Secciones
Servicios
Destacamos
CRISTINA TURRAU
Miércoles, 3 de octubre 2012, 09:15
Pasaia contará desde el próximo mes de noviembre con una marina seca con 200 plazas de amarre privado para barcos de recreo. Se trata de un servicio de custodia y puesta en el mar, surgido del Centro de Empresas e Innovación Bic Gipuzkoa Berrilan. «Pretendemos reducir gastos de guarda y mantenimiento y evitar vertidos contaminantes al mar de los productos que se usan para la limpieza de los barcos», explica Pablo Tuduri, uno de los socios de la empresa La Nautika. «Tener los puertos llenos de barcos que no se mueven es un despropósito».
Un pabellón y una pequeña explanada para las embarcaciones se han habilitado en Pasai Donibane. El grueso de las embarcaciones se guardará en Lezo. Falta por llegar la grúa que elevará los barcos desde el mar y que se espera para el próximo mes. También se instalará un pantalán para la llegada de los barcos. Pasai Donibane albergará entre 25 y 30 barcos, los que más se usen. El resto se llevarán a Lezo.
«En Lezo tenemos capacidad potencial para albergar 3.000 barcos», relata Tuduri. «De momento ofertamos 200 plazas porque es el número de barcos al que podemos dar servicio. Trabajamos con la previsión de servir a 1.000 embarcaciones en cinco años».
No se trata solo de guardar los barcos fuera del agua. «No somos un invernadero de barcos, porque llevamos el barco al mar. Ahora hay dos opciones: dejar el barco en el agua todo el año o guardarlo en seco hasta el verano. No hay posibilidades intermedias. Si el barco está en el agua y no se usa, se deprecia una barbaridad, porque sufre mucho desgaste. Y si está en seco no se puede disponer de él. Nosotros ofrecemos soluciones a quien navega bastante, al que navega poco y a quien lo mueve muy poco, pero algo».
Fórmula habitual en Europa
El sistema de marina seca es un medio muy implantado en el norte de Europa y en Estados Unidos, relata Tuduri. La embarcación está en tierra y el propietario puede disponer de ella. «El sistema está especialmente pensado para aquellos propietarios que no utilicen asiduamente sus embarcaciones», dice Tuduri. «El salitre del agua de mar, junto con las algas y microorganismos que se adhieren al casco de los barcos, obligan a un mantenimiento constante y a aplicar costosos tratamientos, poco respetuosos con el medio ambiente, al estar compuestos por metales pesados».
Se ofrece la posibilidad de guardar los barcos a cubierto o al aire libre. «Incluso al aire libre el mantenimiento del barco es infinitamente mejor. Lo que lo destroza es el contacto con el agua».
Profesor de Derecho en la Universidad Carlos III de Madrid hasta hace diez años, el sanjuandarra Pablo Tuduri ha terminado trabajando en lo que era su 'hobby'. «Cuando nació mi hijo nos volvimos de Madrid. Soy regatista de vela y en Francia, por ejemplo, conocí sistemas de amarre como el que ahora implantamos. Tenemos que cambiar nuestra relación con el mar. El 87% de la gente que tiene barco navega menos de una vez al mes. Y el mantenimiento de la nave supone el 10% de su valor. Con este sistema lo reducimos a nada. Y además, sin necesidad de usar productos contaminantes. En otros países son más rigurosos en cuestiones medioambientales».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.