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MARÍA JOSÉ CARRERO
Sábado, 5 de noviembre 2011, 04:12
«Necesito más de tres minutos para hacer solo una receta. Si tengo que hacer dos a la misma persona, el doble, cuando tenemos diez minutos como mucho por paciente. No hay tiempo. Estoy sobrepasado». Un médico de familia de un centro de salud de Bizkaia relató ayer a este diario el «colapso» de las consultas desde que el pasado día 2 se puso en marcha en algunos ambulatorios un nuevo modelo informático para extender recetas. Entre otras particularidades, el Sistema de Prescripción Universal (Supre), que es como se denomina este proyecto en fase de implantación, introduce la firma electrónica de cada médico, compuesta por un código de letras y números. Se trata del primer paso a dar para la consecución de la recta electrónica.
Los facultativos consultados por este diario no dudan de que esta nueva manera de recetar sea beneficiosa para el conjunto de la población ya que busca evitar errores en la administración de medicamentos. Sin embargo, aseguran que antes de materializarlo debería haberse hecho un periodo de adaptación porque «la aplicación informática no es nada sencilla». Entre las quejas más habituales de los médicos está el tiempo que tienen que dedicar al ordenador. «En lugar de mirar al paciente, me paso el rato mirando la pantalla. No puede ser. Algunos colegas terminan haciendo la receta a mano. No entiendo cómo no se ha hecho un plan piloto».
La entrada en funcionamiento del Supre supone que cada facultativo tiene que pasar al nuevo formato el historial de prescripciones de cada uno de sus pacientes, una tarea que requiere tiempo y que es difícil de acometer a la vez que se atiende el trabajo diario. «Así no se puede trabajar. Se necesita una aplicación más sencilla y todos los médicos tendrían que estar formados antes de tener que trabajar con este modelo», se queja un profesional.
El malestar ya ha llegado a los representantes sindicales. Para la responsable de Osakidetza en ELA, Jone Olariaga, «debería haberse dado un período de adaptación más largo. Nos han dicho que la próxima semana se va a implantar en Álava y Gipuzkoa. Vamos a esperar a ver qué pasa porque la realidad es que los responsables de Osakidetza no nos han explicado nada». Desde el colectivo de enfermeras creen que el problema estriba que muchos profesionales no han recibido la formación adecuada para trabajar con una nueva herramienta informática que, de entrada, no parece sencilla.
«Ningún desastre»
Portavoces autorizados del Departamento de Sanidad y Consumo admitieron la existencia de «algunos problemas», pero niegan que se haya producido colapso alguno. «No es ningún desastre. Hay los problemas normales de entrada en funcionamiento de un sistema nuevo informático».
Los mismos medios indicaron que la aplicación de ordenador implantada en Osakidetza es «la más completa y, por consiguiente, compleja de toda España. Asimismo, minimizaron las quejas al señalar que en los tres días de funcionamiento del nuevo programa solo se han registrado 41 incidencias: 20 relacionadas con la aplicación Supre y 21 sobre la tarjeta profesional y la firma electrónica. Hasta el momento, Osakidetza ha formado a 900 médicos para utilizar el nuevo sistema. De estos, 620 ya lo han utilizado para atender a 6.560 pacientes diferentes con un total 16.085 prescripciones. «A la luz de estos datos hablar de colapso cuando hay 41 incidencias es exagerado», zanjaron.
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