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Giro de Italia. Santi Lazkano acompaña a Fuente, que se fuma un cigarrillo en plena carrera.
Los pitillos de los campeones
LA PRÓRROGA

Los pitillos de los campeones

Conocidos futbolistas, ciclistas y pelotaris han compartido la afición al tabaco

JOSEBA LEZETA

Viernes, 23 de marzo 2012, 10:00

Imaginen que en lugar de Fabio Coentrao es Cristiano Ronaldo quien aparece con un pitillo en los labios en la imagen que les robaron en el exterior del restaurante de Torrelodones. ¿Habría multado el Real Madrid al astro portugués?

La lista de futbolistas fumadores es tan extensa como brillante por el número de estrellas que figuran en ella: Alfredo di Stéfano, Johan Cruyff, Diego Armando Maradona, Ronaldo Nazario da Lima, Paolo Futre, Robert Prosinecki, Wayne Rooney...

Tampoco hace falta ir tan lejos para encontrar fumadores. La Real Sociedad campeona tenía en sus filas a Agustín Gajate. Pocos años después llegaron Valery Karpin y Darko Kovacevic, a los que alguno ha visto liquidar un pitillo antes de subir al autobús para iniciar el viaje correspondiente al aeropuerto o a la ciudad donde disputaban un partido de Liga. Y Sa Pinto.

No crean que el tabaco es exclusivo de los futbolistas. Hay más deportistas que han encontrado en los cigarros el placer para disfrutar de unos minutos o incluso relajar nervios antes de una competición.

Entre los ciclistas era conocida la afición a los cigarrillos de José Manuel Fuente 'El Tarangu'. Txomin Perurena, compañero suyo en el equipo Kas, cuenta que «los quemaba. No tragaba humo. Todavía me acuerdo de la Vuelta a España que ganó en 1972. El día que sentenció la carrera en la cima del Formigal fumó seis o siete cigarrillos antes de tomar la salida. No exagero. Aquella mañana estaba muy nervioso. Llegó en solitario a meta con ocho minutos de ventaja sobre sus directos rivales después de dar una exhibición formidable. 'El Tarangu' era genial».

Perurena también se acuerda de otro fumador empedernido de su equipo, Antonio Menéndez, también asturiano y ganador de sendas etapas en Giro de Italia y Vuelta a España. Y del belga «Martin van den Bossche, uno de los principales escuderos de Eddy Merckx en la alta montaña. En el hall del hotel, delante de todos, fumaba cigarros Toscanos. Eran del estilo de los Caliqueños. Lo hacía sobre todo después de completar buenas etapas. Pienso que era para lucirse ante el resto de corredores».

Dicen que lo primero que Gaston Nencini hizo después de ganar el Tour de Francia de 1960 fue encender un pitillo y también es muy recordada la anécdota de uno de los Tours dominados por Eddy Merckx. Otro corredor, Marinus Wagtmans, atacó y después de adquirir una ventaja próxima al medio minuto decidió esconderse tras tomar una curva. El pelotón, del que ya tiraban a bloque los compañeros de Merckx, pasó de largo y Wagtmans se reincorporó a la carrera detrás del paquete. Cuando el campeón belga tuvo conocimiento de lo que había sucedido mandó parar a su equipo. En ese momento Wagtmans se puso a su lado y encedió un puro.

La leyenda apunta, asimismo, a dos exciclistas guipuzcoanos, Luis Otaño y Ramón Mendiburu, como fumadores esporádicos.

También los pelotaris han recurrido al tabaco sin que nadie se haya echado las manos a la cabeza y les haya castigado por esa razón. Antxon Maiz y José Mari Ceceaga llegaron a fumar incluso dentro del vestuario. Otros lo hacían a hurtadillas.

Dejó de fumar tras retirarse

Ceceaga señala que «no nos escondíamos. Me gustaba echar un pitillo después del café. Alguna vez también fumé en el vestuario». Curiosamente, el de Ubera dejó el tabaco tras retirarse de la pelota. «Ahora no fumo», confiesa.

Aunque sea perjudicial para la salud, no puede decirse que el tabaco acortara la carrera deportiva de Antxon Maiz, quien se retiró a los 44 años después de veinte de carrera profesional. El gigante de Aranaz también llevaba el paquete de cigarrillos en el bolsillo cuando ejerció de intendente de Aspe.

Ceceaga tiene su anécdota: «Fuimos a jugar a Oronoz-Mugaire y entró al vestuario un chaval de quince o dieciséis años. Me pilló fumando. ¿Sabes quién era? Mikel Goñi. Años después, cuando pasó a profesionales, me decía que se quedó asombrado cuando vio aquello. Siempre le contestaba que 'por si acaso, te fijaste en lo malo de nosotros en lugar de fijarte en lo bueno'». Quienes le conocen aseguran que Mikel Goñi llegó a fumar dos paquetes de cigarrillos al día.

Los hubo, asimismo, en épocas anteriores. Txikito de Iraeta fumaba dentro del vestuario mientras se cambiaba. Aseguran que Barberito I, la gran figura riojana de mediados del siglo XX, lo hacía a diario, antes y después de los partidos. Quienes compartieron con él horas de frontón afirman que «llegaría fácil a un paquete diario». Su sobrino Barberito V tampoco se quitaba el cigarrillo de los labios.

El tabaco también le gustaba a Fermín, aunque sus coetáneos no le consideraban fumador empedernido. Ogueta prefería el rubio, no tan habitual en su época. Arriaran II confiesa que «yo también fumé algún cigarrillo rubio en cenas. Pero no tragaba humo».

Otros hablan de la conocida la afición de Atano IV al popular puro Farias en las cenas, sobre todo cuando acudía a jugar a La Rioja. Lo mismo que Oskar Lasa, a quien le gustaba apurar un buen puro, a ser posible grande, en las cenas de pelotaris.

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