Álex García pasó la noche en el hospital y ya está en casa

El fútbol es grande pero siempre pierde el pulso ante la vida. La salud es mucho más importante. Álex García dio el gran susto del fin de semana al desplomarse sobre el campo. Corría el minuto 85 en El Collao y el interior armero se mareó, cayó al suelo y perdió el conocimiento.

Un par de minutos antes había sufrido un fuerte golpe en la cabeza debido a un choque involuntario con un oponente alicantino, pero Álex siguió jugando. Hasta que en su siguiente intervención se derrumbó. Fruto de esa caída, se hizo un traumatismo en la nariz. Comenzó a sangrar. Y todos los jugadores se llevaron las manos a la cabeza. Angustia. Miedo. Nadie sabía la causa. Y el tiempo se detuvo. Afortunadamente, todo quedó en un susto ya que Jacobo Vázquez, el médico del Eibar, actuó con celeridad y solventó el problema.

El galeno armero le colocó la cánula de Guedel. Al cabo de un tiempo, que se hizo interminable, el jugador hizo señas para que se le retirara el dispositivo. Ya consciente, Álex fue retirado en una camilla y fue trasladado al hospital Virgen de los Lirios, donde pasó la noche. Allí se le hicieron diferentes pruebas como un electrocardiograma, una radiografía de nariz y un escáner craneal. Álex quedó en observación.

Noche sin sobresaltos

A las ocho de la mañana de ayer, el médico responsable del hospital valenciano informó que todo había transcurrido con normalidad. También se le realizó una analítica. Posteriormente, el jugador vizcaíno recibió el alta y emprendió el viaje de vuelta a la villa armera junto a Jacobo Vázquez y Oier Ortega, director general del conjunto guipuzcoano. El jugador ya está en su casa de Bilbao, permanecerá en reposo y observación y, si todo va bien, mañana se estudiará la posibilidad de retomar los entrenamientos.

El defensa José Antonio Espín, que se encontraba en el campo, recuerda muy bien esos momentos de tensión: «Álex se llevó un golpe fuerte en la cabeza y al poco cayó al suelo. Nos llevamos un susto tremendo, pero afortunadamente no ha pasado nada. Peor lo pasaron los familiares, que nos estuvieron llamando al acabar el partido. Mi novia y la de Álex estaban juntas en ese momento y tuve que tranquilizarla. Ayer hablé con Álex y dice que no se acuerda de nada».

Ni Mirandés ni Lugo

En caso de superar esta ronda el Eibar se vería las caras en la definitiva con el Alavés, si gana al Lugo. Si falla el cuadro vitoriano la segunda posibilidad sería el Guadalajara, que venció 4-1 en la ida al Sevilla Atlético y tiene la eliminatoria muy encarrilada. Si no se dan estos dos supuestos, es decir si se clasifican el Lugo y el Sevilla B, el Eibar jugaría seguro ante el filial andaluz -si pasa el Mirandés- o el Badalona -si elimina al cuadro burgalés-. Sólo en esta cuarta probabilidad se produciría un sorteo entre el Sevilla Atlético y el Badalona. En ningún caso se medirá a Mirandés o Lugo.