El gobierno local es «respetuoso con los 'okupas'» de un edificio en la Parte Vieja

El equipo de gobierno del Ayuntamiento «comparte» con la «Gazte Asanblada» de la Parte Vieja el diagnóstico en relación a la necesidad de espacios culturales autogestionados en la ciudad. El gobierno municipal se refiere así al inmueble ocupado recientemente por jóvenes en la subida al Castillo. «La actuación de este consistorio ha sido correcta, rápida y respetuosa con todas las partes implicadas, ya que en todo momento se ha tenido en consideración tanto a los dueños del edifico como a los jóvenes», dicen fuentes del consistorio.

Una gran pancarta colgada en la fachada que da al muelle lo bautiza ya como el gaztetxe Uxotegi, en alusión al palomar cercano de Urgull. «Requiere de pocos recursos públicos, al margen de que favorece que los jóvenes estén en un lugar gestionando actividades para el barrio y la ciudad», añaden fuentes del gobierno municipal.

Sus ocupantes justifican, en carteles pegados por alrededor del inmueble, que han hecho suyo este edificio «vacío en los últimos veinte años» para que los jóvenes del barrio tengan un espacio en el que poder desarrollar sus actividades y debido a las «pocas aportaciones de ocio que ofrecen las instituciones a la juventud, limitándolas a bares y discotecas». «El uso del gaztetxe será amplio. Se podrán organizar talleres, conferencias, proyecciones de películas...», advierten estos jóvenes.

El edificio, propiedad de una octogenaria que reside en Madrid, está protegido. Es de los pocos que se salvó del incendio de 1813 por lo que cualquier actuación que se pudiera hacer debería respetar su fachada. La sociedad Ollagorra está en su bajo en régimen de alquiler.

La entrada al Gaztetxe queda en la calle Gaztelubide, en su número cinco. Una puerta metálica con dos cerraduras cierra el paso a curiosos. Por el momento los jóvenes están adecentando la planta baja, según se puede ver desde el exterior.

La Guardia Municipal está al tanto. De hecho, el mismo día 24 de septiembre cuando los jóvenes ocuparon el inmueble, advirtieron a éstos de que el edificio presenta «serias dudas sobre su seguridad». El secretario del alcalde Josetxo Ibazeta actúo de interlocutor, según fuentes municipales. La Guardia Municipal no puede desalojarlos mientras no exista una denuncia.

El edificio contiguo también está deshabitado. Éste pertenece a un constructor de Hondarribia. Los vecinos denuncian que «a menudo» se cuelan personas que pasan la noche.