Fallece una mujer en Barcelona por arma blanca a manos de su pareja

Una mujer de 33 años de nacionalidad española falleció el domingo supuestamente a manos de su pareja, de 31 y también español, en la localidad barcelonesa de Sant Feliu de Codines. La pareja tenía un hijo en común aunque vivían separados en casas de sus respectivos padres por motivos económicos.

Los hechos ocurrieron la madrugada de ayer en el número 93 de la avenida Agustí Santacruz de Sant Feliu, donde el presunto agresor, Alejandro C.M., de 31 años, vivía con sus padres y su hermano.

Alrededor de las cuatro de la madrugada los Mossos d'Esquadra recibieron una llamada del hermano del supuesto agresor alertando de una pelea conyugal en el domicilio. Al llegar al lugar hallaron a la mujer, Eva E.C. de 33 años y vecina de Caldes de Montbui, herida de gravedad por heridas de arma blanca y procedieron a su traslado al hospital de Granollers, donde murió minutos después de su ingreso. La pareja de la víctima fue arrestada en el lugar del crimen.

Tras conocerse los hechos, El Ayuntamiento de Sant Feliu de Codines condenó la muerte de la mujer y su alcalde, Pere Pladevall, mostró su consternación por lo que ha calificado de «terrible desgracia».

En declaraciones a los periodistas, Pladevall explicó que la pareja, que tenía un hijo menor de edad, vivía separada por «cuestiones económicas», pero no porque tuvieran problemas sentimentales, y esta noche la pasaban juntos. Añadió que posiblemente no podían hacerse cargo del pago de un piso, por lo que el detenido residía en Sant Feliu de Codines, mientras que la fallecida lo hacía en Caldes de Montbui.

Al edil no le constan ni denuncias por malos tratos ni que pelearan habitualmente. «Una suposición mía es que vivían separados porque no podían pagar un piso conjuntamente», ha apostillado.

Respecto al hijo de la pareja, el alcalde afirmó que se encuentra «perfectamente atendido» con un miembro de su familia y que no ha resultado herido ni se ha visto implicado en la agresión.

Asimismo, el primer edil avanzó que el consistorio estudiará ahora como puede «atender y colaborar con la familia damnificada».

El caso está bajo secreto de sumario, pero el alcalde confirmó que se trata de un crimen de violencia machista, el primero en el municipio con una víctima mortal.

Según sus palabras, ni la policía local ni los Mossos d'Esquadra tenían constancia de ningún hecho grave anterior ni habían recibido ninguna denuncia de la víctima, y «todo indica que no había problemas aparentes entre ellos».

El Área de Investigación Criminal de la Región Metropolitana Norte de los Mossos d'Esquadra se ha hecho cargo del caso.