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Viernes, 30 de marzo 2012, 04:06
«El Pleno fue una escenificación, enmienda tras enmienda, de un pacto previo cerrado entre PP y PSE, reservando el papel de meros espectadores al resto de grupos y concejales. Este pacto, ahora en los presupuestos, supone derechizar la gestión municipal irunesa aún más, como demuestran algunas de las enmiendas que ni siquiera pudieron votarse. Para Ezker Batua, este pacto no es ninguna novedad, como se evidenció en la privatización de la gestión de ambos polideportivos. Y es la traslación a Irun de la alianza que ambos partidos tienen para el Gobierno Vasco y en toda Euskadi, cuya única finalidad es mantener el poder sin importar el programa. Después de las enmiendas aprobadas, me parece que en algunos aspectos el presupuesto empeora. Creo que algunas están aceptadas con el fin de conseguir el voto a favor, pero no son las prioridades que nosotros consideramos que deberían realizarse».
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