Secciones
Servicios
Destacamos
ARTURO GARCÍA
Jueves, 29 de noviembre 2012, 02:09
Era el azul su color favorito durante su adolescencia porque le hacía sentirse «tranquilo y seguro» pero, han pasado los años, y Mikel Urdangarin (Zornotza, 1971) ha llegado a la conclusión de que ya no tiene «color preferido». Pese a esa constatación, ligada a lo emocional, el cantautor euskaldun prosigue la defensa de su espacio en el cada vez más complicado contexto musical actual, poniendo ahora sobre la mesa las claves de su evolución y sus nuevas inquietudes tanto sonoras como literarias.
El nuevo disco fue grabado en apenas un fin de semana con el único acompañamiento del batería Angel Celada y el teclista Koldo Uriarte, que aportan a las composiciones una sonoridad donde, partiendo de que hay más espacio para cada instrumento, «hemos intentado entre los tres dibujar un recorrido sonoro lo más intenso posible».
Bajo esa premisa, el cantautor euskaldun ha buscado la esencia de las composiciones, tanto en letra como en musicalidad, buscando «suavizar esa intimidad de las letras mediante la música; y, así, escribir y dibujar de la mejor manera posible nuestros invisibles mundos interiores».
Búsqueda
Urdangarin confiesa que en esta nueva grabación, cuyo cambio de registro ya tenía claro tras la publicación de su anterior disco en directo, junto a su banda de colegas y compinches de toda la vida, ha procurado «tomar distancia, descentralizarme, intentanto universalizar las historias y no caer en el egoísmo. Creo que hablo de lo de siempre. Aunque lo de siempre cada día sea diferente, aunque no hable de la crisis, los desahucios ni de los honrados banqueros, sino de cosas directas que ocupan mi vida».
Urdangarin aborda en sus nuevas canciones aspectos como la necesidad de idealización que siempre rodea al ser humano desde su infancia, el rehacerse como persona en la vida «algo que nos enriquece hasta la siguiente caída», el concepto de invisibilidad que persiguen algunas personas que siempre tratan «a nuestro alrededor de pasar sin hacer ruido, en silencio y no se quieren hacer notar», y la soledad, como un elemento vital humano que siempre está ahí».
El músico señaló ayer, durante la presentación del álbum en la biblioteca de Bidebarrieta de Bilbao, que está convencido de que este 'Azula' es el disco en el que más se ha desnudado, en el que «más me he expuesto y eso me causa una sensación de cierto vértigo pero también salgo convencido de que ha sido un ejercicio necesario».
El músico presentará en directo sus nuevas canciones en el mismo formato trío en el que ha sido grabado, adaptando también a esa sonoridad su anterior repertorio.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.