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SANIDAD

Guerra abierta entre técnicos de laboratorio y Enfermería

Ambos colectivos profesionales se enzarzan en Euskadi por la competencia para realizar extracciones de sangre

LUIS LÓPEZ

Lunes, 19 de diciembre 2011, 03:06

Este conflicto arrancó hace casi tres décadas, cuando la Orden de 14 de junio de 1984 reguló las competencias y funciones profesionales de Técnicos Especialistas de Laboratorio, Radiodiagnóstico, Anatomía Patológica, Medicina Nuclear y Radioterapia.

Entonces, el colectivo de Enfermería inició una batalla legal porque los nuevos profesionales asumían funciones que, hasta entonces, le correspondían a él. Hace un par de semanas se conoció una sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) en el que se ponía fin a uno de los procesos judiciales abiertos desde entonces: la resolución establece que los técnicos de laboratorio (TEL) no pueden realizar extracciones de sangre ni cualquier otra toma de muestras biológicas en Euskadi, algo que están haciendo en multitud de clínicas privadas. De ese modo, asume las pretensiones del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa.

La presidenta de este colectivo guipuzcoano, María Jesús Zapirain, se felicitó a principios de mes porque el fallo supone «un gran paso de calidad para el paciente», ya que «nuestra formación garantiza que estemos mucho mejor preparados (que los TEL) ante la posibilidad de que ocurra, por ejemplo, un 'shock' o una reacción alérgica».

Es más, Zapirain hizo un llamamiento para que los ciudadanos que se sometan a una extracción de sangre se cercioren de que quien se ocupa de ello tiene competencia para hacerlo.

Para el otro colectivo profesional involucrado, los técnicos, esto es una aberración. No sólo por plantear a los usuarios hurgar en la cualificación de quien les mete la jeringa, sino porque amenaza el empleo de un centenar de personas en base a un revoltijo legal bastante farragoso. «Ahora todas las clínicas privadas tienen técnicos haciendo las extracciones», recuerda Mercedes Poza, secretaria general del sindicato Utese-Fesitess, que defiende los intereses del colectivo en Euskadi.

Aunque de momento la sentencia del TSJPV no ha provocado el despido de ninguno del centenar de TEL cuya ocupación fundamental son las extracciones de sangre para sustituirlos por enfermeras, se ha creado una «alarma social» que ha sembrado la incertidumbre en las clínicas.

Normativa poco clara

¿Por qué es tan difícil determinar quién puede sacar sangre y quién no? Hay distintas normas que aportan una regulación poco clara y en las últimas décadas han sido muchas las sentencias emitidas por tribunales de varias comunidades autónomas que son contradictorias entre sí. De fondo, hay un conflicto profesional: «Las enfermeras consideran que les estamos quitando trabajo fuera de Osakidetza», dice Poza. En la Sanidad pública son los profesionales de la enfermería quienes se ocupan de las extracciones, dice la presidenta del sindicato, por cuestiones históricas. Pero la privada echa mano de los técnicos, un colectivo profesional con menor cualificación (FP de grado superior) y, por lo tanto, más barato. «Hemos ido desplazando a las enfermeras de sitios en los que estaban antes de surgir nosotros», no sólo en el asunto de la sangre, sino también en «rayos, radioterapia, dietética...».

Ahora, la guerra está abierta. Los TEL esgrimen varios posicionamientos del ministerio, que en notas internas a petición de los interesados da por buena la competencia de estos profesionales para sacar sangre. Pero desde Enfermería acuden a la legislación, a la Orden de 14 de junio de 1984, donde se atribuye a los técnicos únicamente funciones de colaboración.

¿Una extracción excede estas funciones? Para el TSJPV sí, aunque en realidad la sentencia desestima el recurso de los TEL a una dictada en una instancia inferior por una cuestión procesal -el abogado alegante se limita, dice el juez, a exponer planteamientos ya analizados en la resolución en primera instancia-. Pero los técnicos matizan que aquella regulación de 1984 ya está muy superada, por ejemplo, por la Ley 44/2003, de ordenación de las profesiones sanitarias. Aunque para los jueces esta última norma tampoco aclara el asunto.

Piden que se aclare

En definitiva, la polémica está muy lejos de cerrarse. El sindicato de técnicos sanitarios, tanto a nivel estatal como autonómico, ha solicitado a las diferentes administraciones que pongan fin a la confusión y regulen el asunto de manera detallada, que no deje lugar a dudas. En especial, piden que se pronuncie tanto el ministerio como la Consejería de Sanidad vasca. Se han dirigido a partidos políticos e incluso al Defensor del Pueblo español y a los de distintas comunidades autónomas, entre ellos al Ararteko.

Mientras, los técnicos siguen sacando sangre. Hay 35.000 en toda España, 2.000 de ellos en Euskadi, y de estos últimos 100 tienen entre sus principales funciones las extracciones de sangre. «Lo que las enfermeras quieren es que los echen para meterlas a ellas», condena Mercedes Poza. Pero avisa: «Cuando ellas se metan a hacer trabajo de laboratorio», práctica que dice habitual, «iremos acudiremos a los juzgados por intrusismo».

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