«El martes estuve toda la mañana llorando, pensando que no íbamos a ganar»

-¿Ha tenido tiempo de asumir el éxito?

-Ha sido todo muy intenso, muy emocional. Tuvimos muy buenas sensaciones cuando pasamos el primer corte y nos vimos muy bien reflejados en las indicaciones que hizo el jurado sobre nuestros documentos. Tuviemos la sensación de que nuestro proyecto podía ser el mejor. Pero cuando se produjo el vuelco de Bildu yo pensé, «esto se ha acabado, no tenemos nada que hacer». Luego vino el jurado a hacer la visita, Bildu se portó muy bien apoyando el proyecto. Y después trabajamos en tener representado a todo el abanico político, incluyendo al PP. Todos pensábamos, incluyendo las otras ciudades, que con Bildu teníamos las de perder, pero el jurado, antes de que empezáramos nuestra defensa, nos dio una gran alegría porque lo primero que nos dijo fue: «Estamos aquí para juzgar estrictamente su proyecto cultural». Y así ha sido, hemos ganado porque el jurado llegó a la conclusión de que nuestro proyecto era el mejor. Como en el fútbol, hemos jugado todos en el mismo campo y con las mismas reglas y hemos ganado. Si luego el 'Mourinho' de turno dice cosas, allá él.

-¿Y cuál ha sido el gol de su equipo?

-El jurado ha hecho una valoración final diciendo que es verdad lo que presenta nuestro documento, que San Sebastián es una ciudad compleja y que esa complejidad ha producido efectos graves como la violencia y el terrorismo, con cientos de víctimas. Violencias, de otro tipo, se producen en toda Europa, con las discrimaciones de raza, los antagonismos sociales, las desigualdades económicas, las confrontaciones entre pueblo e identidad... Y la mejor manera de que Europa no se destruya y se rompa desde la violencia, es invertir más en educación y cultura. Esa era nuestra apuesta, a través de un programa que se refugia en la palabra 'convivir'. Y todas nuestras actividades tienen que ver con ella, en la mejor tradición del humanismo internacional.

- En lo personal, ¿se siente recompensado?

-Estoy feliz, porque ha sido una batalla muy dura.Ha sido complicado gestionar mi geografía sentimental y superar el hecho de estar en el centro del poder mediático y la mirada política. Yo estaba acostumbrado a algo pequeño como Arteleku, y ahora hemos tenido que construir consenso, trabajar con muchas contradicciones intelectuales, tensiones políticas y corregir posibles derivas instrumentalistas del proyecto.

-¿Se han sentido solos o incomprendidos?

-Bueno, ha habido muchos escépticos, y muchos tozudos críticos que para mí han sido muy importantes. Y con esa diversidad de opiniones hemos trabajados, los que han sido críticos y han corregido derivas han sido fundamentales.

-¿Estaba preparado para perder?

-No es que estaba preparado, estaba convencido de que íbamos a perder. El día de la selección estuve todo el día sin comer y llorando de pena, pensando que no íbamos a ganar. Estábamos derrotados, pero al mismo tiempo esperanzados de que el jurado demostrara un alto nivel de independencia y no se dejara afectar por la dificultad de la 'foto final'. Y así ha sido. El jurado ha demostrado una independencia técnica sobresaliente. Todo lo contrario a lo que dicen los malos perdedores.

- ¿Seguirá en el proyecto?

-Sí, lo que está por ver es cómo. Tengo una geografía sentimental peculiar, y me gustaría tener una vinculación menos ejecutiva, con menos visibilidad, pero estar implicado. Claro que quiero estar y disfrutar del éxito, pero desde un sitio más tranquilo.

- ¿Se respetará al 100%?

-Eso espero, más que nada por toda la gente que ha puesto su trabajo y sus ideas en este proyecto.