Estudio sobre las posibilidades de la biomasa

Y si la apuesta por la energía del agua de las centrales minihidráulicas, ha marcado el siglo XX, el XXI podría ser el de la biomasa. En octubre del año pasado la empresa Idema realizó para el Ayuntamiento un estudio acerca de las posibilidades de sustituir las calderas de varios edificios municipales que en la actualidad funcionan a gasoil o electricidad, por unas de astilla (biomasa).

La idea sería abastecer estas calderas con materia prima excedente procedente de los montes de Oñati. Lógicamente esto necesita un soporte logístico: astilladora, camión, una planta de secado... y el estudio baraja distintas posibilidades.

En esencia y simplificando mucho, se trata de recoger las ramas que caen de los árboles en los montes, astillarlas y secarlas. El resultado sería un producto con gran densidad energética, fácilmente transportable e hidrófugo.

Al igual que ocurrió con Olate, la inversión sería importante y en los tiempos que corren eso supone un gran esfuerzo económico, así que antes de dar cualquier paso, el equipo de gobierno ha decidido sopesar muy bien todos los pros y contras.

«Todavía no hemos analizado con detenimiento los resultados de este estudio» explica el alcalde Mikel Biain, que destaca que se trataría del uso de la biomasa con fines térmicos; muy distintos a otros proyectos de biomasa que tienen como finalidad generar electricidad.

Además tiene claro que debería ser compatible con el principio de mantenimiento y biodiversidad de los montes y bosques de Oñati.

En caso de que el proyecto saliera adelante, los edificios a calefactar podrían ser el polideportivo, el gazteleku, Pake Leku y el propio Consistorio. En Errekalde Herri Eskola, que es otro de los emplazamientos analizados en el estudio, había una urgencia por cambiar la antigua caldera de gasoil, y finalmente se apostó por una de gas natural, que se ha cambiado recientemente con una ayuda del EVE, porque la biomasa requiere un análisis sin urgencias.