«Lo vemos muy mal, negrísimo»

El Arrate se reunió ayer con el director de Deportes de la Diputación, Asier Sarriegi, para estudiar las posibilidades de supervivencia del club eibarrés. Dos días después de recibir la negativa de una ayuda extraordinaria de 400.000 euros por parte foral, ayer no hubo avances. El presidente de la gestora del Arrate, Juan Vergara, salió de la reunión decepcionado y pesimista. «Ha ido fatal. Lo vemos muy mal, negrísimo. Nos dicen que no hay dinero y ante eso no podemos hacer nada».

El Arrate reclama una subvención extraordinaria de 400.000 euros para poder pagar la deuda que mantiene con sus ex jugadores antes del día 22 y poder continuar en la Liga Asobal. Según los responsables actuales del club, si llegase ese dinero el Arrate dispone de un plan de viabilidad que aseguraría su futuro dentro de un marco de austeridad y añaden que estarían en condiciones de saldar toda su deuda en tres años.

La Diputación, por su parte, está dispuesta a adelantar el pago de los 300.000 euros de ayuda ordinaria correspondiente a 2012, pero el club considera que esa medida no soluciona nada. Por eso, Juan Vergara considera que el Arrate está abocado a la desparición.

La gestora dimitirá

Tras la reunión sin éxito de ayer, Vergara anunció que la gestora dimitirá el martes de la semana que viene y convocará una asamblea para explicar la situación a los socios. «Intentaremos quemar una última nave, pero lo vemos muy mal y estamos decepcionados. Esto se hunde». Esa última nave es una forma de hablar, puesto que a día de hoy no existe plan B. Lo ideal sería la aparición de un patrocinador, pero la estructura del tejido productivo guipuzcoano -mercado natural del Arrate-, con multiples empresas pequeñas que no pueden embarcarse en una inversión de esta envergadura, convierten esta posibilidad en poco menos que un sueño. La otra posibilidad, en palabras de Vergara, «es que aparezca otro 'loco' como nosotros dispuesto a lidiar con todo esto». Es decir, que en su opinión el Arrate podría depender de «un milagro de última hora».

En el otro extremo de la balanza está la postura de la Diputación, que trasladó al Arrate la imposibilidad de destinar fondos adicionales al rescate del club. En la reunión de ayer hizo ver a los representantes armeros que el estado de las arcas forales no es boyante, mientras la necesidad de atender demandas sociales no deja de crecer. Además, la Diputación rechazó el miércoles tajantemente esa posibilidad en una nota y dirigió reproches a la gestión del club en los últimos años. A día de hoy, el entendimiento, al menos en los términos en que se ha venido planteando hasta el momento, parece imposible.

Caería todo el club

Si el Arrate no puede sacar su equipo de Asobal, los actuales rectores aseguran que desaparecerá todo el club, con sus 16 equipos formativos. La Diputación no comparte este diagnóstico y quiere que esa estructura de base, ejemplar, siga funcionando en Eibar. Sin embargo, la gestora entiende que ese equilibrio no se sostiene y la caída del primer equipo arrastraría a todo el club.

El martes está prevista una reunión de la junta gestora de Arrate para decidir su dimisión. A partir de ese momento se abren todo tipo de incógnitas, entre las que se encuentra incluso cambiar la sede a Bizkaia, según los rumores que circulan en Eibar.