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AINGERU MUNGUÍA
Viernes, 13 de mayo 2011, 10:16
«Es muy bonita y luminosa. Pero yo creía que habíamos llegado a Ategorrieta, que era la siguiente parada después de Herrera y resulta que me he bajado en Intxaurrondo». Las palabras de María Ángeles Berian, una vecina de Errenteria, resumen bien lo que pasó ayer en la apertura de la nueva estación de Adif del paseo Zubiaurre. Los vecinos curiosearon por el nuevo apeadero, que ayer comenzó a funcionar a las 5.38 horas de la mañana con la parada del primer tren en dirección hacia Gros.
La estación se ha construido bajo el antiguo puente de Zubiaurre, hoy convertido en rotonda. La intervención ha sido fruto de un acuerdo entre el Ayuntamiento y Adif para construir el séptimo apeadero de Cercanías de la ciudad y a la vez acometer una de las aspiraciones del vecindario de Intxaurrondo Viejo: la cobertura de la trinchera del tren para eliminar la brecha que separa en dos al barrio. El proyecto se ha ejecutado en la parte ferroviaria y en la actualidad se acomete la urbanización de 160 metros de cobertura de vías. Esta última intervención -2,5 millones de euros-, que lleva a cabo el Ayuntamiento, generará una nueva zona de estancia de 3.700 m2 junto al parque de Txaparrene.
En el nuevo apeadero de Adif, que será gestionado por Renfe Cercanías, se detendrán cada día 76 trenes. Los vecinos de Intxaurrondo ya no tendrán que desplazarse hasta el apeadero de Ategorrieta para poder enlazar directamente con 26 puntos de Gipuzkoa, desde Irun hasta Brinkola. La nueva estación es la séptima que se abre en el municipio de San Sebastián. El jefe del servicio de Cercanías de Gipuzkoa, José María Riñón, explicó que el apeadero de Intxaurrondo «cogerá mucho más auge cuando esté construido el intercambiador ferroviario de Riberas de Loiola». Esta estación se construirá entre el paseo de Zorroaga y el Jardín de la Memoria, en el punto de cruce de la línea del Topo (futuro Metro de Donostialdea) y la línea de Renfe Cercanías. El intercambiador permitirá a alguien procedente de Zumarraga o Tolosa bajarse en Riberas y, sin salir a la calle, comunicar con los andenes del Metro para llegar al centro de la ciudad, al campus universitario, al Antiguo, Añorga o Lasarte. De la misma forma, alguien que coja el Metro en Lugaritz (Errotaburu) podrá parar en Riberas para montar en un Cercanías que le lleve a Irun o a Beasain.
Sin ser Intxaurrondo Viejo un intercambiador ferroviario, las actuaciones que se están acometiendo convertirán esta zona en un ámbito perfectamente comunicado por el tren. En la actualidad se ejecutan las rampas y escaleras mecánicas de la cuesta de Lizardi que comunicarán de forma accesible las inmediaciones del nuevo apeadero de Adif con la plaza Montes Francos, en Intxaurrondo Berri, donde se construye uno de los accesos del futuro Metro.
El nuevo apeadero de Intxaurrondo -en el que se han invertido 9,2 millones de euros- destaca por la amplitud de espacio y por su luminosidad. El acero y el cristal son los materiales principales. La gran vidriera colocada sobre la línea ferroviaria y el empleo de este material en las cajas de los ascensores y en las barandillas ofrece una gran claridad. Una mujer que acababa de bajarse de un tren estaba un poco despistada: «Vengo a visitar a unas amigas, pero creo que me he bajado en otra parada. ¿Con este apeadero quitan el de Ategorrieta?». La respuesta es que no. Es un nuevo apeadero que convivirá con el de Ategorrieta. Tres funcionarias de la sede cercana del Gobierno Vasco no se pudieron resistir a visitar la estación: «Hemos sufrido las obras durante meses y queríamos ver cómo había quedado».
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