Secciones
Servicios
Destacamos
A. GONZÁLEZ EGAÑA
Domingo, 18 de diciembre 2011, 11:41
El PNV en las Juntas Generales de Gipuzkoa está marcando un estilo de hacer oposición que conecta con la personalidad conciliadora y dispuesta a llegar a acuerdos del exdiputado general, el ahora portavoz jeltzale en la Cámara territorial. Markel Olano reflexiona que los últimos meses le han dado la oportunidad de establecer un cauce de oposición con el que se siente «cómodo y muy identificado».
-¿Cómo define la forma de hacer oposición que está poniendo en práctica el PNV en las Juntas Generales de Gipuzkoa?
-Hemos ido marcando un estilo de hacer oposición que conecta bastante con mi personalidad. Soy una persona que he procurado labrar una figura de conciliación y de llegar a acuerdos. Lo cierto es que estos últimos meses nos han dado la oportunidad de establecer un cauce de oposición con el que yo me siento muy identificado y cómodo. Seremos una oposición firme. Haremos un marcaje firme a Bildu, pero al mismo tiempo seremos flexibles y responsables.
-El primer capítulo de esa flexibilidad ha sido el acuerdo con Bildu para facilitar la aprobación de los Presupuestos, algo por lo que algunos partidos les acusan de ser corresponsables de la parálisis de Gipuzkoa.
-El instrumento y el factor más importante de paralización es precisamente el enfrentamiento político e institucional. Cuando estábamos gobernando en Gipuzkoa dijimos que eran tiempos de liderazgo compartido y entiendo que en una coyuntura social y política tan complicada todavía tiene más peso ese razonamiento. En esta negociación, aunque el punto de partida de Bildu ha sido muy torpe, después hemos conseguido reconducir una serie de cuestiones que tienen que ver con la lucha contra la crisis económica y la gestión de residuos. Con paso firme hemos conseguido encauzar y acercar a Bildu a las posiciones de racionalidad y centralidad.
-Pero lo que han conseguido son ocho millones de euros cuando en su mandato se aprobaron sendos programas anticrisis por valor de cien millones. ¿Qué les ha llevado a darlo como suficiente?
-Supone rescatar el corazón del plan anticrisis, el destinado al apoyo a la empresa. Y estoy muy satisfecho. Con esa partida de ocho más dos millones de los acuerdos parciales, se mantiene la partida que en los planes anticrisis de 2010 y 2011 ha supuesto un apoyo directo a la innovación en el ámbito de la empresa. El recorrido que tenía el plan inicial era cero, no había ni un euro en esa partida y conseguimos abrir una vía muy importante. Además ningún otro partido de la oposición lo ha conseguido.
-El logro en la gestión de residuos se cifra en seis meses de compromiso para no obstaculizar la ejecución de las infraestructuras previstas. ¿También es suficiente?
-El PNV lo que tiene muy claro es que no va a permitir que se produzca un caos en la gestión de residuos y por lo tanto ha entrado a la negociación con Bildu con esa actitud. Entiendo que todavía se mantienen en una parte muy importante de la izquierda abertzale planteamientos extremistas en ese aspecto. Pero lo que afirmo, y tenemos un pacto que así lo demuestra, es que hemos acercado a Bildu a un escenario de acuerdo. Y el resto de partidos de la oposición, en vez de intentar utilizar esa situación abierta de posible acuerdo para desgastar a unos u otros, lo que tiene que hacer es contribuir a que se produzcan esos acuerdos. Hago un llamamiento de responsabilidad a Bildu, al conjunto de la izquierda abertzale y al resto de la oposición para que participe de un modo constructivo en este proceso. Estos seis meses tenemos una oportunidad muy importante que hemos conseguido abrir en este periodo de negociación y lo que no podemos hacer es descartar escenarios desde el principio.
-¿El PNV no ha querido entonces evidenciar la debilidad de Bildu?
-Es cierto que teníamos un caramelo para socavar la credibilidad de Bildu a la primera de cambio y tumbar los Presupuestos. Les dijimos en las negociaciones que éramos conscientes de que teníamos esa oportunidad, lo que pasa es que no entendemos la política en esos términos.
-Pero, después de las duras críticas a su gestión lanzadas por la actual Diputación, sorprende que les hayan salvado las cuentas.
-Sabía que esas críticas iban a caer por su propio peso y en estos momentos se está certificando así. No puedo negar que me han dolido en lo personal por lo injustas que son, pero es cierto que tenía la tranquilidad de que la realidad las iba a rebatir. Así ha sido y con creces.
-¿Hasta dónde están dispuestos a llegar en el entendimiento con Bildu?
-En el ámbito de la gestión hemos establecido las prioridades y en ese aspecto vamos a ser firmes en la negociación. Estamos abiertos a acuerdos en la medida en que las líneas rojas no se sobrepasen y exista la posibilidad de llegar a acuerdos importantes. También lo ha hecho el resto de partidos con el acuerdo fiscal de PSE y Bildu, la actitud en el ámbito de los peajes que han mantenido PP y Bildu, sin olvidar la estación de autobuses de Sebastián. Sin embargo, yo no voy a ser un socio preferente de Bildu, lo digo categóricamente, pero se van a poder producir acuerdos con Bildu en la medida en que entre en la senda de la racionalidad y de los intereses de la ciudadanía en la gestión y no entre en dinámicas extremistas.
-¿Hay algún riesgo de que la planificación actual de los residuos no se lleve a cabo?
-Al tener un recorrido de seis meses me resisto a hacer una fotografía de cuál es el escenario de llegada. El de partida es que tenemos un escenario en Juntas Generales para llegar a un acuerdo.
-¿Gipuzkoa no está por lo tanto paralizada con Bildu como algunos denuncian?
-Lo que digo es que no vamos a permitir que se paralice Gipuzkoa y que continuará incluso por encima de la incapacidad que tiene Bildu para manejar las cuestiones básicas del territorio.
Proceso jeltzale
-¿Comparte la opinión de Ortuzar de que el PNV se ha convertido en la diana de la izquierda abertzale?
-Existen elementos de la izquierda abertzale que tienen elementos de extremismo muy importante. Y esas sensibilidades tienen como adversario principal al PNV. Existe una beligerancia de sectores muy importantes de la izquierda abertzale en contra del PNV y ésa se mantiene. A pesar de que se están produciendo pasos muy importantes en el seno de la izquierda abertzale todavía existen elementos sustanciales de una vieja cultura política que se mantiene desgraciadamente viva. La beligerancia en contra del PNV está en el ADN de la izquierda abertzale. Eso se puede reconducir, pero es cierto que en el diseño de la estrategia de ese mundo todavía el componente antiPNV tiene mucho peso.
-¿De cara a unos comicios autonómicos les preocupa el cuerpo a cuerpo que se pueda producir con la izquierda abertzale?
-Es evidente que en el ámbito del nacionalismo existe una pugna que se ha producido en las últimas citas electorales y que va a tener su recorrido. Entiendo que es sano, ya que antes no se producía porque una de las expresiones estaba ilegalizada. Nos obliga a todos a clarificar el mensaje, pero creo que nosotros tenemos ventajas como es la capacidad de impulsar los proyectos que la ciudadanía necesita.
-¿A la izquierda abertzale se le han subido los buenos resultados a la cabeza? ¿Puede eso perjudicar al PNV?
-La izquierda abertzale sí tiene en algunos momentos y en algunos de sus responsables un tinte bastante arrogante, y esa arrogancia es mala también incluso desde una perspectiva política y electoral. La sociedad vasca no acepta ese tipo de actitudes, sino que lo que prima es un trabajo honesto y humilde.
-¿Qué opina de la polémica sobre si el presidente del PNV podría ser a la vez candidato a lehendakari?
-Mi opinión es que la coincidencia de la figura del lehendakari y la del presidente del EBB no es ni deseable ni bueno para nuestro partido y entiendo que directamente tampoco para la sociedad. Esa diferenciación de papeles entre dos personas diferentes es buena. Tenemos un lehendakari que es secretario general de su partido y, a veces, yo observo a un Patxi López que más que lehendakari es secretario general y eso es malo para la sociedad.
-¿El PNV también ha intentado llegar a algún acuerdo para la reforma fiscal que finalmente han pactado Bildu y PSE?
-El PNV no ha entrado porque Bildu y PSE tenían ya un acuerdo. Bildu quería marcar una posición de izquierdas ante la sociedad y se ha visto alimentada por una decisión del PSE y del propio comité federal de ese partido de producir una desarmonización fiscal. Entiendo que es un movimiento táctico que tiene que ver con el recorrido que le quieren dar a la cuestión en el propio Parlamento Vasco. Esto es, generar una desarmonización para luego resolverla en la Cámara vasca. Es un juego político absolutamente lamentable. En Gipuzkoa va a suponer que los ciudadanos van a pagar más por recibir el mismo servicio.
-Bizkaia ha restado importancia a la desarmonización. ¿Lo comparte?
-Los efectos prácticos en lo económico son muy limitados. Seguramente el incremento más importante de recaudación va a venir de la mano del Impuesto de Patrimonio que también se establece en el resto de territorios, pero es cierto que en el IRPF el establecimiento de tarifas toca elementos nucleares del esquema fiscal e introduce una desarmonización de libro, aunque luego las consecuencias de recaudación y financieras no sean muy altas. Es pura escenificación.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Multas por las gallinas 'sin papeles'
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.