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JORGE SAINZ jordisainz@diariovasco.com
Lunes, 30 de enero 2012, 04:20
La semana política ha estado algo revuelta por las diferentes versiones sobre la situación en que se halla el nuevo escenario sin violencia y el sentido de los movimientos de ETA. Sin embargo, Rufi Etxeberria (Oiartzun, 1959), la voz más autorizada ahora en el seno de la izquierda abertzale, tiene claro que «el proceso no se para».
- Los verificadores están preocupados por el hecho de que los miembros de ETA lleven pistolas. ¿Deben desprenderse de ellas?
- El grupo no tiene ninguna duda de que la decisión de ETA de abandonar la actividad armada no tiene marcha atrás. Pero constata que sigue siendo una organización clandestina que todavía dispone de su armamento. Hace una consideración de que portar armas encierra un peligro potencial y ha hecho llegar a ETA esa cuestión, que obedece al sentido común. La cuestión política relevante es que existe una voluntad de ETA de cerrar cuanto antes el ciclo de confrontación armada, y esa fase se tiene que hacer de manera dialogada y ordenada.
- ¿Le preocupa que, al ir armados, se pueda reeditar algún enfrentamiento con la Policía?
- A nadie se le escapa que pueda haber alguna situación no deseada, pero el grupo de verificación nos hizo llegar que por parte de ETA hay un compromiso de no utilización de armas en ningún caso. Es decir, que aunque porten esas armas, no van a ser utilizadas en ningún momento. El grupo de verificación siente a la vez alivio por ese compromiso.
- A raíz de las últimas detenciones en Francia, se ha creado cierta confusión tras afirmar el ministro de Interior que ETA sigue activa, mientras los verificadores lo niegan. ¿Descarta usted cualquier involución en la decisión de ETA, incluso aunque el Gobierno español siga en su actitud de no dar pasos?
- No hay lugar a ningún tipo de involución. La decisión de ETA es estratégica, irreversible y no tiene vuelta atrás. Y eso lo ha dicho ETA. Ha tomado tres grandes decisiones en su historia y siempre han sido claras: su surgimiento, continuar la lucha armada en la Transición y ésta del cierre definitivo de su accionar armado. Una decisión que, además, cuenta con el crédito de la mayoría social vasca.
- Pero no con el crédito del PP.
- Es la única fuerza política que no da crédito y que está intentando tergiversar la realidad, construyendo informaciones falsas. La pregunta es a qué responde esa actitud irresponsable. Creemos que obedece a que el PP no quiere aceptar el nuevo tiempo político que vive el país, porque eso le exigiría un cambio de estrategia radical. Sigue atrincherado en el pasado y no quiere abordar el nuevo tiempo de soluciones que demanda la sociedad vasca. Pero el PP va a tener que cambiar y estamos convencidos de que lo hará.
- ¿Por qué está convencido?
- El muro del 'no', del bloqueo y del inmovilismo del PP va a caer por la voluntad y determinación de la sociedad vasca, que quiere una nueva situación, un nuevo escenario de paz y normalización en el país, al igual que el arco político y sindical y la comunidad internacional.
- ¿A qué responde esta actitud del nuevo Gobierno?
- Probablemente a resistencias internas o por la repercusión en su credibilidad ante determinados medios de comunicación.
- En todo caso, ¿por qué ETA no inicia su desarme?
- El segundo punto de la declaración de Aiete marca una pauta de que los dos gobiernos y ETA traten las cuestiones referentes al desarme, los presos y la desmilitarización. El desarme se tiene que hacer de una manera acordada, y monitorizada por un tercero que cuente con el plácet de ambas partes. Y no tiene que quedar ninguna duda de que ese proceso se cierra bien. Un proceso unilateral siempre estará sujeto a dudas.
-¿El desarme no sería la manera más rápida para comenzar a abordar medidas a favor de los presos?
- La cuestión de los presos tiene dos fases. La primera, la de la humanización, se tiene que acometer de manera urgente. Hay que atender a la legislación vigente. Los presos enfermos o que han cumplido tres cuartas partes de la condena deben recobrar la libertad, y tiene que acabar la dispersión. En la segunda fase entra lo relativo a todos los presos y refugiados, y al desarme. Hay que cerrarla en su conjunto.
- ¿Cómo desatar este nudo si el Gobierno se niega a dar pasos mientras ETA no se desarme?
- La voluntad de ETA es manifiesta. Tiene disposición a desarmarse.
- ¿La actitud del Gobierno puede dilatar la marcha del proceso abierto tras el cese de la violencia?
- El proceso no se para porque la sociedad vasca sigue aunando voluntades. Es el PP el que cada vez está más solo y tiene la asignatura pendiente de adecuarse a la nueva realidad. Lo que generará su actitud es un mayor rechazo de la sociedad.
- ¿La izquierda abertzale ha logrado contactar con el PP vasco?
- El PP es la única de las cuatro grandes culturas políticas (PNV, PSE, izquierda abertzale y los populares) que se opone a una línea de intervención común. Las otras tres culturas están en disposición de aunar esfuerzos y le piden al PP que actúe en consonancia con los nuevos tiempos. Seguimos trasladándole de manera pública y privada nuestra disposición a entablar relación.
-¿Y cristalizará a medio plazo?
- Está en su tejado, pero estoy convencido de que tarde o temprano se va a dar ese cambio.
- ¿Le consta si ETA ha intentado contactar con el nuevo Gobierno?
- No nos consta, aunque es notorio que ETA tiene abierta esa puerta.
- ¿Observa diferencias en la actitud del Estado francés?
- No da ningún paso mientras el Gobierno español no avance, aunque hay destellos diferentes. El partido de Sarkozy ha dado pasos en la Asamblea Nacional sobre el acercamiento de los presos vascos.
Presos y víctimas
- ¿Están los presos y sus familias preparados para un proceso largo?
- Son conscientes de que la vuelta a casa de presos y refugiados será gradual y costará un tiempo. Pero no comprenden que se aplique a los presos una política de venganza.
- ¿Asumen, como advierte el Gobierno, que no va a haber amnistías ni salidas colectivas?
- El Gobierno trata de generar cortinas de humo para no responder a las cuestiones de fondo. Para desdramatizar y situar los contenidos de cada concepto, en la sociedad vasca lo único que se entiende por amnistía es que los presos y refugiados vuelvan a casa. Lo relevante no es cómo, sino que vuelvan.
- El Gobierno se inclina por la 'vía de Nanclares', que los reclusos pidan perdón o se alejen de la violencia, como recoge la ley, para optar a beneficios penitenciarios.
- El colectivo de presos firmó hace unas semanas, junto al resto de miembros del Acuerdo de Gernika, una declaración sobre las víctimas de gran trascendencia. Recoge el reconocimiento y reparación de las víctimas de las diferentes violencias, también la de ETA; y el reconocimiento del daño causado. Y da un gran paso al mostrar su pesar a los familiares de las víctimas mortales y recoger que ha habido actitudes de cierta insensibilidad con su sufrimiento. Esa es la actitud que muestra el colectivo de presos en su conjunto y que, probablemente, en su momento lo tendrán que hacer de manera individualizada para que se les apliquen los beneficios.
- ¿Se ha planteado la izquierda aber-tzale pedir perdón a las víctimas de ETA por el daño causado? ¿Qué puede hacer para que éstas crean en la sinceridad de su apuesta?
- Siguiendo la estela del Acuerdo de Gernika, el conjunto de actores debe reconocer a las víctimas de las diferentes violencias. La izquierda abertzale muestra su pesar ante los familiares de las víctimas. No vamos a hacer 'la del avestruz' sobre la situación de sufrimiento que ha generado ETA. La izquierda abertzale no va a huir de sus responsabilidades. Pero pedimos al resto de fuerzas que actúen en consonancia. Es una mochila que no podemos dejar a generaciones futuras.
- ¿Es lo mismo una víctima de ETA que un miembro de ETA que muere al ir a poner una bomba?
-El conflicto ha dejado un reguero de víctimas. Esto no se puede obviar y todas merecen el reconocimiento, independientemente de las consideraciones políticas. Nosotros no entramos a hacer comparaciones. No queremos equiparaciones o tratamientos de igualdad.
- La izquierda abertzale ha retomado contacto con el PNV y lo intenta con el PP. ¿Y con el PSE?
- A excepción de UPN, PP y UPyD, con las que también deseamos hablar, con el resto de fuerzas mantenemos relación.
- El viernes el lehendakari pidió a Rajoy la legalización de Sortu y cambios en política penitenciaria. ¿Aprecian en el Gobierno Vasco una mayor flexibilidad?
- Su discurso se está acomodando al nuevo tiempo y hay una actitud de interpelación que no tenían con Zapatero. Su dinámica actual es interesante y positiva. El lehendakari trasladó a Moncloa el mandato mayoritario de la ciudadanía: dar inicio a una dinámica progresiva de pasos que nos conduzcan a la resolución del conflicto político. La política penitenciaria y la legalización de Sortu deben ser los dos primeros pasos del proceso de soluciones.
- El día 7 hará un año de que Sortu presentó sus estatutos contra la violencia. ¿Logrará la legalización?
- La sociedad vasca ya acepta la legalidad de la izquierda abertzale. El Constitucional debe decidir rápido.
- ¿Cuál es su estrategia para las elecciones autonómicas vascas?
- La situación antidemocrática del Parlamento Vasco debe superarse. Desconocemos cuándo se van a convocar pero la apuesta es revalidar y ampliar la coalición de fuerzas independentistas, sea Sortu legal o no, y liderar el nuevo tiempo con la triada de paz, soberanía y bienestar. Pedimos confianza a la ciudadanía y le daremos a cambio participación.
- ¿Otegi será el candidato?
- Sería el candidato ideal pero lo prioritario es que él y decenas de militantes independentistas recobren la libertad. Y luego se dilucidará entre los miembros de la coalición.
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