Secciones
Servicios
Destacamos
NEREA AZURMENDI
Martes, 16 de octubre 2012, 04:59
La Comisión Postuladora para la causa de la beatificación del padre José María Arizmendiarrieta (1915-1976), en colaboración con el Consejo Pontificio Justicia y Paz, aprovechará la presencia en Roma de 262 obispos de todo el mundo, reunidos con motivo de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo Episcopal, para dar a conocer la figura Arizmendiarrieta y su principal obra: la experiencia cooperativa de Mondragón.
«No es una iniciativa formalmente inscrita en el proceso de canonización, pero sin duda va a ayudar en la medida en que contribuirá a que Arizmendiarrieta sea más conocido», afirmaba ayer desde Roma Juan Manuel Sinde, ingeniero industrial, ex-directivo de MCC y secretario de la Comisión Postuladora. Tal como lo hizo ayer en una presentación dirigida a la colonia religiosa vasco-española de Roma en la que, entre otros, intervino el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, también intervendrá hoy en el acto al que han sido invitados los obispos reunidos en Roma hasta el próximo día 28.
En el mismo, titulado 'La Experiencia Cooperativa de Mondragón, sus raíces cristianas y su potencialidad para promover la Doctrina Social de la Iglesia en el contexto de la nueva evangelización', intervendrán también los cardenales Peter K.A. Turkson (presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz) y Antonio Cañizares, así como el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, y José Luis Jiménez, ingeniero industrial, ex-directivo de MCC y miembro de la Comisión.
Juan Manuel Sinde considera que la presentación que tendrá lugar esta tarde en Roma se produce en «un momento especialmente oportuno» por dos razones. En primer lugar, porque ofrece la oportunidad de llegar a personas de peso en la Iglesia que en otras circunstancias serían mucho menos accesibles. En segundo, pero no por ello menos importante, «porque en estos momentos de crisis en los que parece que para sobrevivir hay que dejar la ética de lado nosotros de alguna manera representamos lo contrario. En última instancia, somos el primer grupo industrial del País Vasco, que se ha hecho desde unos principios cristianos, compartidos por supuesto por otras personas desde el humanismo. Plantear la empresa desde unos principios éticos, dando prioridad a la solidaridad y la cooperación y haciendo que prevalezca el bien común sobre el bien individual, es precisamente lo que nos ha permitido llegar hasta donde hemos llegado». Desde ese punto de vista, los representantes del movimiento cooperativo que puso en marcha el padre José María Arizmendiarrieta han viajado a Roma «dispuesto a compartir nuestra experiencia y a colaborar el otros proyectos de corte social que se pongan en marcha en el mundo».
Defiende también la universalidad y el carácter inspirador de la figura de José María Arizmendiarrieta el Vicario General de la Diócesis de San Sebastián, Joseba González. Asegura que «hoy en día la figura de don José María es para todos, cristianos y no cristianos, pero en particular para los cristianos de Gipuzkoa y más concretamente para los curas, un referente de alguien que supo conectar el Evangelio con las personas de su tiempo». El legado de Arizmendiarrieta, en cualquier caso, ha trascendido a su tiempo y, como destaca Joseba González, «la obra del sacerdote que a los dos años de ser destinado a Mondragón ya había fundado la escuela de formación profesional es un recordatorio constante de la necesidad de la cooperación para cualquier cosa en la vida, y de que es mejor trabajar juntos no en competencia, sino en colaboración».
Un proceso largo y complejo
Pocos se atreverían a poner en duda la pertinencia, la conveniencia o el éxito de la visión de José María Arizmendiarrieta, un vizcaíno formado en Vitoria que enraizó en Gipuzkoa una obra que se ya no tiene fronteras. Avanzar en un proceso de canonización que comenzaron a impulsar algunos de sus discípulos en 1999 es, sin embargo, mucho más trabajoso, y se consideraría más que satisfactorio que el primer paso hacia la santidad, el nombramiento de 'venerable', se produjera en 2015, coincidiendo con su centenario.
El proceso, que es largo y complejo y está sometido a numerosos formalismos, está ya en su segunda fase, en la fase romana. Tras haber sido inicialmente visto y tramitado en la Diócesis de San Sebastián, las actas resultantes fueron remitidas en 2009 a la Congregación de las Causas de los Santos de Roma, que en mayo de 2010, de manera inusualmente rápida, emitió un 'decreto de validez' que ponía en marcha la parte más exigente del itinerario.
El siguiente paso formal, como recuerda Juan Manuel Sinde, «es la presentación de la llamada 'positio' al Congreso Peculiar, una reunión de teólogos que van a analizar la vida de Arizmendiarrieta desde el punto de vista del ejercicio extraordinario de las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad», que es lo que conduce a la santidad. Hoy, sin embargo, de lo que se trata es de dar a conocer quién fue y qué alguien que «en vida no quiso nunca ni cargos, ni títulos ni reconocimientos externos».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.