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NEREA AZURMENDI
Miércoles, 29 de febrero 2012, 17:50
Con el debate en torno a la gestión de los residuos urbanos de Gipuzkoa al rojo vivo, la Diputación ha decidido activar un instrumento ya previsto en el documento de progreso del Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Gipuzkoa pero que no había ido más allá del papel: un órgano consultivo integrado por más de cuarenta vocales y presidido por el diputado de Medio Ambiente, Juan Carlos Alduntzin, que asesorará a la institución en una materia que está resultando particularmente controvertida. Tal como indicó ayer la portavoz foral, Larraitz Ugarte, tras anunciar que el consejo de diputados había decidido constituir el Consejo Asesor para la Prevención y Gestión de los Residuos Urbanos, que es como se llama el nuevo organismo, estará en marcha para finales de marzo, y será él mismo el que determine su funcionamiento, así como su plan y su calendario de trabajo.
Su quehacer tendrá que ajustarse, en cualquier caso, a las funciones que tiene atribuídas, y que consistirán básicamente en «interpretar la planificación vigente y analizar la recogida, tanto en la planificación general como en las decisiones relativas a la gestión, para que responda a las necesidades del territorio».
Según Larraitz Ugarte, el nuevo Consejo Asesor dará una dimensión «más participativa» a una cuestión -una «responsabilidad colectiva», dijo- que está rodeada de «polémica y contradicciones». Ugarte admitió que, además de llevar una discusión que consideró «muy institucional» a un marco más amplio que permitirá la incorporación a la misma de los agentes sociales, la nueva instancia «puede servir para desatascar el debate».
Sus opiniones, «criterios»
El Consejo -«el puente entre el planificador, el gestor y la sociedad», en palabras de Ugarte- tiene un carácter meramente consultivo, por lo que su puesta en marcha no afecta al actual reparto de competencias en materia de planificación y gestión de residuos y, en consecuencia, sus aportaciones no tendrán carácter ni preceptivo ni vinculante.
Las opiniones y recomendaciones que pueda emitir, por lo tanto, se entenderán «como interpretaciones de la planificación» y servirán como «criterios» a las instituciones con competencias en la materia. Larraitz Ugarte adelantó que, además de notificarles «todas las decisiones relativas a la gestión de residuos, les facilitaremos todos los datos» para que adopten una actitud activa y no se limiten a emitir su opinión sobre las medidas que adoptan las instituciones, sino que tomen la iniciativa y hagan sus propuestas en materia de «gestión de residuos, medidas educativas relativas al desarrollo sostenible y a la participación ciudadana».
Por su propia naturaleza y por el papel que, a juzgar por las indicaciones de la portavoz de la Diputación, jugará en el debate en curso, el trabajo del Consejo Asesor no interferirá ni se cruzará con otros procesos que siguen su curso. Ugarte negó, por ejemplo, que la puesta en marcha del Consejo vaya a tener incidencia en la moratoria aplicada por el actual gobierno foral a la construcción de la incineradora en Zubieta, que termina el próximo mes de junio.
Tampoco influirá, precisó, en la decisión de una treintena larga de municipios guipuzcoanos que han anunciado su intención de implantar en los próximos meses el sistema de recogida puerta a puerta. «El debate en el seno del Consejo no incide en lo que van a hacer los ayuntamientos», precisó, indicando que el mismo está «más enfocado a otros temas y otro marco de debate, que es el de la planificación». En este sentido, y tal como precisa el documento en el que se detallan las funciones del Consejo, el mismo efectuará sus análisis «tomando como base las decisiones en el ámbito municipal». Ugarte negó igualmente que el nuevo agente vaya a tener efectos dilatorios en un proceso que, a su juicio, «va bien, los ayuntamientos están trabajando y haciendo propuestas». Al Consejo Asesor le correspondorá también hacer las suyas en temas como «el tipo de infraestructuras que pueden ser necesarias» en el territorio.
El PNV pide aclaraciones
Larraitz Ugarte describió las funciones y la composición de un Consejo del que destacó su «muy amplia representación», pero quedaron sin aclarar cuestiones como el modo en que se determinará qué municipios serán merecedores de dos vocales por su «reconocida trayectoria en materia de recogida selectiva de residuos» o qué mecanismos se utilizarán para seleccionar a los representantes de las asociaciones sin ánimo de lucro, con un peso considerable en el Consejo.
En ese sentido el grupo juntero del PNV anunció ayer mediante una nota que ha solicitado la comparecencia del diputado general, Martin Garitano, en la Comisión de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio «antes de que se constituya el citado consejo asesor, para que explique con mayor profundidad el trabajo a realizar, así como los agentes que van a participar en el mismo».
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