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DAVID TABERNA
Domingo, 27 de noviembre 2011, 09:38
Hasta ahora han sido enfrentamientos dialécticos y cruces de acusaciones de mayor o menor tono. Pero ahora llega ya la hora de la verdad. PNV, PSE y PP han lanzado un órdago a la Diputación al pedir la devolución de su proyecto de Presupuestos para 2012 al considerar que, en pocas palabras, «paralizarán Gipuzkoa». Según ha podido saber este periódico, los tres partidos de la oposición, que suman mayoría en el Parlamento guipuzcoano, han presentado sendas enmiendas a la totalidad a las cuentas presentadas por el Gobierno foral (Bildu), al considerar inaceptable que, en vísperas de una posible recesión, el presupuesto destinado a la promoción económica y las políticas anticrisis se reduza, por ejemplo, un 32%. De aprobarse las enmiendas, que se votarían como una sola, Bildu verá reducido ostensiblemente su margen de maniobra ya que deberá gobernar con las cuentas que diseñaron PNV y Hamaikabat para 2011, lo que le obligaría, en principio, a mantener las inversiones e infraestructuras aprobadas, y a afilar aún más la tijera, dado que se realizaron con una previsión de ingresos que siguen sin corresponderse con la realidad actual.
La presentación de las tres enmiendas a la totalidad es la consecuencia de los nulos avances que ha supuesto la ronda de contactos lideradas por el Gobierno foral con los partidos de la oposición en busca de apoyos a las cuentas de 2012. Tal y como ha venido informando este periódico, la Diputación ha acudido a los encuentros defendiendo su nulo margen de maniobra para modificar unas cuentas que, en su opinión, deben servir para cambiar el modelo de gobernanza de Gipuzkoa y poner freno al endeudamiento, que considera «insostenible». Ante la «nula receptividad» de la Diputación, PSE y PP no han dudado en pedir la devolución de las cuentas. «Realmente, no ha habido un proceso negociador», censuran.
Menos clara parecía la posición del PNV. Considerados por Bildu como sus socios preferentes, los jeltzales han esperado hasta el último momento para apreciar un cambio de actitud por parte de la Diputación que no ha llegado. Las cartas estaban boca arriba. El PNV condicionó la negociación de las cuentas al establecimiento de un plan anticrisis o de medidas de apoyo a la empresa dado el preocupante cariz que estaba tomando la economía europea y, en consecuencia, la del territorio.
La exigencia no se registró solo bajo el copyright jeltzale. PSE y PP demandaron también medidas claras de promoción económica, partidas bien definidas de apoyo a las empresas y el empleo que las cuentas de 2012 no incluyen. Para limar asperezas, los tres partidos de la oposición pusieron la pista de aterrizaje al Gobierno de Bildu, al aceptar un foro anticrisis con presencia de todos los agentes sociales y políticos que diseñara un plan económico de legislatura. La Diputación en cambio decidió no tomar vuelo al negarse a liderar ese foro, dejando la batuta en las Juntas Generales.
Ante la falta de avances y en vistas de que el plazo para presentar las enmiendas concluye mañana, el PNV finalmente se ha decidido también por sumarse a PSE y PP y pedir la devolución de los Presupuestos. Ahora bien, el órdago no supone el fin de la partida, ni mucho menos. Por decirlo de manera gráfica, de momento supone enseñar los dientes. Fuentes jeltzales mantienen su firme decisión de negociar los Presupuestos de Bildu, lo que les llevaría a retirar su enmienda a la totalidad si la Diputación aceptara sus principales demandas, como podría ser la inclusión en las cuentas de 2012 de un apoyo específico a la empresa y, en concreto, al tejido industrial.
Cuentas prorrogadas
Por otro lado, pese a las pretensiones jeltzales, a nadie se le escapa que el PNV no se sentiría nada incómodo si la Diputación se viera obligada a prorrogar los Presupuestos. De esta manera, el Gobierno de Bildu no tendría más remedio que gestionar las cuentas diseñadas por PNV y Hamaikabat, que irónicamente han sido duramente criticadas por Bildu. Las consecuencias serían claras. En primer lugar, Gipuzkoa tendría un Presupuesto de 839 millones, frente a los 679 cuantificados para 2012. Un sudoku de dificultad máxima dado que en 2012 el territorio ingresará todavía menos que lo presupuestado para 2011. Con este escenario, al Gobierno de Bildu no le quedará otra que afilar más las tijeras.
Al margen de los números, la prórroga obligará a Bildu -al menos sobre el papel- a mantener las inversiones contempladas en infraestructuras, entre las cuales estaría inluida la construcción de la incineradora.
Ahora bien, a la hora de la verdad, no es ningún secreto que un Presupuesto es extremadamente flexible. «Puedes tener contempladas las partidas, pero luego no llevarlas a cabo», admiten fuentes con experiencia en la materia consultadas.
Más le costará a la Diputación sacar adelante en las Juntas Generales todas las modificaciones de crédito que necesite acometer para llevar a cabo sus políticas.
«No saben gobernar ni negociar», se lamentan fuentes del PSE consultadas, que no esconden su «preocupación por la actitud y poca capacidad» de la Diputación. «Estos Presupuestos van a paralizar Gipuzkoa en 2012», apuntan los socialistas en su enmienda a la totalidad, sorprendidos por el contenido del proyecto de Presupuestos de Bildu: «Se oponen al TAV, al Puerto Exterior de Pasaia y, con ello, a la posibilidad de regenerar integralmente la bahía y su entorno. Se plantea una moratoria para la construcción de la planta incineradora de Zubieta sin plantear solución alguna al grave problema de la gestión de los residuos...».
Además de coincidir en la «falta de impulso económico» del Presupuesto, los socialistas critican la letra pequeña del buque insignia del Gobierno de Bildu: la política social. «No se hace frente al déficit de las residencias municipales. El presupuesto real del departamento de Política Social se reduce...», recoge la enmienda del PSE, que considera «curioso que en publicidad gastaría la Diputación Foral de Gipuzkoa más que el Gobierno Vasco».
El PP tampoco cree que el Presupuesto de Bildu sea «el que Gipuzkoa necesita». «No tiene la más mínima aportación política ni da respuesta a la dura realidad de la crisis», sentencia la enmienda a la totalidad del PP, que aboga por redistribuir el Presupuesto, manteniendo la cobertura a la Política Social y los recursos a carreteras, para «reacomodar» el resto en la creación de un departamento de promoción económica con una dotación de unos 125 millones.
El PP, además, ha presentado una enmienda parcial que pretende pactar con PNV y PSE y que propone la creación de una bolsa para grandes proyectos tractores, como el Metro, la estación de autobuses, el Festival de Cine y la Quincena Musical, la imagen corporativa de Gipuzkoa, el turismo de calidad...
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