El Metro abre la puerta

Los técnicos la han bautizado como 'coralina', aunque basta con que se trastoquen dos letras para que acabe con el apodo de 'carolina'. El tiempo y la sabiduría popular lo dirán.

La primera 'coralina' quedará instalada el próximo martes en el acceso desde Montes Francos a la nueva estación de Intxaurrondo, que se inaugurará a primeros de octubre. Se convertirá de esta manera en la primera marquesina del Metro de Donostialdea, que está llamada a transformarse en un nuevo icono de la ciudad, como ha ocurrido con los 'fosteritos' de Bilbao.

Varios operarios desafiaban ayer el intenso calor mientras daban forma a la estructura que será colocada la próxima semana con la ayuda de una grúa de gran tonelaje. La marquesina, diseñada por el estudio noruego de arquitectos Snohetta y fabricada en Euskadi, ofrecerá algo similar a una imagen «tridimensional marina, tipo coral y de acero inoxidable». En su cara superior estará revestida con «una lámina vítrea» que permitirá aprovechar la luz natural durante el día y de noche será iluminada «de tal forma que se asemeje a cualquiera de los elementos que conforman la fauna de las profundidades marinas», según los arquitectos de Snohetta.

Ajenos a estas consideraciones estéticas, los trabajadores soldaban bajo un sol inmisericorde las piezas de una estructura que ha sido trasladada a Intxaurrondo en seis camiones, uno de ellos catalogado como transporte especial. A sus espaldas ya estaba en funcionamiento la larga escalera mecánica que desde la misma superficie conducirá a los futuros usuarios del metro hasta una cota de cuarenta metros de profundidad, hacia los trenes que cada 7,5 minutos conectarán Lasarte con Herrera.

«Van a quedar alucinados»

La escalera, una de las más largas del Estado, garantizará una capacidad de transporte de 11.700 personas por hora, cantidad más que suficiente para atender a los 15.000 viajeros que se prevé que utilicen la estación de Intxaurrondo.

«Los vecinos van a quedar alucinados», afirmó ayer el viceconsejero de Transportes, Ernesto Gasco, durante una visita a las obras. Los trabajos ya casi están finalizados y, cuando se instalen las 'coralinas', ya solo faltará el montaje e instalación de equipos, comunicaciones y la señalización.

Los letreros serán de color azul, que contrastará con el blanco de los paneles de acero vitrificado que cubren los muros de la estación y sus accesos. Además de permitir una limpieza fácil tanto del polvo que se pueda acumular en su superficie como de pintadas, la luminosidad de este material ofrece en los pasillos y andenes una sensación de amplitud y ligereza. «No hay peligro de claustrofobia pese a estar a cuarenta metros de profundidad», señaló ayer Gasco.

El viceconsejero señaló también que la oposición de Bildu a los tramos del metro que atravesarán el centro de Donostia «es de una ceguera política absoluta y va en contra de los intereses de los donostiarras». «Las obras están presupuestadas y se harán», recalcó.