Secciones
Servicios
Destacamos
JESÚS L. ORTEGA
Sábado, 24 de septiembre 2011, 04:43
BBK, Vital y Kutxa han unido por fin sus fuerzas en el marco de una crisis económica sin precedentes, que ha obligado a todo el sector financiero español a moverse para ganar en solidez. El modelo elegido permitirá a las cajas mantener su personalidad y Obra Social propias, una de las grandes preocupaciones en toda integración.
¿Qué es un SIP?
El Sistema Institucional de Protección (SIP) -coloquialmente fusión virtual- es una figura jurídica que tiene su origen en una Directiva europea de 2006 consistente en un mecanismo de apoyo y defensa mutuo entre las entidades integrantes. Su objetivo primordial es garantizar la liquidez y la solvencia de todos sus miembros, permitiendo a su vez a cada partícipe mantener su identidad y personalidad jurídica. Para ello, cada una de las cajas componentes cede parte de su negocio, su estructura y sus servicios al SIP, que se encargará de la gestión. La entidad conjunta -que se articula como banco- tendrá un balance consolidado y será supervisada de forma única por el Banco de España. Las cajas integrantes deberán permanecer en el SIP un mínimo de diez años.
¿Qué ventajas tiene sobre una fusión total?
En una fusión total o tradicional desaparecen bien todas las estructuras existentes de las entidades integradas para crear una única que se encargue de la administración y gestión de la nueva caja, o bien las de la entidad o entidades absorbidas por la adquiriente. En suma, la caja más grande o más solvente se apropia, a todos los efectos, del resto de fusionadas. Por contra, en un SIP, sus integrantes mantienen su marca, su personalidad jurídica, sus órganos de gobierno, su capacidad de decisión individual y su Obra Social. Además, se crea una estructura conjunta que permite el aprovechamiento de servicios comunes que abaratan costes -servicios informáticos, plataformas para la operativa financiera y productos similares- y facilitan el intercambio de sinergias entre sus redes de oficinas y cajeros.
¿Cuántas SIP se han llevado a cabo entre las cajas españolas?
Como consecuencia del proceso de reorganización, que desde hace un par de años se lleva a cabo en el sistema financiero español, de las 45 cajas que había al inicio del mismo a día de hoy han quedado reducidas a 17. Seis de ellas se han conformado a través de SIP: Bankia (Caja Madrid, Bancaja, Rioja, Segovia, Ávila, Insular canaria y Laietana), Caja España-Duero-Unicaja (que previamente adquirió Caja Jaén), Banca Cívica (CajaSol, Guadalajara, Navarra, Burgos y Canarias); Mare Nostrum (Murcia, Granada, Sa Nostra y Penedés); Base (Asturias, que absorbió a la intervenida Caja Castilla-La Mancha, Cantabria y Extremadura) y Caja 3 (Inmaculada Zaragoza, Círculo de Burgos y Badajoz).
¿Cuántas fusiones totales se han realizado?
Al margen de la absorción de la intervenida CajaSur por parte de la BBK, el modelo de fusión total ha sido adoptado por otros cuatro grupos: La Caixa (que se quedó con Caixa Girona), Catalunyacaixa (formada por Catalunya, Tarragona y Manresa), Unimm (Sabadell, Terrasa y Manlleu) y Novacaixagalicia (Galicia y Caixanova).
¿Qué cajas quedan en solitario?
Sin contar las vascas Vital y Kutxa -ya en proceso de integración con la BBK-, permanecen en solitario la CAM alicantina, intervenida por el Banco de España y que será próximamente adjudicada a algún grupo financiero, la aragonesa Ibercaja, la levantina Ontinyent y la balear Pollensa.
¿Cuántos intentos de fusionar las cajas vascas ha habido?
Si bien la idea de unir de una u otra forma BBK, Vital y Kutxa viene desde 1990 -las rencillas territoriales impedían en aquellos años cualquier tentativa pese a estar las tres entidades gobernadas por el PNV-, en los últimos seis años ha habido hasta cinco intentos más o menos serios. En julio de 2005 fracasó por la oposición de PSE y PP; en octubre de 2007 la paralizan los socialistas por el empeño de Ibarretxe en su consulta soberanista; en noviembre de 2008 la fusión 'a dos' -BBK y Kutxa- es rechazada por la asamblea de la caja guipuzcoana; en febrero de este año, otro intento 'a dos' -BBK y Vital- es abortado por el PNV; y tan solo tres meses después, la propuesta del anterior presidente de la Vital, Gregorio Rojo, de formalizar un SIP es rechazada por los presidentes de BBK, Mario Fernández, y Kutxa, Xabier Iturbe.
¿Por qué esta vez sí?
La reorganización del sector cajero, con numerosos procesos de adquisiciones e integraciones, impulsado desde el Gobierno a través del Banco de España -que a su vez seguían las 'sugerencias' de numerosos organismos internacionales-, abocaba necesariamente a que más temprano que tarde se llevara a cabo la fusión, aunque fuera en su formato 'frío'. Si bien los niveles de solvencia de las tres entidades se encuentran entre los más altos del conjunto de cajas y bancos españoles -Kutxa tiene el segundo con un 10,1%; BBK el quinto con el 8,8%; y Vital el sexto con un 8,7%-, no tienen la dimensión suficiente para competir en un mercado globalizado. De hecho, la Vital y la Kutxa en solitario ocupan en el ranking actual los puestos 15 y 14, respectivamente, de las 17 cajas o grupos que quedan en España. Tras ellas, solo están las minúsculas e hiperlocales cajas de Ontinyent y Pollensa.
¿Qué integrarán BBK, Kutxa y Vital en Kutxa Bank?
Según consta en el denominado 'Proyecto de Segregación' aprobado ayer por las asambleas de BBK y Vital -Kutxa lo hizo ayer-, el patrimonio segregado que se integrará en Kutxa Bank comprende la totalidad de los elementos del activo y del pasivo asociados a la actividad financiera de las cajas. Es decir, la totalidad de los derechos, acciones, obligaciones, responsabilidades y cargas financieras, así como los medios humanos y materiales vinculados a la explotación del negocio de las cajas.
¿Qué elementos quedan excluidos de la fusión?
Únicamente los activos y pasivos no vinculados directamente a la actividad financiera de las cajas. En síntesis, los adscritos a las Obras Sociales de las tres entidades y los que tengan inventariados como patrimonio artístico.
Según consta en sus respectivos 'Proyectos de Segregación', en el caso de la BBK estos activos excluidos ascienden a 312,2 millones de euros y sus pasivos, a 154,3 millones. En la Vital suman 58,6 millones en activos y 36,7 en pasivos; y en la Kutxa, 126,1 millones en activos y 80,2 en pasivos.
¿Qué valoración tienen los activos y pasivos segregados en favor de Kutxa Bank?
Según las normas de valoración del Banco de España aplicadas, los activos segregados que figuran en los proyectos de las tres entidades son, por parte de la BBK, 28.683,44 millones de euros; por la Kutxa, 20.350,65 millones; y por la Vital, 8.282,99 millones. Lo que suma 57.317,09 millones.
En cuanto a los pasivos, la BBK segregará 24.894,39 millones de euros; la Kutxa, 18.709,97; y la Vital, 7.731,94 millones. En total, 51.336,31 millones.
Estas cifras podrían variar algo hasta que se produzca el cierre definitivo de la fusión por el curso ordinario del negocio. Además, a ellas habría que añadir las de CajaSur, que está previsto se integre en Kutxa Bank como empresa participada, y cuyos activos ascienden a unos 16.100 millones de euros frente a unos pasivos que rondan los 17.000 millones.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.