«Basagoiti también tiene tres hijos y nunca se le pregunta cómo concilia»

- Ahora se habla mucho de conciliación laboral y familiar...

- Los periodistas siempre nos hacéis esta pregunta a las mujeres y me gustaría que se la hiciéseis también a los hombres. Basagoiti tiene tres hijos, como yo, y ¿a que nunca se lo habéis preguntado? La conciliación tiene que pasar porque todos asumamos con normalidad que si una per- sona está capacitada puede estar en un puesto público sea hombre o sea mujer. La conciliación se hace con la corresponsabilidad y creo que es más difícil para una mujer que trabaja en unos grandes almacenes o una peluquera que trabaja los sábados por la tarde que para una política. Durante la última campaña electoral, salvo en alguna ocasión especial, llegué todos los días a casa a las siete de la tarde. Al final es cuestión de prioridades.

- ¿Ha visitado ya el Museo Balenciaga de Getaria?

- Me ha costado ir a visitarlo pero finalmente estuve y reconozco que está bien recogida la obra de Balenciaga, un artista que debía ser reconocido por su pueblo. No tengo nada que objetar, aunque sigo pensando que el edificio es muy grande y no se ubica bien en Getaria, en el único parque público que teníamos. Me resulta excesivamente grande para su contenido. Y sobre todo costosísimo, y lo malo es que seguirá siendo muy costoso; quiero recordar que es financiado al 100% con dinero público. No se hicieron bien las cosas y probablemente paguemos por lo que no se hizo bien ahora y en el futuro. También es verdad que está teniendo bastante afluencia de público, no obstante, solo el 22% se financia a través de las entradas.

- ¿Será fácil mantener la afluencia de visitantes?

- El director artístico de Balenciaga, Javier González de Durana, es muy bueno y creo que dará un impulso al centro y lo hará más dinámico. Tengo una gran confianza en el equipo, pero falla lo que falla. Todavía hay un juicio por irregularidades. Aralar denunció en su día la situación que se generó en el inicio del proyecto, aunque luego fueron las propias instituciones las que pusieron las querellas a los responsables de aquella obra.