

Secciones
Servicios
Destacamos
CRISTINA TURRAU
Miércoles, 8 de junio 2011, 05:25
Asegura vivir cada minuto de la vida como si fuera el último. Es lo que explicó hace unos meses el enfermero Manuel Solórzano al recoger el premio a la difusión y comunicación entregado por el Colegio de Enfermería de Gipuzkoa. «Cuando hago algo, lo hago con ilusión y con intensidad. Y es lo que busco hacer con la Enfermería. Es mi profesión, mi trabajo, mi hobby y mi ilusión». Una tarea que desprende calor humano. «Damos mucho, pero es más lo que recibimos», sostiene.
Enfermero en el servicio de Oftalmología del Hospital Donostia, Manuel Solórzano considera que la profesión es esencial para el sistema sanitario. Y con esta premisa ha dedicado un ingente número de trabajos de investigación a la Enfermería, que le han reportado numerosos premios, entre ellos la insignia de oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica.
Su tarea comenzó en 1995. «En el Koldo Mitxelena busqué material sobre practicantes, enfermeras o matronas y apenas encontré nada. Lo poco existente había sido escrito por los doctores Ignacio María Barriola, José Luis Munoa o José María Urkia».
Empezó a investigar y no paró. Ha estudiado la enfermería guipuzcoana y vasca, y también la de civilizaciones lejanas. Encuentra muchas curiosidades. «San Juan de Dios, patrón de la Enfermería, estuvo en Hondarribia como militar antes de empezar su labor humanitaria. De hecho, en una de las rotondas de entrada al pueblo hay una escultura con este motivo».
Bateleras y aislamiento
Cualquier tiempo pasado no siempre fue mejor. «A las personas con enfermedades contagiosas se les aislaba en espacios poco accesibles. En Gipuzkoa se les llevaba a zonas con acceso único por mar. Las bateleras eran mujeres que se encargaban de ir remando para transportar a los enfermos, llevarles alimentos y atender sus necesidades. A los de Donostia les llevaban a Pasajes de San Juan».
Un hechos reseñable de nuestro pasado es, a su juicio, la organización de los servicios sanitarios que realizó el Gobierno Vasco de José Antonio Aguirre. «En él las enfermeras de la Cruz Roja de Euskadi o los practicantes de la Marina de Guerra Auxiliar de Euskadi tuvieron un papel destacado».
Si tiene que quejarse de algo es de la falta de ayudas a la investigación por parte de las instituciones. Pero hay compensaciones. «Lo más satisfactorio es cuando llevas mucho tiempo buscando algo y de repente aparece ante tus ojos. También, que algún compañero te pare en la calle para elogiar un artículo».
Si tuviera que elegir entre sus numerosas publicaciones se quedaría con 'La voz de la Enfermería', en la Enciclopedia Auñamendi, que realizó junto con su compañero Jesús Rubio Pilarte. «Gracias a este trabajo cualquier persona puede saber lo que es nuestra profesión»
Aprende mucho de las culturas antiguas. Uno de sus estudios está dedicado a los sanadores aztecas. «En algunos países centroamericanos están incluyendo esta sabiduría dentro del sistema nacional de salud, como forma de cuidado tradicional. Ocurre en la península de Yucatán, en el Golfo de México, con el programa de atención primaria a través de la medicina tradicional y la herbolaria maya».
La visión holística de estos saberes sigue vigente en nuestra cultura, dice. «La medicina tradicional china, basada en el equilibrio de flujos energéticos, o el ayurveda, la medicina tradicional de la India o ciencia de la vida, que se basa tanto en el cuerpo como en la mente y en la espiritualidad, ganan adeptos en la sociedad occidental».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.