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Begoña del Teso
Jueves, 18 de agosto 2011, 05:25
Vive en Amara, tiene su taller en la plaza de Amezketa y expone en primera línea de la playa de La Zurriola. Fue restaurador de muebles y estudió la fundición en bronce en la Escuela de Deba. La noche y otras historias no le sentaron del todo bien, pero se ha recuperado y está creando como un jabato. En la zona subterránea del Ondarra muestra juegos de arenisca, bolígrafo, grabados y dibujos que a la gente le recuerdan bien al Bosco, bien a Giger bien a Dalí. Como todo creador del siglo XXI tiene un hueco en internet: santibosch.blogspot.com. Su página se llama La cueva del arte. De niño estudió dibujo en San Telmo. Y modelado en Buenos Aires con un profesor que se llamaba ¡Leo Vinci! Expuso en el pub Tas Tas y es miembro de la Asociación Artística.
Según tu curriculum, en la muy famosa Escuela de Artes Aplicadas de Deba aprendiste...
A tallar en alabastro pero también fundición a la cera perdida, moldes de silicona, recubrimiento con arenas de circonio y malaquita.
Todo eso, ¿no son partes del proceso de la fundición en bronce?
Exactamente. Y fue allá, en la Escuela, en Deba, donde la escultura en bronce me atrapó totalmente.
¿Por qué?
Por su acabado, Su tacto. Su sensualidad. Por lo que tú has dicho, por el proceso en sí mismo.
Cuéntame entonces cómo se funde una escultura en bronce.
Primero preparas un modelado en barro o escayola. Se hace la toma del molde principal. Una vez fraguado retiras el núcleo, el original y el negativo se llena de cera. Se recubre de arcilla y se lleva al horno. Allí la cera se pierde, se funde.. Entonces puedes romper la capa protectora de arcilla casi con una moneda y cuando lo haces aparece la obra, tu obra, en bronce.
Supongo que aunque lo hagas mil veces siempre te resultará distinto, fascinante.
Claro: el fuego, la colada, la arcilla y luego... el bronce.
Un día descubriste que la aleación metálica de cobre y estaño te agradaba especialmente. Más pronto que tarde te diste cuenta también que para el grabado...
... Prefería absolutamente el bolígrafo al lápiz.
Otra vez la misma pregunta: ¿por qué?
Por la exigencia que representa para tu mano. Para tu mente. Para tu capacidad de concentración.
¿?
Con el lápiz siempre tienes la posiblilidad de corregir. Siempre existe una segunda oportunidad. Con el bolígrafo, no hay tal. Lo que haces, hecho está.
Perdona, pero alguna de las obras que expones, ¿no son fotocopias?
Sí.
¿Y te parece normal hacer tu primera exposición individual en mucho, muchísimo tiempo y colar,(colgar) copias?
Bueno, sí, no, tal vez. Mira, conozco la noche. Muy bien además. Demasiado bien acaso. Y sé cómo nos llega a confundir a todos. Expongo en un bar. En su zona subterránea. Puede pasar cualquier cosa. A mí, antes me habría pasado. Por eso muestro copias. Quien quiera ver los originales, le invito a mi taller.
Y allí, seguro, les haces ver todas las sombras, recovecos y texturas que realmente tienen.
Por ejemplo las del talón de la figura femenina de este grabado.
En el fondo creo que lo de exponer copias es buena idea. La primera noche esa pieza con teléfono incluido acabó por el suelo.
Se le cayeron las sujeciones, sí,
¿Qué son esas piezas de bronce? ¿Caracolas?
No. Es una oreja. Diseccionada hasta el interior más interior del oído. Quiero llegar a su núcleo para contar a todos y recordarme a mí mismo lo terrible que fue cuando sufrí un infarto de oído.
Fuerte. No creo que nadie necesite una obra de arte para entenderlo.
Ya. Todos conocemos la historia de Goya. Y la de Beethoven pero ninguno de vosotros habéis oído lo que oye un sordo.
Dínoslo tú.
Es unzumbido, un bisbiseo que, te juro, te vuelve loco. Está ahí, en tu interior, royéndote por dentro: biizzzzz, bizzzz. Bizzz. Como un lejano enjambre de abejas.
Cuentan que muchos de los que lo oyen enloquecen o intentan suicidarse. Tú estás vivo.
Puede que porque he conseguido integrar ese horroroso bizzzzzz en mis obras. Aparece también en los dameros que grabo en los cds, otro soporte para mi trabajo.
Estuviste en Proyecto Hombre...
Y colaboro con Alcohólicos Anónimos. Cuando te han ayudado, tienes que compartir todo eso que otros te dieron.
Algunos dicen que tu obra les recuerda al Bosco o a Giger.
Me halagan (adoro el arte biomecánico) pero yo no copio: creo.
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