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Burukides. Joseba Egibar, José Ángel Agirrebengoa, Iñigo Urkullu, Andoni Ortuzar y Belén Greaves, durante el pasado Alderdi Eguna. :: TELEPRESS
El PNV afronta su renovación con el reto de recuperar el poder perdido
PROCESO INTERNO EN EL PNV

El PNV afronta su renovación con el reto de recuperar el poder perdido

Urkullu se perfila de nuevo como presidente del EBB a falta de rival. Egibar podría aspirar a su último mandato como líder del GBB en el proceso territorial que se espera para el próximo abril o mayo

AMAIA CHICO

Domingo, 10 de julio 2011, 11:52

El PNV se prepara para iniciar el complejo camino hacia su renovación. Caras, programas y fuerzas. Todo se someterá al criterio de la militancia que a finales de año elegirá al líder de la Ejecutiva y establecerá cuál debe ser el proyecto jeltzale para los próximos cuatro años. Como en las elecciones ordinarias, las del PNV tienen un ciclo similar y una precampaña, más o menos silenciosa, en la que a falta de mítines y carteles, las concordancias y disensiones intrínsecas terciarán con la disposición a mantener el «consenso» que el actual presidente del EBB ha intentado cultivar, o no dinamitar, en los últimos años.

Iñigo Urkullu fue la persona encomendada en 2007, cuando tuvo lugar la última renovación, para aunar bajo una misma voz a las familias jeltzales, separadas en algunos casos por las lindes territoriales. Y Urkullu es la persona que, a seis meses de la elección, se postula una vez más como firme candidato para seguir al frente del proyecto, en un momento de vacas flacas tras la pérdida de poder institucional.

Con estos ingredientes arranca el proceso que, salvo interferencias por un posible adelanto de las elecciones generales a otoño, concluirá el 12, 13 y 14 de enero en el BEC con la elección de los burukides y el presidente del EBB, y la aprobación de la hoja de ruta del partido en la Asamblea General. Y que se rematará, sobre la primavera, con la elección del próximo candidato a lehendakari. Y la renovación de las ejecutivas territoriales, entre ellas el GBB.

Los dos primeros procesos asamblearios se desarrollarán de forma diferenciada, pero todos los jeltzales ven inevitable que ambos se solapen en los debates y reflexiones que desde finales del verano comenzarán a desarrollarse en las juntas locales.

Una de las primeras cuestiones en decidir será si, además de la previsible candidatura de Urkullu, algún otro militante opta a disputarle el puesto. Joseba Egibar, contrincante de Josu Jon Imaz en el proceso de 2003, ya ha anunciado que no lo hará, y desde Gipuzkoa, donde la familia jeltzale siempre ha remarcado su perfil soberanista, se descarta a priori una nueva pugna interna que no interesa sacar a la luz. «Creo que se va a pactar todo», aseguran fuentes jeltzales en este territorio. Y es que el diferenciado mapa ideológico que el 22 de mayo ha dejado en las instituciones obliga al PNV a aunar criterios para intentar recuperar lo antes posible en el bastión que hace dos años le arrebató el PSE, el Gobierno Vasco.

Ése es su objetivo. Y hacia él van a encaminar sus pasos de forma unívoca tanto a la hora de elegir líder, como de marcar línea estratégica y conformar las listas para los próximos comicios generales y los autonómicos de 2013. Aún y todo, la pugna, aunque más calmada, se hará notar. Las fuentes consultadas reconocen que en este momento las diferencias internas «se llevan», y por eso restan importancia a las voces críticas que han surgido, por ejemplo, en Gipuzkoa por no haber intentado retener la Diputación foral, ahora en manos de Bildu. Pero el GBB dejará, no obstante, su impronta en el proyecto político.

«Partido de bases»

El 14 de octubre será el plazo final de presentación de candidaturas al EBB, que renovará a ocho burukides además del presidente, a falta de conocer si hay algún cambio en los cinco líderes territoriales que completan la ejecutiva. Cien firmas es el aval que deben lograr los afiliados que deseen aspirar a presidir el partido, y aunque nadie a estas alturas se atreve a pronosticar si algún afiliado lo intentará, más complicado parece que compilen los votos suficientes para desbancar a Urkullu. «Somos un partido de bases y son los afiliados los que decidirán», dicen desde Gipuzkoa, donde quieren centrar su atención en los tres documentos que serán sujeto de debate antes de elegir «quién dirige la tripulación».

Esa discusión, que finalizará a mediados de diciembre en la asamblea nacional previa a la ratificación definitiva, se diversificará en tres ponencias, cuyos borradores serán remitidos en breve a cada junta local. El primero, de corte económico y temas sectoriales, se denomina 'Trabajando el mañana' y serán los compromisos de gestión en materia social, de educación, cultural y económica. El segundo, titulado 'Retos y desafíos políticos', recogerá la estrategia a seguir en esta materia, ante un momento de pluralismo institucional insólito, ante un posible cambio de gobierno en el Ejecutivo central y, especialmente, ante el camino abierto hacia la pacificación y normalización de este país.

El tercero, más de gestión interna, aborda la revisión de los estatutos de la formación, donde se planteará otorgar más poder al EBB para evitar casos como el ocurrido recientemente en Álava, donde el partido se ha visto con las manos atadas para retirar el carné a acusados en una trama de corrupción. Además, plantean algunas fuentes, sería oportuno «simplificar» un reglamento que «debe adecuarse a la realidad de los partidos en Europa» y que resulta difícil de gestionar por el sistema de «bicefalias e incompatibilidades» que incluye.

Ésa y la apuesta por continuar con la estrategia 'Batu gaitezen', con el derecho a decidir como núcleo central, estarán entre las propuestas que el partido en Gipuzkoa intentará trasladar y recoger en la hoja de ruta del conjunto del PNV, «obligado», señalan otros destacados militantes, «a hacer una política diferente» dada su actual tarea en la oposición más que en la gestión.

La sucesión de Egibar

A esa labor de oposición se ha visto relegado en Gipuzkoa Markel Olano, tocado por la pérdida de la Diputación foral, y al que algunos sitúan como posible sucesor de Egibar, pero a medio plazo. Es decir, aunque el actual líder jeltzale no se ha pronunciado sobre si optará o no de nuevo a la reelección en el proceso del próximo año, diferentes fuentes próximas al GBB aseguran que Egibar «sigue con fuerza y tiene capacidad de sobra», pero que tampoco ha querido nunca perpetuarse en el cargo. Por lo que quizás el próximo sea su mandato de despedida y el que dedique a «preparar de forma ordenada la transición».

El nombre de Eneko Goia, que también ha sonado como posible heredero de la era 'egibariana', perdería fuerza en este momento dada su nueva empresa, «a largo plazo», en el Ayuntamiento de San Sebastián. Pero, aunque cuando el río suena algo de agua suele llevar, la prudencia obliga a no mojarse demasiado. Y a esperar a que este proceso «reconstituyente» dé sus primeros pasos hacia el PNV del futuro.

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