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CÉSAR CALVAR
Viernes, 30 de noviembre 2012, 03:35
La dura cura de austeridad a la que está sometida la economía española, y que provocará este año un adelgazamiento del PIB en el entorno de 1,5 puntos, no basta a ojos de la OCDE. Este organismo multilateral, que agrupa a las economías más avanzadas del mundo, recomendó ayer al Gobierno que intensifique el tratamiento de choque mediante la aplicación de dos de las recetas más impopulares: subida del IVA y de otros impuestos y un abaratamiento adicional del despido. El Gobierno, de momento, dice que no tiene intención de adoptarlas.
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurria, visitó Madrid para presentar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, las conclusiones de su Informe Económico 2012 sobre España. El documento, cuyas grandes cifras ya fueron adelantadas en París este martes, avisa de que la recesión en España se recrudecerá en 2013 con una caída adicional del PIB del 1,4% (casi el triple de la estimada por el Gobierno) y una escalada del paro hasta el 26,9%.
Pero el dictamen no se limita a cuantificar la debacle inminente. Gurría dio a conocer este jueves su letra pequeña, que exhorta a España a endurecer las reformas para combatir el desempleo y fomentar el crecimiento en medio de un entorno adverso.
La economía mundial, destacó el líder de la OCDE, «se ha deteriorado» en un grado que era imprevisible hace sólo unos meses y en ese contexto las posibilidades de España de alcanzar la recuperación son exiguas. Por eso su organización pidió al Ejecutivo que aplique «plenamente las reformas emprendidas» y «tome nuevas medidas para restaurar la confianza en el sector bancario, consolidar las finanzas públicas y combatir el elevado desempleo». De paso, Gurría instó al resto de países de la UE a respaldar sin fisuras a España si pide el rescate.
Entre las «nuevas medidas» para sanear la economía española, el club de los países ricos sugiere una nueva subida del IVA, que consistiría en aplicar «a más bienes y servicios» el tipo general (que Rajoy aumentó tres puntos en septiembre, del 18% al 21%). Dicho de otro modo, eliminar o reducir a una presencia testimonial el peso del tipo reducido (que subió del 8% al 10% hace apenas dos meses) y súperreducido (4%), que gravan determinados bienes y servicios esenciales como el transporte y los alimentos básicos.
Medicina
El Gobierno ya ha aplicado esa medicina. La subida del IVA de septiembre incluyó una ampliación del gravamen general a bienes y servicios antes sujetos a los tipos menores. Los casos más llamativos fueron los del material escolar (salvo libros), cuyo gravamen creció de golpe 17 puntos (del 4% al 21%), y los de los servicios culturales y funerarios, donde se disparó 13 puntos, del 8% al 21%. Sólo el turismo se salvó, hasta el momento. Su tipo de IVA sigue siendo el reducido del 10% para mantener su competitividad por ser de los pocos sectores que aún aportan crecimiento al PIB y generan empleo, aunque sea estacional.
Gurría se declaró defensor a ultranza, incluso en su propio país (México) de una tasa única de IVA, «la más alta, las más captadora». Además de incrementar la imposición sobre el consumo, propuso «elevar los impuestos medioambientales», hacer «permanente» la subida de la presión sobre los bienes inmobiliarios y reducir la tributación de las transacciones inmobiliarias.
«La tendencia mundial», explicó el secretario general, es aumentar los impuestos sobre el consumo y sobre las emisiones «para compensar» una supuesta bajada de la presión fiscal directa que en España todavía no se ha producido. Al contrario, en su primera reunión el Gobierno de Rajoy subió el IRPF para 2012 y 2013. Y cada vez parece menos realizable su promesa inicial de volver a bajarlo en 2014.
Junto al nuevo golpe a las rentas de las familias que supondría subir más el IVA, la OCDE propone «seguir reduciendo la indemnización por despido» e instaurar un contrato único, con compensaciones por extinción inicialmente bajas, que se incrementen progresivamente en el tiempo. Gurría justificó esta demanda por la necesidad de «disminuir la amplia brecha» que existe entre unos empleados fijos a su juicio «demasiado protegidos» y otros eventuales «desprotegidos». «El contrato único o algo parecido podría equilibrar ambas cosas», afirmó.
Negativa tajante
Preguntado si piensa adoptar las medidas que plantea la OCDE, el ministro de Economía, Luis de Guindos, se mostró tajante en presencia de su invitado. «El Gobierno español ha tomado ya las decisiones que ha tomado y no piensa tomar ninguna más al respecto», subrayó. No obstante, aseguró que el Ejecutivo «analizará con extrema atención» e incluso con «cariño» todas las recomendaciones recibidas.
Gurría aprovechó para animar a los socios europeos a respaldar a España si, al final, pide a Bruselas el rescate financiero. «El elemento que en este momento habría que requerir, que habría que solicitar, es que los socios europeos de España, dado su desempeño, hagan una declaración inequívoca de que en caso de que España pida alguna ayuda le será concedida», señaló.
La visita a Madrid del secretario general de la OCDE con sus polémicas recetas no pasó desapercibida a los sindicatos. El secretario de acción sindical de UGT, Toni Ferrer, aseguró que las medidas propuestas por este organismo son «erróneas» y «completamente nocivas» para la economía española. Por su parte, Comisiones Obreras instó al club de los países ricos a «estudiar más la realidad española antes de realizar propuestas».
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