tolosanos. Entre estos noruegos estaban Gustav Aas, Aimond Enebok y Hafdan Tollerud....

Capítulo 3. El reencuentro. Xanti Saizar, nuestro portavoz en temas de esquí, nos dio la pista sobre esta historia, que hemos podido completar con la colaboración de ese inquieto viajero tolosarra llamado Josu Iztueta.

Con motivo de la reciente participación del esquiador tolosarra Joseba Rojo en los campeonatos del mundo de fondo celebrados en Oslo, sus padres, acompañados del propio Josu Iztueta, decidieron visitar Gjovik, sede central de Mustad y ciudad de donde procedían casi todos los noruegos que vinieron a Tolosa. Querían contactar con descendientes de aquellos pioneros. «El encuentro se llevó a cabo en la oficina de turismo de la ciudad -relata Josu-. Allí entregamos algunos recuerdos y contamos la historia de sus paisanos que vinieron a Tolosa, que instalaron la fábrica y nos trajeron el esquí».

Fue un encuentro emotivo que no acabó allí. En la oficina de turimos gustó la historia, que trascendió y llegó a reflejarse en la crónica local y, por supuesto, acabó llegando a los directivos de la actual empresa Mustad, que no dudaron en invitar a Josu y los padres de Joseba a una visita a la fábrica.

A la recepción en Mustad acudieron, tambien, los nietos de Gustav Aas, Hadfan Tollerud y Aimond Enebok, con las medallas que habian logrado sus antepasados en los saltos de Eaux-Bonnes en los años 1909-1910, como miembros del Ski Club Tolosano. «Fue emocionante de verdad. Vinieron con postales viejas de Tolosa, algunos de ellos conocían la villa pero otros no. Las lágrimas afloraron, fueron momentos muy bonitos», relata Josu.

Y ahora, cien años después de que los noruegos llegaran a Tolosa, un tolosarra ha participado como profesional en los campeonatos mundiales de Oslo. La semilla sigue dando frutos. Además, en tierras escandinavas estaban también por esas fechas otros tolosarras que participaron en la popular prueba de fondo «Vasaloppet», como Jon Miren Begiristain, Peio Artutxa o Edorta Andueza.

No es casualidad que Tolosa sea una potencia del fondo a nivel estatal, o que este deporte haya arraigado tanto entre nosotros. Se lo debemos a los atxonas de Gustav, Aimond y Hafdan, que tanto se han emocionado recordando ahora el pasado tolosarra de sus abuelos.

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