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OIER FANO
Lunes, 30 de abril 2012, 10:55
Todo esfuerzo tiene su premio. Si no hay juego sucio de por medio, suele ocurrir que el destino premia al valiente, al que lo busca. Y a Hernani le llegó ayer su momento de gloria en Alcobendas, en un partido propio de un rugby de otra época. Épica, tensión e incertidumbre hasta el último aliento.
Se trataba de la quinta intentona de los dirigidos por Patrick Polidori y Javier Seco. Hernani había estado en la encrucijada cuatro veces en las últimas temporadas. Cayó de todas las formas, cimentándose una merecida fama de Pupas. Llegó a caer en el último segundo contra el CAU y ante su público. Llegó a perder sin merecerlo. Cedió esta temporada por dos puntos hace cuatro semanas, tras perder su primer partido en el momento clave, rompiendo una racha de catorce triunfos seguidos.
Eso le obligó a buscar el ascenso por la vía lenta. Tuvo que superar un duro play off contra Pegamo Bera Bera. Nadie daba un duro por Hernani, porque jugaba contra un equipo de División de Honor, Alcobendas. A priori, un equipo superior... Pero ni con esas, Hernani es un equipo de casta, con una fuerza mental hercúlea, capaz de derribar cualquier muro. Es un equipo absolutamente amateur, compuesto solo por jugadores de Hernani, algo que no tienen previsto cambiar de cara a la próxima campaña, como nos reconocía su presidente, Juantxo Rodríguez, al término del encuentro.
En lo meramente deportivo, Hernani defendía el 19-18 de la ida, un resultado exiguo que sin embargo sirvió para conseguir el ascenso.
El estado del terreno de juego de Las Terrazas, un barrizal debido a la lluvia constante, marcó el encuentro. Salió Alcobendas a por todas, haciendo valer su supremacía en delantera. Se instalaron en la línea de 22 contraria y no había forma de echarles para atrás en los compases iniciales. Pero Hernani pegó primero mediante Igor Genua, MVP del choque (0-3).
Alcobendas le dio la vuelta al marcador en una primera mitad que empezó a trabarse, y que se fue igualando mediante el cansancio hacía mella. Se colocó 6-3 pero Igor Genua sacó fuerzas de flaqueza y colocó el oval en zona de marca contraria. Alcobendas no estuvo fino a palos y no pudo ponerse en franquía antes de meterse dentro del vestuario.
Lo curioso llegó en la segunda mitad. Porque sobre las cabezas de Hernani planeaba la trágica forma de tirar por la borda el ascenso en años anteriores. La renta, exigua, condenaba a los de Landare Toki en caso de encajar un solo golpe. Sin embargo, todo el segundo periodo, al menos el 75% del mismo, se jugó en territorio contrario.
Se notó la mano del genial 'staff' técnico compuesto entre otros por Patrick Polidori y Javier Seco 'Boli'. La plantilla no ha tenido lesiones y en el play off ha acabado comiéndose a su rival.
Lo que ocurre es que Hernani no consiguió convertir este dominio en puntos. Se acercaba a su segundo ensayo, a finiquitar la eliminatoria, pero le faltaba la definición. Al final, con cinco minutos sobre el tiempo reglamentario, el árbitro decretó un golpe lejano para Alcobendas. Los madrileños no tiraron a palos debido a la gran distancia y jugaron a touche. Pero el partido murió en el centro del campo. Hernani lo había conseguido. El conjunto guipuzcoano regresa a la máxima categoría, en la que no milita desde los años ochenta. Entre el 78 y el 87, el equipo fue subcampeón de Liga tras CAU Madrid, Arquitectura dos veces y Santboiana.
Juantxo Rodríguez, presidente de la entidad, comentaba que «vamos a hacer una profunda reflexión sobre cómo vamos a hacer las cosas en la élite, pero lo que es seguro es que seguiremos siendo amateurs. No vamos a semiprofesionalizar el club. Nos han llamado de todas partes, de Ordizia, de Federación... El derbi contra Ampo será un gran momento, ahora vamos a disfrutar de este hito histórico».
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