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Iñaki Bolinaga fue presidente del Arrate durante más de 33 años. Con él, el Arrate vivió sus mejores días. :: MORQUECHO
El balonmano está de luto
BALONMANO

El balonmano está de luto

Fallece Iñaki Bolinaga, presidente del desaparecido Arrate. Durante sus más de tres décadas al frente del club eibartarra consiguió que se clasificara para la competición europea

XABIER GALARTZA

Lunes, 27 de febrero 2012, 08:43

El balonmano está de luto. Iñaki Bolinaga, presidente durante casi tres décadas del desaparecido Arrate, falleció ayer en el Oncológico de Donostia.

La noticia ha sido muy sentida dentro del panorama deportivo guipuzcoano en general, dado que la personalidad de Iñaki Bolinaga hacía que fuera conocido más allá del ámbito estríctamente balonmanístico.

Después de ocupar el cargo de directivo durante sus primeros diez años en el club, en 1978 pasó a asumir la presidencia del Arrate en sustitución de Juan Vergara.

Vergara anunció en la asamblea general de socios su decisión de dejar el cargo, tras cuatro años en él, al tiempo que comunicó la propuesta de la junta directiva de de presentar como candidato a Bolinaga, por entonces secretario técnico de la entidad eibartarra. Los asambleístas dieron su beneplácito y, entre aplausos, se oficializó el nombramiento del nuevo máximo mandatario del Arrate.

Desde entonces el conjunto eibartarra, siempre bajo el mando de Bolinaga, ha vivido experiencias altamente positivas, como el hecho de lograr clasificarse para jugar en el panorama continental, donde alcanzó los cuartos de final de la Copa EHF o las semifinales de la Copa del Rey.

Durante la década de los años ochenta y noventa vivió varios ascensos y descensos de la División de Honor, categoría que pasó a denominarse Liga Asobal.

En su último ascenso a la máxima categoría hasta la total desaparición del club, como consecuencia de la pérdida de su máximo patrocinador, el club vivió su etapa más dulce. El grave quebranto que supuso la pérdida del patrocinio hizo que los esfuerzos por tratar de reflotar el club resultaran inviables. Finalmente, el Arrate no sólo se vio forzado a renunciar a jugar en Asobal, plaza que fue cubierta por el Anaitasuna, sino que supuso su disolución después de proporcionar sobre todo alegrías durante nada menos que cuatro décadas.

El trabajo y los resultados que ha obtenido Bolinaga en defensa de su club de toda la vida en foros de diversa índole le ha valido para ser considerado como una institución de un deporte que él se ha encargado de consolidar y de que eche raíces en su pueblo natal.

La enfermedad que finalmente ha acabado con su vida irrumpió justo cuando se confirmó la pérdida de la ayuda prometida por su máximo patrocinador. Durante los siguientes años, Iñaki Bolinaga luchó cuanto pudo por tratar de mantener a flote al equipo.

El pasado mes de mayo recibió de manos del alcalde de Eibar el galardón 'Txopitea eta Pakea' por su contribución al mantenimiento y desarrollo del deporte del balonmano en la localidad.

Después de ser intervenido quirúrgicamente en diciembre de 2008, su carácter optimista le llevaba a resistirse a dar credibilidad a la posibilidad que la continuidad del equipo estaba en juego.

Movió Roma con Santiago para evitar lo inevitable. En los últimos meses su enfermedad le obligó a retirarse definitivamente de la actividad laboral. El club pasó temporalmente a manos de una gestora, hasta que a finales del pasado año se tuvo que firmar su defunción.

Proporcionó a Eibar durante décadas balonmano de máxima calidad, sin descuidar en ningún momento el deporte base. No hay más que echar un vistazo a la colección de títulos que año tras años han conquistado los jugadores de las categorías inferiores a nivel territorial, autonómico e incluso estatal.

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