El Bidasoa-Irun echa hoy a andar a las órdenes de Fernando Bolea

El Bidasoa-Irun empieza a trabajar hoy por la tarde. Lo hará a las órdenes de Fernando Bolea, pero el técnico no tendrá una plantilla tan amplia como se podía esperar. Durante el verano se han ido dando diferentes contratiempos que han dejado algo tocado el ilusionante proyecto que se presentó en el mes de junio, cuando fue dado a conocer el nuevo entrenador bidasotarra.

Todo hacía indicar que la plantilla del año pasado iba a continuar en su totalidad, pero no es así. Iker Cambronero no ha llegado a un acuerdo con el club bidasotarra, Fernando Rincón y Paco Barthe podrían dejar el equipo por estudios y Elur no está de acuerdo con lo que le ha propuesto el Bidasoa, que no es otra cosa que entrenar con el primer equipo y jugar, cuando no sea convocado por Bolea, con el Irungo Gaztiak, club con el que se está trabajando para llegar a un acuerdo de filialidad.

En la misma situación que Elur se encuentran Ander Ruiz e Iñigo Villamía, pero el club todavía no ha notificado si estos dos jugadores han aceptado su propuesta. Además falta por confirmar el fichaje del lateral cubano Yoel.

También se han dado problemas con los porteros. Astydamas se marcha a jugar a Francia y el Bidasoa pretendía contar con el irundarra Joseba Zabala, pero La Bacaladera ha pedido unos desorbitados 3.000 euros en concepto de derechos de formación que perjudican al Bidasoa y al propio jugador, por lo que el club ha fichado a Mouriño.

Así las cosas, Fernando Bolea sólo puede contar por el momento con diez jugadores. Los porteros Zubiria y Mouriño, los extremos Aranburu, Gimeno y Burguete, la primera línea formada por Leo, David Rincón y Azkue y los pivotes Aldunate y Ugarte.

Todavía queda mucho para que comience la temporada y lo más importante es que el Bidasoa tiene tiempo para darle una vuelta de tuerca a la actual situación y poder comenzar el curso con un equipo de garantías.

Bolea, ilusionado

La coyuntura actual no es la idílica, pero Fernando Bolea tiene claro que «el Bidasoa necesita paciencia. Tal y como están las cosas, con mucha ilusión y sin grandes presupuestos se pueden lograr objetivos que antes sólo estaban al alcance de los más poderosos. Hay que apostar por gente joven que luche en cada entrenamiento y tenga mucha ilusión por jugar en el Bidasoa».

Todavía es pronto para saber hasta dónde puede llegar el equipo amarillo, pero el técnico asegura que «la idea es estar un poco más arriba que el año pasado, que la gente disfrute y que el equipo siga creciendo. Para ello vamos a tener que trabajar mucho. Lo fundamental es que hay tranquilidad en el club y con la sensatez de los directivos, algo que no se puede perder, podemos hacer cosas bonitas».

Y al referirse al equipo que le gustaría tener entre manos apunta que «quiero un equipo aguerrido, que defienda bien y dispute todos los balones. Me gusta que aunque se va perdiendo, los jugadores tengan la confianza de que se puede remontar. Quiero un equipo que juegue en equipo».