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PILAR ARANGUREN
Domingo, 18 de diciembre 2011, 11:39
El presidente de Adegi, Eduardo Zubiaurre, se muestra muy crítico con el proyecto de presupuestos elaborado por la Diputación, ya que considera que no se incentiva la actividad industrial y económica y supone «un retroceso» respecto a las partidas relacionadas con esta materia que existían en los dos ejercicios anteriores.
- En su último informe señalaban tras hablar con las empresas que la falta de financiación amenaza la supervivencia de cada vez más compañías. ¿La situación está llegando al límite para muchas de ellas?
- El agravamiento de la financiación a las empresas hace que la situación se vuelva más difícil y complicada. Los que tenían dificultad creciente tienen problemas para financiar su viabilidad en el mercado. Y aquellas que cuentan con oportunidades de inversión y trabajo pero tienen que financiar el circulante, los clientes... se están encontrando también con dificultades de financiación. Es cierto que ha bajado la inversión, pero la que podría haber se está encontrando con dificultades por la restricción del crédito, que está afectando también a las familias.
- ¿Hasta el punto de plantearse el cierre?
- Los cierres se están dando. Está aumentando el número de concursos de acreedores. Estamos teniendo bajas, máxime teniendo en cuenta que hay un tipo de empresa, más bien pequeña, no muy internacionaliza y muy orientada al mercado interior, que está teniendo más dificultades para encontrar mercado, y ese tipo de empresas es la que más está sufriendo con la restricción del crédito. Algunas están cerrando y un síntoma claro es que están aumentando los concursos de acreedores. Y es que no hay que olvidar que contar con financiación supone una clara ventaja competitiva.
- ¿Cuánto ha aumentado el número de concurso de acreedores de las empresas?
- Los concursos de acreedores se han incrementado un 35% entre enero y noviembre con respecto al mismo periodo del año anterior.
- Ni la reestructuracin del sistema financiero ni las últimas reformas planteadas por la UE están sirviendo para que fluya más la financiación. ¿Qué pedirían a los gobernantes?
- Por parte de todos los agentes económicos se está pidiendo que tomen medidas para que fluya el crédito a la economía real, porque de lo contrario terminarán ahogandola. Cada vez hay un consenso más amplio de que hay que reducir los déficits, pero de una forma controlada, ya que al mismo tiempo hay que articular vías de crecimiento y de desarrollo económico. Ya pocos niegan que hay alto riesgo de que a comienzos del año que viene entremos en una etapa de recesión. Pero nadie quiere que eso se alargue y aunque en el seno de la UE se han tomado medidas, a Europa le faltan herramientas para que se garantice su implementación y cumplimiento.
- Reclaman que se cumpla la ley de Morosidad, que fija y reduce los plazos de pago y penaliza su incumplimiento. ¿Falta voluntad política?
- El principal moroso es la Administración pública, no la Autonómica vasca, pero sí la estatal y la municipal, sobre todo en el Estado español. Es evidente que hay un problema de voluntad o de imposibilidad. Es una merma de nuestra competitividad, porque hay cantidad de recursos de las empresas que están apalancados.
- Con el cambio de Gobierno foral han reclamado a la Diputación que impulse la actividad económica y la inversión. ¿El acuerdo presupuestario entre Bildu y el PNV se queda corto?
- Creemos que se queda corto. Reclamábamos a las autoridades que hubiera fomento de la actividad empresarial y económica, porque era la base del binestar de nuestra sociedad, de que hubiera una recaudación fiscal suficiente, sólida, sostenible. Sin eso ya podemos hacer filigranas subiendo tipos, que sin una actividad económica potente difícilmente podremos garantizar un estado del bienestar. Desgraciadamente el proyecto se queda muy lejos de las necesidades del tejido empresarial guipuzcoano. Consideramos que hay un retroceso respecto a lo que había antes.
- ¿La partida de ocho millones que ha rascado el PNV es insuficiente?
- Ha habido una partida de ocho millones ampliable a diez para apoyar proyectos empresariales, la competitividad y la internacionalización. Es un paso adelante, pero insuficiente, ya que anteriormente contábamos con unos programas anticris de cien millones, de los cuales 46 iban destinados directamente a la promoción de la actividad empresarial tanto en 2010 como en 2011. Hemos pasado a un proyecto claramente insuficiente. Creemos que Gipuzkoa necesita más. Reclamamos que cuanto antes se corrija esa situación.
- Bildu ha enterrado definitivamente Gipuzkoa Aurrera. ¿Creen que podría rescatarse con una reformulación y con la participación de nuevos agentes, incluidos los sindicatos?
- Nosotros defendemos la alianza pública privada. Era una iniciativa con la que estábamos altamente satisfechos, con resultados a medio y largo plazo. Sí nos gustaría volver a retomar ámbitos de colaboración pública privada, que desconocemos cuáles pueden ser, pero lamentamos que la dinámica de trabajo se haya detenido porque los problemas están ahí y como no los afrontemos difícilmente podremos superarlos.
- Bildu ha pactado con el PSE la reforma fiscal de Gipuzkoa. El debate sobre el Impuesto de Sociedades queda postergado para el próximo año. ¿Siguen insistiendo en la necesidad de que se bajen los tipos?
- Nosotros hemos hecho un estudio sobre la fiscalidad que necesita este país para mantener su competitividad y un grado de desarrollo y binestar. Para eso es necesario que haya un entorno, también fiscal, para que haya un fomento de la actividad económica y empresarial. La fiscalidad, en primer lugar, tiene que fomentar que haya generación de valor, puestos de trabajo y unos recursos públicos sufientes, sólidos, sostenibles para garantizar dicho estado de bienestar. Pero hacerlo de forma sostenible sin que las dos patas estén equilibradas es imposible. En nuestro estudio se compara con Europa y sobre todo con Alemania, que está saliendo de la crisis con mucho éxito. Nuestras propuestas van por ahí.
- ¿En qué se concretan?
- Básicamente vemos que hay diferencias en los gravámenes, en los impuestos, pero sobre todo, en la generación de puestos de trabajo y de valor, ya que tenemos unas cotizaciones sociales a la empresa muy superiores a los de Alemania, lo que dificulta la creación de empleo. En el impuesto de sociedades vemos diferencias en tipos, aunque no son grandes. Pero sobre todo se está castigando la generación de empleo, la contratación a través de las cotizacionse sociales a cargo de la empresa. Ahí sí tendría que haber una corrección. Respecto a las medidas que se están adoptando en Gipuzkoa y en los otros territorios, si el objetivo es recaudar, va a tener poca incidencia. La fiscalidad tiene que ser básicamente un elemento que fomente la competitividad.
- ¿Es positiva la armonización fiscal que propugna Europa?
- Creo que en principio es positivo que se tienda hacia la armonización, porque nos sitúa a todos en unas condiciones de competencia más o menos leal, con las diferencias lógicas, porque también existenb realidades económicas diferentes.
- ¿Lo ven factible?
- Veremos hasta dónde llegan este tipo de propuestas. Se ve una necesidad de ir armonizando económica, financiera y fiscalmente en Europa. Veremos el grado de consecución.
- La percepción general es que la presión fiscal sobre las empresas se va reduciendo, mientras que los trabajadores pagan cada vez más impuestos.
- Hay una tesis que está siendo cada vez más aceptada y es la consideración de la empresa como espacio parea generar valor y empleo. Lo que hay que hacer es ayudarle a que cumpla su función. Nuestra reclamación no es pretender una fiscalidad menor que nuestros competidores, sino igual. En el Estado español los empresarios pagan el 30% por cotizaciones sociales y en Alemania el 18%. Ahí pedimos un ajuste. Y donde hay muchas diferencias es en los impuestos indirectos, donde habría margen de maniobra para subir, porque además es la mayor fuente de recaudación.
- Pero son los impuestos más injustos porque gravan igual a las rentas altas que a las bajas.
- Eso sí es verdad.
- Las previsiones para 2012 no son nada halagüeñas. ¿Cómo lo ve Adegi?
- Nosotros no hacemos previsiones. Nos limitamos a indicar cómo ven nuestras empresas los meses venideros en función de los pedidos, actividad, etc. cuando realizamos las encuestas de coyuntura. Hay suficientes gurús que realizan previsiones macroeconómicas y la mayoría se confunden.
- ¿Coinciden con Confebask en que el desempleo ha tocado techo en Euskadi y que salvo algún pico momentáneo ya no subirá de las cifras actuales?
- En la última encuesta de septiembre las empresas preveían que en los próximos meses se iba a deteriorar el empleo, y está pasando. No mucho, pero está aumentando en la recta final del año. En las reuniones comarcales mantenidas recientemente han hecho hincapié en las dificultades de financiación.
- La Diputación ha reclamado a las empresas beneficiadas por las ayudas fiscales la devolución de las mismas. ¿Hará algún roto a alguna empresa?
- Lo vemos como una gran injusticia, porque las empresas lo que han hecho es cumplir con la normativa legal y vigente del momento. Tuvieron unas deducciones legales, y que diez o quince años después se les reclame no es muy justo. Si alguien es inocente en esta situación son las empresas. A partir de ahí, nosotros vamos a defender que las compañías no se vean obligadas a cerrar. Estamos intentando apoyar a las empresas para que puedan sortear de la mejor manera posible la situación.
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