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CRISTINA TURRAU
Sábado, 9 de junio 2012, 11:49
El martes por la mañana hubo mucho movimiento en la cocina de uno de los módulos-vivienda del centro gerontológico Lamourous del barrio donostiarra de Intxaurrondo. Todo el mundo trabajó. Un residente picó la cebolla, otro preparó la bechamel y un tercero participó en el equipo de troceado de los mejillones. El miércoles Consuelo y Anselmo cumplían 48 años de casados y siete más de novios. Y el jueves, día elegido para la celebración, sólo quedaba rellenar las conchas. Consuelo acudió, como todos los días, a la residencia donde vive su marido. «De primero comeremos esto y, de segundo, lo que nos suban», explicaba. Anselmo participaba en las tareas con el delantal puesto. Lamourous es una de las residencias que participa en la experiencia piloto Etxean Ondo, desarrollada por la consejería de Asuntos Sociales del Gobierno Vasco, en colaboración con la Fundación Matía y los ayuntamientos de Donostia, Tolosa, Irun, Oiartzun y Zarautz.
La residencia Lamourous ofrece 145 plazas para personas con algún tipo de dependencia. De ellas, 38 se han integrado en el programa. «Una planta normal se ha dividido en tres módulos y, además, hemos adecuado un módulo más», explica Javier Quintas, director del centro. «Hay un módulo de 13 personas; otro, de 9 y dos, de 8 personas». Comparten un espacio parecido a una casa. Hay cocina, sala de estar o tendedero. Además, a su habitación han podido llevar los muebles de casa. Un pasillo se ha convertido, por ejemplo, en biblioteca, con butacas y una luz acogedora que invita a la lectura. En la terraza, un canario recuerda al que algunos tenían en casa. Los residentes planchan, tienden la ropa y colaboran en las tareas de cocina. «El cambio que experimentan es espectacular», dice Pili Bermejo, una de las auxiliares cuidadoras.
El proyecto Etxean Ondo se inició en mayo del pasado año y tiene varios frentes de actuación. Por un lado, busca que personas mayores con grandes dificultades vivan en su casa o en el entorno más parecido al propio domicilio. En este caso se encuentran 290 personas mayores. Los Ayuntamientos participan activamente en la gestión de los casos, a partir de una figura de referencia, profesional de servicios sociales. Hay además 14 enfermeras del sistema vasco de salud vinculadas al proyecto. De las 290 personas del programa que viven en casa, 78 lo hacen solas y el resto, con su familia. Del total, hay 33 que superan los 90 años.
Múltiples respuestas
En residencias, el programa Etxean Ondo trabaja con 97 personas. Además de Lamourous participan en el programa los centro Julián Rezola (residencia y centro de día) y Fraisoro. El programa Etxean Ondo fomenta también la participación de los mayores en los eventos de cada municipio.
«El 84% de los mayores quiere vivir en su propio domicilio», explica Miguel Leturia, responsable de Planificación y Modelos de Fundación Ingema-Instituto Gerontológico Matía. «El catálogo de servicios actuales no da respuesta a todo el abanico de necesidades de apoyo y de ahí surgen programas innovadores como éste. Lo que hoy no puede entenderse es que sigan construyéndose grandes residencias con enormes comedores para mayores. Los países nórdicos nos llevan ventaja en este tipo de programas».
Los resultados de Etxean Ondo se compararán con los que presente un grupo de personas mayores atendidas del modo tradicional. La evaluación no se ha hecho pero ya hay pistas sobre los buenos resultados. «Hay quien critica el modelo porque dicen que sale más caro al requerir de más personal», explica Gemma Zabaleta, consejera de Asuntos Sociales. «Las cosas no están tan claras. Estamos constatando la satisfacción de los usuarios. Hay menos ingresos hospitalarios y menor consumo de medicamentos como los antidepresivos».
Desde la consejería de Asuntos Sociales se tiene claro que el envejecimiento es una cuestión de capital importancia. «Euskadi es una sociedad envejecida y dentro de 15 ó 20 años, casi el 30% de la población tendrá más de 65 años», explica Zabaleta. Aspecto que preocupa especialmente es el aumento del sobreenvejecimiento, el número de personas mayores de 80 años.
En este grupo se dan las mayores necesidades de apoyo. ¿Se puede evitar la situación de dependencia? «El doctor Calache, una autoridad en materia de envejecimiento, habla de la importancia del estilo de vida en edades intermedias, a partir de los 50 años, para un buen envejecimiento», precisa Miguel Leturia. «Envejecer en buena forma es posible».
Desde el Gobierno Vasco se ha elegido a la Fundación Matía para desarrollar el programa Etxean Ondo en Gipuzkoa por tratarse de un referente en materia de envejecimiento. «Por solidaridad y por justicia queremos que nuestros mayores vivan en las mejores condiciones», explican sus responsables.
Es el caso de Anselmo, que vive en Lamourous en un hogar compartido con otros residentes. Todos los días ve a su mujer, Consuelo, que sigue viviendo en la casa de ambos en el barrio donostiarra del Antiguo. Durante un tiempo ella fue su cuidadora principal. Ahora comparte la tarea. «Todos los días viene y participa en todo lo que ocurre en el centro», explica Javier Quintas. «Se junta con el resto de residentes, colabora en la lectura del periódico, sale con ellos a la terraza y les acompaña. Está integrada en el grupo. Hay más casos así. Participan de los cuidados, del cariño y de lo que ocurre aquí».
La jornada del jueves en Lamourous fue especial y no solo por el paso de los periodistas. «Todos estamos cooperando para la fiesta», recuerda Consuelo. El aroma de los mejillones era excelente. «Ahora solo falta el beso de tornillo de la pareja», dice la auxiliar. «Lo vamos a poder ver seguro».
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