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JAVIER PEÑALBA
Viernes, 16 de diciembre 2011, 08:55
Gipuzkoa resistió al temporal. El embate del mar apenas causó daños en las infraestructuras del territorio ni tampoco en el mobiliario urbano de ciudades y pueblos. Cinco personas resultaron heridas. Una de ellas sufrió una fractura de tibia, tras saltarse el cordón de seguridad del Paseo Nuevo para obtener algunas fotos y verse alcanzado por una ola. Asimismo, dieciséis surfistas fueron obligados por la Guardia Municipal a salir del agua. Otros, desoyeron las indicaciones y bajaron a la playa. El temporal de mar dejará paso en las próximas horas a fuertes rachas de viento que en Vizcaya pueden alcanzar entre 120 y 140 kilómetros por hora.
Las medidas preventivas adoptadas por las autoridades han minimizado los efectos del temporal. Con los paseos marítimos cerrados al acceso de peatones y al tráfico de vehículos, el oleaje apenas provocó desperfectos.
El oleaje, no obstante, fue imponente. En la estación oceanometeorológica que Azti-Tecnalia tiene frente a la bocana de Pasaia se alcanzó una ola de 6,84 metros de altura.
En Donostia, los inmuebles y establecimientos más cercanos al mar no se vieron afectados. El agua no anegó ningún espacio habitado, si bien algunos elementos urbanos como farolas y papeleras del Paseo Nuevo. En esta zona, principalmente por la tarde, algunas olas se elevaron hasta quince metros por encima de la carretera. El tablado de la terraza del Náutico también sufrió desperfectos.
En el resto del territorio, la situación fue similar. En Zarautz, los locales del malecón quedaron indemnes. El paseo entre esta localidad y Getaria tampoco sufrió daños. El tráfico por la N-634 permaneció cerrado a la circulación entre las cuatro de la madrugada y las diez de la mañana para evitar riesgos. Por la tarde también se cortó entre las cinco y media y nueve y media de la noche, coincidiendo con las horas de la marea alta.
Heridos por imprudencias
Cinco personas resultaron heridas en San Sebastián como consecuencia del oleaje. El más grave fue un hondarribiarra de 29 años que se vio alcanzado por una ola en el Paseo Nuevo, junto a la escultura de Oteiza, ubicada frente al monte Urgull. A consecuencia del percance, el joven, que no respetó el cordón establecido y, al parecer, pretendía realizar algunas fotografías, sufrió una fractura en una pierna. Una ambulancia evacuó al herido al hospital.
Asimismo, otras dos personas que accedieron de forma indebida a esta zona resultaron con lesiones. La DYA atendió a un hombre que se torció el tobillo cuando trataba de esquivar una ola, mientras que un joven recibió un golpe en una situación parecida, indicó el Ayuntamiento de la capital.
Por la tarde, un hombre de unos 70 años que pescaba en el paseo Chillida, frente al pub Wimbledon, resultó alcanzado por una ola y sufrió una fractura en el hombro. En la misma zona, otra persona resultó con lesiones de menor consideración por otro golpe de mar.
Además, dieciséis surfistas fueron obligados por la Guardia Municipal donostiarra a salir del agua. Otros tres, sin embargo, desoyeron las indicaciones de los agentes y terminaron por entrar en el agua.
Profesionales del surf como Axier Muniain 'cabalgaron' sobre olas de ocho metros frente a las rocas de la cala Agiti, en Igeldo. Otros especialistas también surfearon enormes olas en Zumaia. En ambos casos, los experimentados deportistas contaron con la ayuda de motos de agua.
El consistorio donostiarra realizó un llamamiento a la prudencia y apeló a la sensatez de la ciudadanía al tiempo que recordó que «las olas suponen un espectáculo de gran belleza», pero también entrañan «mucho peligro».
En el puerto de Pasaia, los prácticos tuvieron que suspender su actividad a las 20.00 horas del miércoles. A media tarde de ayer seguían sin poder operar. «Lo haremos cuando mejoren las condiciones», afirmaron. En la dársena guipuzcoana cuatro buques se encontraban dispuestos para hacerse de nuevo a la mar. En aguas exteriores no había ninguno a la espera de entrar.
En el puerto de Bilbao continuaba cerrada la zona industrial, la más exterior, mientras que se trabajaba en la zona comercial, en la que había siete barcos estibados, según fuentes de la Autoridad Portuaria. El cierre desde el pasado martes de la zona industrial obligaba a que cinco buques se encontrasen capeando el temporal en el exterior.
El Departamento de Interior del Gobierno Vasco rebajó ayer la alerta roja por oleaje a naranja, si bien el temporal continuará activo hasta las 6.00 horas de mañana. Por ello, la Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología sigue pidiendo precaución máxima dado que la altura de ola se situará entre los 5 y los 7 metros.
Con el mar todavía embravecido, el Gobierno Vasco activó también para hoy la alerta roja por fuertes vientos, que podrían superar los 140 kilómetros por hora en las zonas expuestas del oeste de Euskadi. El momento de mayor intensidad se esperaba entre las tres de la pasada madrugada y las doce de este mediodía..
Los pronósticos de Euskalmet indican que las zonas que podrían verse más afectadas por los efectos del viento serán la Margen Izquierda del Nervión, Uribe Kosta, así como Encartaciones, Valle de Aiala y Matxitxako. En el resto de Euskadi, las rachas serán de menor intensidad, aunque en cualquier punto se podrían superar los 100 kilómetros por hora.
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