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El color negro de los gorros identificaba a los nadadores más rápidos de ediciones anteriores. :: FOTOS USOZ
Caballero consigue por fin su objetivo
NATACIÓN

Caballero consigue por fin su objetivo

El nadador donostiarra, después de varios intentos, ganó la travesía Getaria-Zarautz. Con tal solo 18 años, Irati Mendia logró alzarse hasta el quinto puesto de la clasificación general

LIDE REKONDO

Lunes, 30 de julio 2012, 13:57

El donostiarra Jaime Caballero, que ha hecho de la natación su profesión y su vida y acredita un palmarés sobresaliente, se quitó ayer una espinita y consiguió, tras varios intentos fallidos, ganar una prueba que se le resistía: la 42 edición de la Getaria-Zarautz, en la que compitieron 2.400 deportistas. El nadador de 36 años cubrió en 35 minutos y 20 segundos los 2,9 kilómetros que separan el puerto de Getaria de la meta situada en la playa de Zarautz, donde cientos de personas esperaban a los nadadores.

«Ha sido la llegada más emocionante de mi vida», aseguraba Caballero, tras celebrar la victoria con un gesto muy elocuente. Y tenía más de una razón para emocionarse: entre el público se encontraba Fran, un amigo gallego afectado de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica). Caballero, que colabora desde hace tiempo con la Asociación de ELA 'Siempre Adelante', ha dedicado a esa causa muchos de sus logros deportivos en aguas abiertas, como nadar durante más de diez horas en el canal de Santa Catalina en California, cruzar el Lago Ness sin protección o el ser primer nadador vasco en atravesar el canal de La Mancha, entre otros.

Que Caballero cumpliera su sueño ganando una prueba para la que «tanto he entrenado», como él mismo reconoció, supuso que no pudiera cumplirse el de Adnan Mustafic, ganador de las tres últimas ediciones, que podría haber sido la primera persona en ganar cuatro veces seguidas la popular travesía. El nadador de origen bosnio residente en Getxo hizo un excelente papel, puesto que ocupó el tercer escalón del podio a poco mas de un minuto del ganador, pero el segundo puesto correspondió al senior Pablo Etxeberria Arano.

«Peleando con los chicos»

Con una importante presencia de mujeres, destacó la figura de Irati Mendia, ganadora absoluta femenina y quinta en la clasificación absoluta, con un tiempo de 36 minutos y 54 segundos y por delante de nadadores que han obtenido excelentes resultados en anteriores ediciones.

Aunque tan solo tenga 18 años, ya ocupa un lugar destacado en el mundo de la natación. Mendia acaba de aterrizar del Campeonato de Europa Junior de Aguas Abiertas que se celebró en Turquía hace dos semanas pero, no obstante, considera que la Getaria-Zarautz es «la prueba de Euskadi que más nivel tiene». Ya había participado en ediciones anteriores en los que salió victoriosa entre las mujeres, pero ayer su reto era otro: «Quería estar adelante, peleando con los chicos». Se lo propuso y lo consiguió, por lo que se siente «muy satisfecha por haber quedado entre los cinco primeros en la clasificación general».

También merecen una especial mención las cuatro valientes que compitieron en la categoría de veteranas, entre las que se encontraba la donostiarra Txaro Tomasena, que empezó a competir bien pasado el medio siglo y este año se ha tomado muy en serio su preparación para la Getaria-Zarautz.

La 42 edición de la travesía partió a las 12 en punto del mediodía de Getaria, con los nadadores distribuidos en cuatro grupos diferenciados según el color del gorro que vestían. Los primeros fueron los de color negro, nadadores que en pasadas ediciones -2009, 2010 o 2011- no superaron los 45 minutos. Les seguían los verdes, cuyos anteriores tiempos estaban entre los 45 y los 52 minutos, en tanto que los que en ediciones anteriores habían cubierto el recorrido entre los 52 minutos y la hora vistieron el gorro blanco. Integraban el último grupo los que superaba ese tiempo y los que participaban en la travesía por primera vez. Aproximadamente una hora más tarde todos los protagonistas del día se encontraban ya en el la playa zarauztarra donde, tras algunos sprints muy reñidos, porque más de una posición se jugó en la arena, pudieron por fin reponer fuerzas gracias a las naranjas, las barritas, los yogures y las bebidas que los organizadores y varias empresas de la zona pusieron a su disposición.

La de ayer volvió a ser una jornada en la que el deporte se convirtió en una fiesta y, además, todo contribuyó a una buena causa, puesto que a través del servicio de guardarropía o del chip solidario que adquirieron muchos deportistas se ayudó a la Asociación de Padres y Madres de Niños Oncológicos de Gipuzkoa.

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