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C. TURRAU
Viernes, 23 de diciembre 2011, 08:27
Bildu se quedó ayer sin apoyos para trasladar la estación de autobuses a Riberas de Loiola. El PP le había dado una tregua en los últimos dos meses para que ultimase un proyecto que garantizase la máxima intermodalidad, pero el rechazo de la Diputación a cofinanciar el Metro de Donostialdea ha hecho saltar por los aires el entendimiento. El gobierno municipal hizo ayer un intento a la desesperada por atraer a algún partido a sus pretensiones proponiendo una nueva parcela en Riberas para la estación -debajo del Jardín de la Memoria-, pero sus esfuerzos fueron en vano. PP, PNV y PSE criticaron este nuevo proyecto que, advirtieron, no tendrá el apoyo de la mayoría del Pleno del Ayuntamiento.
Bildu había metido una cuña en el consenso político municipal con su propuesta de trasladar a Riberas de Loiola la adjudicada estación de autobuses de Atotxa. El PP le dio carta blanca para que en un mes (después ampliado hasta final de año) lograra cerrar un proyecto para ejecutar de forma inmediata la estación de autobuses junto al previsto intercambiador ferroviario Adif-Euskotren. El apoyo estaba condicionado a que en Riberas se produjera la máxima intermodalidad y, por tanto, a que parase el tren de alta velocidad y el Metro, proyectos clave para los populares. El primer golpe se recibió cuando informes técnicos del Gobierno Vasco dejaron claro que era imposible ubicar una parada del TAV en Riberas, entre otras cosas porque no había espacio para los andenes, ni playa de vías. Pero el hachazo definitivo a la transitoria entente Bildu-PP ha sido el rechazo definitivo de la Diputación, con el apoyo incondicional del gobierno donostiarra, a cofinanciar el desarrollo del Metro de Donostialdea, como se había pactado en la anterior legislatura. Sin TAV ni Metro en Riberas, y con sólo un boceto de lo que se quiere hacer, ahora en otra parcela, los populares no han tenido otra alternativa que abandonar la empresa.
El portavoz municipal del PP, Ramón Gómez, explicó en rueda de prensa que la parcela prevista inicialmente en Riberas -propiedad del Gobierno Vasco- «presenta innumerables complejidades que la hacen inviable» para acoger la estación de autobuses. El edil afirmó que lo más grave ha sido «la decisión de la Diputación de no invertir en la ejecución del Metro, lo que impide la intermodalidad que a nuestro juicio era fundamental en ese espacio de Riberas». Cuestionó «la falta de liderazgo del alcalde» ante la Diputación, y criticó «su silencio» ante un proyecto estratégico, lo que «introduce otro elemento de desconfianza sobre su interés y su capacidad para que San Sebastián reciba lo que se merece». Gómez indicó que la nueva propuesta de Bildu para ejecutar la estación bajo el Jardín de la Memoria «genera más dudas, e indudablemente genera más retrasos e incertidumbres». El PP reiteró que lo fundamental es ejecutar una estación de autobuses para 2015 y, sin citar explícitamente a Atotxa, señaló que «debemos amortizar los recursos destinados ya a un proyecto y no meternos en nuevos costes».
«Para finales de 2015»
El gobierno municipal quemó su último cartucho lanzando una propuesta de ubicar la estación bajo el Jardín de la Memoria en ese barrio de Riberas. Según dijeron los concejales de Urbanismo y Movilidad, Ricardo Burutarán y Jon Albizu, y el director de Obras y Proyectos, Alfonso Vázquez, es una alternativa más barata (2 millones) que la de Atotxa, garantiza la intermodalidad porque se haría junto al intercambiador Adif-Euskotren, no tendría problemas de titularidad porque es un terreno municipal, evitaría afecciones al tráfico en el centro de la ciudad, y estaría construida para finales de 2015. La idea es demoler el actual parque para reponerlo una vez construida la estación. La entrada de los autobuses se haría desde la Autovía del Urumea, por el paseo de Riberas de Loiola y paseo de Zorroaga (rodeando todo el barrio). La salida de los buses hacia la autovía no está diseñada con precisión pero se haría por el paseo Zorroaga y Amara Osinaga hasta enlazar por Corsarios Vascos con la autovía.
Según dijo Vázquez, no son necesarios estudios de tráfico porque el impacto en estos barrios de los «200 autobuses de entrada y 200 de salida cada día» sería «mínimo». Los concejales aseguraron que no es necesario una modificación del Plan General para ejecutar esta estación, que tendría solo una planta y no tres de aparcamiento como tenía Atotxa. Bildu plantea un modelo de explotación distinto, con la participación del Ayuntamiento, en esta estación, pero no aclaró cuánto dinero va a suponer eso al erario público.
Si la respuesta que dio el PP a la última idea del gobierno municipal fue dura, no lo fue menos la de jeltzales y socialistas. Los concejales del PNV Iñaki Gurrutxaga y Martin Ibabe dijeron que «hoy hay más incertidumbres que ayer» sobre la estación, «y el gobierno municipal (8 ediles) ni siquiera tiene el apoyo de 14 votos (mayoría absoluta) en el Pleno». El PNV se mantiene en la posición de «no cuestionar el emplazamiento de Atotxa» para la estación de autobuses mientras no haya un proyecto viable alternativo mejor que garantice que la estación estará hecha para 2016. Los jeltzales desmontaron el argumento de que la nueva propuesta de Bildu (26,8 millones) es «más barata» que hacer la estación en Atotxa (28,8 millones), pues se plantea un nuevo modo de gestión y se eliminan dos de las tres plantas de parking que redundarán previsiblemente en un mayor gasto público por la construcción de la estación (en Atotxa las instituciones solo pagaban 14,6 millones). También censuraron que ahora se derribe todo lo construido en el Jardín de la Memoria para luego volver a reponerlo, y concluyeron que el PNV «no se va a comprometer en absoluto» con la nueva idea.
El portavoz del PSE, Ernesto Gasco, acusó al alcalde de no informar del nuevo proyecto ni a los grupos municipales «ni a los vecinos de Riberas y Amara». Insistió en que si quieren llevar adelante esta idea, deberá pasar por el Pleno y se preguntó «¿tienen mayoría para sacarla adelante o es otra broma más?». Señaló que el Gobierno Vasco no hará la estación intermodal en Riberas si no se lleva adelante el Metro lo que hace decaer el argumento de que habrá más intermodalidad en Riberas. Gasco recordó que la estación de Atotxa estaría construida para 2014 y preguntó cómo piensan hacer la que proponen ahora en Riberas para 2015. Afirmó que Juan Karlos Izagirre sólo está interesado en «hacer lo contrario que Odón Elorza», lo que supondrá «un problema muy serio, grave, para la ciudad de San Sebastián. Esta ciudad se está jugando su futuro». El PSE preguntó cuánto va a costar indemnizar a la UTE que se adjudicó el contrato de Atotxa y criticó a Bildu por no hacer un proceso de participación ciudadana para ver si los vecinos de Amara y de Riberas quieren la nueva estación propuesta. En su opinión, tratar de llevar la estación de autobuses a Riberas de Loiola ha sido algo «esperpéntico» y el nuevo planteamiento de Bildu «es el anuncio de un fracaso».
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