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JAVIER PEÑALBA
Sábado, 28 de mayo 2011, 11:26
En la década de los años 70, la lonja de pescado de la localidad asturiana de San Juan de la Arena, a orillas del río Nalón registró la entrada de 60.000 kilos de angula. Cuarenta años después, apenas se contabilizaban 272 kilos. Desde entonces hasta ahora, la situación apenas sí ha mejorado. El declive de la especie es un hecho constatado. «La anguila está en una encrucijada. Pero el descenso no sólo se ha observado en el Cantábrico, sino en toda Europa», afirma Estibaliz Díaz, bióloga del Área de Recursos Demersales de Azti-Tecnila. Gipuzkoa, sin embargo, tiene motivos para mirar al futuro de esta enigmática especie con algo más de optimismo. «Hemos observado que la anguila está recolonizando espacios porque ha mejorado la calidad del agua y se han eliminado algunos de los obstáculos que le impedía remontar», afirma la investigadora.
La especie que proliferó en todas las cuencas del País Vasco se encuentra poco menos que en la UVI. Se estima que actualmente el reclutamiento, es decir las angulas que entran en los ríos europeos, es sólo entre un 1% y un 5% del que había hace apenas cuatro décadas. Los científicos afirman que este retroceso no obedece a una causa única.
La sobrepesca es sin duda uno de los factores que han contribuido a este declive. «Antes, por ejemplo, para la pesca de angula se empleaban métodos artesanales, pero desde los años 70 se han ido incorporando artes menos selectivas y más eficaces», afirma la bióloga.
Junto a la sobrepesca, los obstáculos a la migración impiden que las anguilas colonicen todo su hábitat potencial. «Históricamente, la anguila ha poblado casi toda la península. Había anguilas en Pamplona, en Madrid... Se dice que es una especie que es capaz de vivir a una altitud de hasta mil metros. Hoy, sin embargo, las poblaciones se localizan en las franjas costeras. Ahora, las presas infranqueables que se construyen a pocos kilómetros del mar hacen que les resulte imposible remontar y colonizar otros espacios», explica Estibaliz Díaz.
En Euskadi, los principales obstáculos son, junto a las presas, las centrales hidroeléctricas. «Estas barreras generan una pérdida de la producción de anguila adulta aguas arriba y al mismo tiempo hacen que la densidad de ejemplares sea mayor en las aguas que quedan en los cauces bajos. De esta manera, se produce una mayor mortalidad debido a la competencia que se da entre ellas», afirma la bióloga.
Las centrales no solo son un enemigo durante la fase migratoria de ascenso sino también en la de vuelta al mar. «El paso de la anguila adulta a través de las turbinas puede causar heridas graves a los ejemplares e incluso la muerte. Estudios publicados a finales de los 90, demuestran que la mortalidad que causan estas centrales es mayor en la anguila que en otras especies. En cuencas europeas con varios saltos hidroeléctricos en cascada, las mortalidades acumuladas pueden llegar a superar el 90%», explica Estibaliz Díaz.
Mejoran las aguas
La contaminación en los ríos es otra de las causas que ha contribuido al retroceso de la especie. «En el Oria, con las papeleras, o en la ría de Bilbao y en el Deba la polución fue un grave problema. Pero hoy la situación es distinta. En Gipuzkoa, la anguila está recolonizando espacios porque ha mejorado la calidad del agua y porque se han derribado algunas de las barreras que les impedían remontar. Por ejemplo, en Usurbil, en el Oria, la Diputación ha instalado un paso de anguila que permite que individuos de la especie suban. En general, se puede decir que llega menos angula a nuestros ríos, pero la que lo hace tiene más posibilidades», afirma Díaz.
Precisamente en Usurbil se han puesto en marcha nuevos proyectos, como el que llevará a cabo el centro tecnológico Azti-Tecnalia con la colaboración y financiación de la Diputación de Gipuzkoa, la Fundación Biodiversidad y la Agencia Vasca del Agua (URA). Azti estudiará la repoblación de las tres fases de la anguila -angula, angulón y anguila- en tres arroyos de la cuenca del Oria.
Depredadores
Diversos estudios atribuyen asimismo a especies depredadoras, principalmente a los cormoranes, el retroceso de la anguila. «Los estudios en cuencas próximas a las nuestras, concluyen que la acción de estas aves no es tan importante como en otras zonas. Yo creo que los cormoranes, si tienen otra cosa que llevarse al pico, la prefieren a las anguilas. En los ríos cántabros, la presencia de la anguila en la dieta de estas aves no es importante. No obstante, es cierto que la Comisión Europea obliga a adoptar medidas con los depredadores. Se sabe que en 1996, 35.000 cormoranes pasaban el invierno en España y que su población aumentó un 96%. Sería conveniente efectuar un estudio en profundidad y si se viera que tiene un efecto sobre las anguilas, se podrán adoptar las medidas que se estimen oportunas. No olvidemos, no obstante, que el cormorán es una especie protegida», explica Estibaliz Díaz.
La comunidad científica coincide, asimismo, en señalar que los cambios de las corrientes oceánicas derivados del cambio climático, unido a la presencia de agentes contaminantes en las aguas y las infecciones que se expanden en la población de anguilas contribuyen al retroceso de la especie. Si los ejemplares adultos no están sanos y con las reservas necesarias no llegarán al Mar de los Sargazos, donde se reproducen. Hay que tener presente que la migración de regreso dura un año y medio o dos y que durante este periodo no se alimentan, cierran los conductos digestivos».
Medidas a adoptar
Tras décadas de declive, el diagnóstico sobre la situación de la anguila es claro. Pero ¿cómo se recuperará la especie? «Después de un largo periodo de diez años de negociaciones, en 2010 se aprobó en Europa el plan de recuperación de la anguila en España», señala Díaz.
En Euskadi, este proyecto propone medidas sobre la pesca, las centrales hidroeléctricas, un control sobre los depredadores y mejoras medioambientales así como de control y seguimiento. «Aunque la comisión también propone como medida de gestión realizar repoblaciones de anguila, esta medida, sin embargo, genera cierta controversia, ya que por un lado no tiene mucho sentido repoblar mientras no se solucionen el resto de los problemas. Por otro lado, no está claro que las anguilas repobladas sean capaces de volver al Mar de los Sargazos para completar el ciclo. Por ello, el plan de Euskadi aboga por realizar una serie de pruebas experimentales de repoblación; que en el caso de que se demuestren que son efectivas, se incorporarán al plan de recuperación», concluye la bióloga de Azti.
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