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L. C.
Viernes, 12 de octubre 2012, 03:31
Levi Leipheimer ha confesado que él también recurrió al dopaje sistemático durante la gran mayoría de su carrera deportiva, por lo que ha aceptado una suspensión de seis meses decretada por la USADA, que entró en vigor el 1 de septiembre. Además, el ciclista americano ha sido desposeído de todos sus resultados desde junio de 1999 hasta el 30 de julio de 2006 y desde el 7 de julio hasta el 29 de julio de 2007. Su actual equipo, el Omega Pharma-Quick Step, le ha suspendido de forma fulminante.
Leipheimer, uno de los escuderos más cualificados de la etapa inicial de Armstrong y de los primeros en intentar volar en solitario antes de volver al redil tras fracasar en sus asaltos a las grandes vueltas, ha confesado su dopaje en una carta que ayer publicó 'The Wall Street Journal' bajo el título de 'Por qué me dopé'.
En el artículo afirma que acepta «la responsabilidad y las sanciones de la USADA por participar en el sucio pasado de la bicicleta», aunque se apresura a decir que lleva cinco años corriendo «limpio».
«El dopaje era la norma»
Leipheimer denuncia que «hasta hace poco, o tal vez incluso hasta hoy, cuando la gente pensaba sobre el dopaje, pensaban en un tipo, por sí mismo, usando sustancias prohibidas para salir adelante. Lo que la gente no se dio cuenta -lo que no me di cuenta hasta después de que ya había acometido a esta carrera- era que el dopaje era organizado y en todo el pelotón. El dopaje no era la excepción, era la norma».
Más adelante, el todavía corredor americano, que este mes cumple 39 años, explica que al convertirse en profesional vio «el ciclismo como lo que era: un deporte donde algunos mánagers de equipo y los médicos coordinaban y facilitaban el uso de sustancias y métodos prohibidos para sus corredores. Un deporte en el que los atletas de alto nivel, tal vez sin excepción, usaban sustancias prohibidas». Añade que se vio «obligado a tomar las decisiones que tomé. Admito que he usado sustancias prohibidas. La gente estará decepcionada y dirá que debería haber elegido otra manera y que sólo estoy poniendo excusas. No ofrezco esta descripción del deporte como excusa, simplemente como una explicación del contexto y la razón de mi decisión. No voy a mentir sobre ello, tengo que asumirlo, acepto la responsabilidad de mi decisión»
En el tiempo que abarca su sanción, entre 1999 y 2007, Leiphemer militó en los conjuntos estadounidenses Saturn y US Postal, Rabobank -que ayer se mostró «especialmente decepcionado» con su excorredor- y Gerolsteiner -un equipo marcado por el dopaje con casos como el de Bernhard Kohl o Stefan Schumacher-, antes de volver a la estructuras de Lance Armstrong en Discovery y Astana. Sólo esta temporada 2012 había salido de esa órbita y fichó por el Omega.
Accede a colaborar
Leipheimer continúa su relato revelando cómo accedió a colaborar con la agencia antidopaje de su país: «Cuando la USADA vino a mí y me describió una solución donde mi admisión podría ser parte de un plan más grande que haría que los cambios positivos que hemos visto en los últimos años sean permanentes dije 'tengo que estar involucrado'».
Su nombre aparece en el dossier de la USADA junto a, entre otros, los de Tom Danielson, Christian Vande Velde y David Zabriskie, hoy corredores del Garmin que también han confesado su dopaje. Leiphemer concluye su carta asegurando que las cosas han cambiado en el seno del pelotón. «Gracias a un mejor análisis y un cambio en la cultura del deporte, el ciclismo ha sido mucho más limpio por varios años. La nueva generación de corredores no está afectada por las decisiones que tomamos. Al asumir la responsabilidad de lo que hemos hecho, mi generación se asegurará de que esto siga siendo así».
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