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Eduard Prades dominó en la clásica de Legazpi. :: MICHELENA
Eduard Prades cierra el círculo en Euskadi y vuelve a ganar en Legazpi
CICLISMO. PRUEBA SANTA CRUZ

Eduard Prades cierra el círculo en Euskadi y vuelve a ganar en Legazpi

El triunfador del Valenciaga dominó una carrera que suavizó su trazado y se impone en la Copa de España

BENITO URRABURU

Miércoles, 2 de mayo 2012, 09:58

«Esta será la última vez que me veas en una prueba de la Copa de España y probablemente en aficionados. O pasó a profesionales, o dejó la bicicleta». Eduard Prades completó en Legazpi uno de esos círculos ciclistas que pocas veces terminan por cerrarse, tanto en el mundo aficionado como en el profesional.

El corredor valenciano -Alcanar, 25 años- venció en la Prueba Santa Cruz de Legazpi por segunda vez en su carrera -también la ganó en 2011- y consiguió algo que hasta el momento no ha logrado nadie en el campo aficionado: ganar las tres pruebas de la Copa de España que se disputan en Gipuzkoa, en Euskadi: Clásica de Aitzondo (2011), Memorial Valenciaga (2012) y Prueba Santa Cruz (2011 y 2012) y repetir en Legazpi.

La carrera legazpiarra demostró un alto nivel organizativo y tuvo un ganador que con el paso de los años ha llegado a conocer las carreteras de Euskadi mejor que las de su casa.

Prades sabe que su vida en la Copa de España, por edad, finalizaba en Legazpi y se quiso despedir a lo grande, imponiéndose al ruso Alexey Rybalkin, que estuvo presente en todos los momentos importantes de la carrera, siguiendo el modelo instaurado por muchos ciclistas rusos que realizan exhibiciones y luego, en muchos casos, no se vuelve a saber de ellos.

Prades y la experiencia

A pesar de que los organizadores decidieron suavizar el recorrido, -no se pasó el alto de Minas y sí el de Atagoiti-, hubo muchas escapadas, un control importante de la prueba y también un desenlace que volvió a tener la subida a Deskarga como protagonista.

Prades y Rybalkin se marcharon en esa ascensión y se jugaron la carrera. Prades comentaba que «si he ganado la Copa de España ha sido por mi regularidad. Vencí en el Valenciaga, una carrera que se me resistía, unas veces por caída, otras por mi culpa, y en la que finalmente pude imponerme este año».

Esa regularidad le ha llevado a ganar dos pruebas. Terminó cuarto en el Memorial Patxi Alcorta, sexto en Torredonjimeno, quinto en el Macario, séptimo en Don Benito y decimotercero en el Memorial Inguanzo. «Allí dejamos que la escapada se fuese. ¿Mi futuro? A día de hoy no tengo nada para poder pasar a profesionales. Este fin de semana correré la Vuelta a Madrid con la selección española, a ver si me sale algo y me dejo ver. Todavía mantengo un buen nivel de forma».

Cuando se escapó con Rybalkin parecía que había entendimiento entre ellos, pero Prades nos decía que «lo poco que hablamos no le entendía nada. Me decía que tirase, que yo era más rápido que él en la llegada, pero no me fiaba. A estas alturas, eso de tira que eres mejor que yo ya no cuela. Yo le dije que tirábamos los dos y nos la jugábamos al sprint en la meta».

Siempre en el top ten

En sus distintas participaciones, además de la Copa de España, ha ganado cuatro pruebas de esa competición, dos veces Legazpi, el Memorial Patxi Alkorta, el Valenciaga y el Gran Premio Macario, en Madrid. «En todas las carreras de esta edición he terminado entre los diez primeros».

La carrera resultó inquieta, con muchas escapadas. En la que pudo entrañar más peligro se metieron Higinio Fernández (Lizarte), Sivori (Azysa), Estévez (Froiz), Rybalkin (Lokosphinx), Inziarte (Bidelan), Vigil y Gallego (Andalucía), Rubio (D. de Ávila), Etxebarria (Naturgás) y Aitor González (Debabarrena).

Quedaban 45 kilómetros para la meta y el medio minuto que lograron en el inicio de la escapada acabó por llegar al 1:17 cuando faltaban 39 kilómetros. Todo el pelotón volvería a juntarse, al menos durante unos kilómetros, hasta que cuando quedaban 19 kilómetros para la llegada se formó otra escapada de cuatro corredores en la que se metieron Intziarte (Bidelan), Sánchez y Riutort (Mutua Levante) y Larrinaga (Naturgás). El grupo se rompió en dos. Las diferencias no superaban el medio minuto y Deskarga iba a terminar decidiendo quiénes se iban a jugar la carrera, como casi siempre. La única duda es cuántos se la jugarían. El valenciano fue quien impuso su golpe de pedal.

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