Con este equipo quedan muchas tardes de alegría en Artaleku

La irritación era máxima al descanso. Las decisiones arbitrales y la estopa de la defensa asturiana habían sacado de quicio a jugadores y aficionados. Pero a la vuelta de los vestuarios todos unieron fuerzas para olvidar a la dupla de gris y doblegar al Gijón. Los bidasotarras pueden decir que están salvados, siguen con nueve puntos sobre el descenso, y pueden sacar pecho por haber ganado a tres de los seis primeros.

La primera parte estuvo marcada por la igualdad, aunque en casi todo momento fueron los asturianos por delante. En gran medida gracias a la actuación de su portero Juan Gamallo. Pero también tuvo mucho que ver la actuación de los árbitros. Lo peor que puede hacer un colegiado es cambiar su rasero cuando está en un área o en otra y eso es lo que pasó en Irun. Y así, al descanso se llegó con el 11-13 en el marcador.

La segunda parte comenzó con el mismo guión con el que había finalizado la primera. El Gijón Jovellanos, sin mostrarse mejor, seguía manteniendo sus dos goles de renta, llegaron a tres con el 16-19, pero a partir de ahí todo empezó a cambiar. La afición empezó a apretar a la pareja arbitral y los bidasotarras, guiados por un sensacional Aranburu, que los metió de todos los colores, y una defensa brutal, se llevaron el partido.

Los asturianos se quedaron con dos menos a falta de cinco minutos y el Bidasoa se puso dos arriba, 26-24, pero los colegiados tenían que seguir cumpliendo su papel y excluyeron a dos bidasotarras en el último minuto. Entonces apareció Zubiria para parar un penalti y dejar los puntos en Irun. Quedan muchas tardes de alegría en Artaleku.