Borrar
Un bidegorri sin principio ni final
LA VOZ DE LOS VECINOS

Un bidegorri sin principio ni final

El carril bici de Herrera no enlaza con el que llega de Intxaurrondo por Txaparrene. Usuarios de las bicicletas no entienden los motivos por los que no se ha rematado la obra civil para permitir enlazar el bidegorri de Donostia con el de Pasai Antxo

ÁLVARO VICENTE

Lunes, 18 de febrero 2013, 12:19

Son apenas cien metros. Es el tramo de bidegorri fantasma. Un islote en mitad del océano de kilómetros rojos. El tramo que debe servir de nexo entre el bidegorri de Txaparrene (Intxaurrondo-Altza) y el de Buenavista (Pasaia) se ha quedado sin rematar. La nueva plaza generada a raíz de la renovación de la estación del Metro de Herrera luce reluciente, a excepción de este tramo de vía para ciclistas.

Otro de los problemas que se ha destapado en esta nueva zona de Herrera está en el carril de bajada desde la Avenida José Elósegui en dirección a Buenavista. Los vehículos deben negociar una curva en bajada que ha provocado que más de un conductor se haya golpeado con la acera.

El carril bici provisional está protegido por vallas de obra, con el pavimento bacheado y sin ningún signo que se vaya a actuar. Se cumplen cuatro meses desde que se inauguró la nueva estación. Los vecinos intuían que la conexión de los bidegorris iba a a estar lista para ese momento. No fue así pero, según dicen comerciantes de esa zona, «esperamos que cuando se completen el resto de trabajos que quedan por hacer el bidegorri también sea una realidad».

Los ciclistas no corren peligro porque se han puesto medidas para que circulen protegidos del paso de los vehículos, pero resulta «sorprendente» que se haya quedado a medias. «¿Es un asunto competencial? Si es así, resulta difícil de explicar», cuestiona Alejandro Ramírez, vecino de la zona de San Luis.

Esta conexión de bidegorri rompe la continuidad que sí existe desde Gros. Se puede circular por bidegorri desde la avenida de Navarra hasta Errenteria con la excepción de este tramo sin rematar. La conexión desde Gros al Centro estaría terminada si se conectara la Calzada Vieja de Ategorrieta con la Zurriola, pero el Gobierno Vasco ha denegado la subvención solicitada al ayuntamiento (hasta el 70% del coste del proyecto) para su construcción.

A cambio, Movilidad ha anunciado que no renunciará a hacer «mejoras» en los bidegorris existentes (se están analizando cambios en el tramo Errondo-Sancho el Sabio-Easo) y a ampliar la red con nuevas zonas 30, calzadas de un carril en calles secundarias donde los coches deben aminorar la velocidad y permitir la circulación prioritaria de la bicicleta por la mitad de la calzada. Esto ya es una realidad en zonas de Gros, Centro y Antiguo y va a ser una estrategia que continuará a futuro. La extensión de la bicicleta en la ciudad pasa por que los ciclistas compartan cada vez más espacio con el resto de vehículos (los coches) y se separen de los peatones. Es lo que ocurre en las ciudades europeas y es por lo que apuestan, junto a medidas de calmado del tráfico, las propias asociaciones de ciclistas como Kalapie. Pero junto a esta política, las instituciones están implicadas en ampliar las conexiones de la red urbana de bidegorris con los municipios de alrededor. De esta forma se ha hecho posible pedalear entre Errekalde y Oiartzun (Arditurri), pasando por toda la red urbana, a lo largo de 24 kilómetros de bidegorri. Tanto en este eje Este-Oeste, como en el Norte-Sur, de conexión de la ciudad con la cuenca del Urumea, las instituciones se han marcado como retos de legislatura «enlazar con Hernani y con Lasarte».

En el eje ciclista San Sebastián-Hernani, no obstante, casi tiene más deberes la administración municipal que la foral. El bidegorri Astigarraga-Martutene funciona desde hace años, sin embargo desde este barrio no hay conexión con Loiola. El Ayuntamiento está trabajando en estos proyectos. La red de bidegorris ahora muere en Riberas y Loiola. Con la boulevarización de la travesía de Loiola discurrirá un carril bici que llegará hasta el puente de los cuarteles. A partir de aquí se trabaja en dos trazados para conectar con Martutene, a través de Txomin Enea.

Uno de ellos se trazará en la nueva urbanización del barrio junto a la carretera (paseo de Antzieta), una zona peatonal (no se le puede llamar ni acera) por donde hoy discurren irregularmente los ciclistas junto a los viandantes. El segundo trazado discurrirá junto a la margen izquierda del Urumea en zona inundable. No será, por tanto, un bidegorri formalmente sino un camino por donde se podrá andar en bici y que llegará hasta el polígono 27. Desde esta rotonda, el Ayuntamiento también debe redactar el proyecto para conectar mediante acera y bidegorri con el barrio de Martutene propiamente dicho. La Diputación, por su parte, presentará «en breve» el proyecto para conectar el bidegorri Martutene-Astigarraga con Hernani.

Para ampliar el carril bici más allá de Errekalde se están estudiando fundamentalmente dos alternativas. Una de ellas subiría hasta Belartza bajar desde allí bajar al municipio vecino. La segunda apuesta por llevar el bidegorri por la antigua vía ferroviaria, ahora sin uso por el desdoblamiento, entre Errekalde y Lasarte.

Se ha hecho posible pedalear entre Errekalde y Oiartzun (Arditurri), pasando por toda la red urbana, a lo largo de 24 kilómetros de bidegorri. Quedan por rematar los cien metros de bidegorri que unen la zona de Buenavista con la plaza San Luis de Herrera.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Un bidegorri sin principio ni final