Les pidieron fotos y autógrafos al final

Cuando el marcador de Artaleku llegó al minuto treinta de la segunda parte la afición saltó a la cancha. Empezó a felicitar a los jugadores del Bidasoa-Irun, a pedirles autógrafos y a solicitarles que se sacaran fotos con ellos. Y es que aunque sea difícil de creer, los irundarras le acababan de ganar al F.C. Barcelona B, que llegó a Irun como líder invicto tras la disputa de diez encuentros.

El partido que se vivió en Artaleku fue apoteósico. De un ritmo frenético, casi vertiginoso. El filial catalán tiene una clase de otro nivel. Obligó al Bidasoa a jugar a un ritmo de cuarenta goles durante la primera parte, pero tras el descanso fueron los de Fernando Herrero los que cogieron la batuta del encuentro para acabar sumando los dos puntos.

Del primer tiempo habría que destacar la fuerza de los bidasotarras para aguantar el ritmo de los catalanes, que no alargaban sus ataques más de diez segundos. Robar y salir a la contra, llegar y tirar. Además, lo hacían siendo efectivos. De locos.

Pero el Bidasoa-Irun tampoco fallaba en ataque con Aranburu como central y con un Kobin sencillamente espectacular. El ruso empezó el partido con un cinco de cinco. Marcando goles de bellísima factura, de los que no se veían hace tiempo en Artaleku. Veterano, sí, pero con mucha clase. Y además de marcar, hizo la vida más fácil a sus compañeros. Que se lo pregunten a Leo, que acabó el partido con doce goles.

Pausados hasta el triunfo

Al descanso se llegó con el 18-17 en el marcador y a la vuelta de los vestuarios el partido cambió por completo. El Bidasoa-Irun durmió el encuentro, esta vez le convenía, y llegó al final con opciones.

Quedaban tres minutos y el partido estaba empatado a veintisiete. Gol de Aranburu, 28-27. Zubiria para un penalti. Leo la tira fuera. Ataca el Barça a cuarenta segundos del final. Un ataque largo, el primero. El balón le llega al extremo y Zubiria evita el gol. El partido estaba ganado y Leo cierra el resultado. Apoteosis, alegría, locura. Licencia para soñar.