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MARÍA ZÁRATE
Viernes, 6 de enero 2012, 11:18
La plaga de pájaros más famosa del mundo que afianzó el merecido puesto de Hitchcock como el indiscutible 'maestro del suspense' existió de verdad fuera de la pantalla de cine. La historia del ataque feroz de miles de aves kamikaze -basada en el libro 'The birds' de Daphne du Maurier- ocurrió dos años antes del estreno de la película en la ciudad estadounidense de Santa Cruz, en la costa californiana. Casi medio siglo después, un equipo de científicos de la Universidad de Louisiana ha descubierto el origen de esta extraña invasión de gaviotas trastornadas que inspiró uno de los mejores clásicos del séptimo arte y que por poco dejan tuerta y chiflada a su protagonista, la actriz Tippi Hedren.
El 18 de agosto de 1961, el periódico local 'Santa Cruz Sentinel' publicó un sorprendente suceso: «Sobre las tres de la madrugada, una lluvia de pájaros se precipitó sobre los tejados de las casas despertando a la población que, asustada por la ofensiva de las gaviotas, salió corriendo de sus viviendas y se defendió con improvisadas antorchas de fuego». La insólita noticia llegó a oídos de Hitchcock, propietario por entonces de un rancho en los montes de Santa Cruz.
«Por la mañana, los habitantes de la ciudad se encontraron con las calles cubiertas por los cadáveres de los animales. Las aves, que vomitaron pedazos de pescado -su propia comida-, liberaron un hedor insoportable y pestilente», continuaba el artículo. La primicia llegó en el momento perfecto para el director inglés que preparaba la adaptación al cine de la novela de du Maurier.
Experto en transmitir intriga y tensión a través de sus films, Hitchcock descartó incluir en 'Los pájaros' una explicación del comportamiento de las aves para suscitar en el espectador mayor angustia y terror. Ahora -y aunque al realizador inglés no le hiciera gracia en el pasado-, el misterio del suicidio colectivo de las gaviotas ha sido resuelto por un equipo de biólogos marinos.
El estudio -publicado el mes pasado por el periódico 'Nature Geoscience'- demuestra que los pájaros no sufrían ningún ataque de locura sino, simplemente, una intoxicación. Gracias a un episodio muy similar que se produjo en 1991, en la misma región con unos pelícanos también desorientados, los científicos americanos han dado con el culpable: el ácido domoico de unas algas microscópicas del mar. La toxina, hallada en el estómago de los peces que comieron, está presente en una importante fauna acuática de Santa Cruz.
Los análisis concluyen que en 1961 de toda la flora marina de la región californiana, el 79% contenía el veneno de estas minúsculas algas. Tras descubrir el enigma de los pájaros perturbados de Hitchcock, puede que el director británico estuviera en lo cierto y su película ya no provoque tanto miedo, o quizás sí.
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