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AL DÍA LOCAL

«La solidaridad de los guipuzcoanos es para quitarse el sombrero»

A. U.

Domingo, 18 de diciembre 2011, 03:44

- En octubre visitó en África los proyectos de cooperación internacional de Cáritas y la Fundación Barrueta y vuelve en Reyes. ¿Qué vio en la anterior visita?

- Vi un pueblo africano que, paradójicamente, es mucho más feliz que el nuestro. Me impresionó también comprobar que el crecimiento de la fe católica en África es exponencial. Y al mismo tiempo, no pude por menos de escuchar ese grito desgarrador del Tercer Mundo, que ciertamente reclama justicia. Pero también nos ofrece una oportunidad magnífica para sanar el narcisismo que nos aqueja en Occidente, mediante el ejercicio de la caridad.

- Con una crisis económica tan profunda en Europa, ¿es inevitable que la recesión retraiga las ayudas al Tercer Mundo?

- Somos nosotros quienes recibimos de ellos, cuando parece que les estamos dando; mientras que son ellos quienes nos dan, cuando parece que están recibiendo. La crisis de Europa es 'espiritual' antes que 'económica'; por ello, la apuesta solidaria por África, lejos de ser un freno a nuestra recuperación económica, es una garantía imprescindible de nuestra verdadera sanación.

- Cáritas ha tenido que redoblar esfuerzos para atender a una ingente cantidad de personas que llaman a su puerta...

- Sí, ha tenido mucha actividad, no solo para atender necesidades internas, sino también las externas. Hemos tenido una respuesta para quitarse el sombrero por parte nuestros fieles, que en estos años de crisis incluso han llegado a aumentar un 50-60% su aportación a Cáritas. Los guipuzcoanos han entendido que aquí tiene que haber y hay mucha gente que lo está pasando mal, y desde esa percepción el aumento de las ayudas ha sido muy grande. Creo que hemos demostrado que no hay por qué contraponer la ayuda de casa y externa, que una cosa llama a la otra. La solidaridad es de las pocas cosas que se suma.

- ¿Qué lección principal deberíamos sacar de la crisis?

- Entre otras muchas, destacaría la siguiente: el desarrollo económico, o bien es armónico y compartido por todos los pueblos y grupos sociales, o finalmente termina por no estar garantizado para nadie. ¡O cabemos todos, o nadie tendrá su 'puesto' asegurado!

- ¿Encuentra algún aspecto positivo?

- Estoy convencido de que se va a marcar un antes y un después de muchas cosas, y me parece que entre otras cosas esta crisis nos va a permitir, por ejemplo, replantear la dimensión ética del sistema financiero, porque nos hemos dado cuenta de que es muy importante.

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