Llega el compost comunitario

No hay duda de que el tema de los residuos domésticos, sobre todo el sistema de recogida, está más que de actualidad. En este contexto de respuesta a la generación de residuos urbanos, el pasado mes de febrero la Mancomunidad Sasieta daba un paso adelante respecto a la que supone el llamado quinto contenedor; el contenedor marrón, dedicado a la recogida de la materia orgánica para pasar a ofrecer la posibilidad de elaborar, compost; abono natural, a nivel comunitario.

Hace ahora dos años, en junio del 2011, llegaba a Ordizia el contenedor marrón, con el que la Mancomunidad proponía a la ciudadanía recoger todos los restos, fundamentalmente, de desechos de comida, cocinada o no, que hasta ese momento venían a suponer algo más de un tercio de la bolsa que se iba a la basura, para pasar a depositarlos en un contenedor específico, para a continuación utilizar este recurso como materia prima en la elaboración de compost; abono orgánico o natural.

La idea ahora no es otra que ir dando pasos con la vista puesta en reducir todo el circuito de recogida y como planteamiento general, dado que a nivel particular, por falta de espacio, es difícil hacerlo, afrontar este empeño, a nivel comunitario. Grupos de vecinos interesados recogen esa materia orgánica y elaboran compost que quedará en manos de la propia comunidad vecinal.

Consciente de que no todos los goierritarras cuentan con las condiciones idóneas; un terreno particular adecuado, etc, la Mancomunidad Sasieta proponía el pasado mes de febrero la posibilidad de hacerlo de manera comunitaria, recurriendo para ello a compostadores instalados, con el visto bueno municipal, en espacios públicos. El Ayuntamiento acondiciona una zona, Sasieta instala los compostadores y se forma un grupo de vecinos interesado. Sasieta se encarga a su vez de impartir un taller de aprendizaje, de asesorar y llevar a cabo el correspondiente seguimiento.

Once familias

Pues bien, tras aquella convocatoria, surge la primera área de compost comunitario, instalada en los jardines de la calle Araba, iniciativa que echa a andar con la participación de 11 familias de esta barriada, área que oficialmente quedaba inaugurada ayer a la tarde.

El procedimiento viene a ser, inicialmente el mismo, que el que acompaña al contenedor marrón. De todas formas, en esta ocasión el consejo solicita verter la materia orgánica sin la bolsa biodegradable en la que van incluidos estos residuos al depositarlos en ese contenedor.

A partir de ahí se inicia el proceso. Es evidente que se puede hacer compost fuera de un envase, pero el recipiente aporta las siguientes ventajas: el control de las condiciones ambientales como son, la humedad, la temperatura (constantes todo el año), y poco mantenimiento. El compostador está realizado en plástico reciclable, preparado para soportar las condiciones e inclemencias ambientales.

Ahorro de agua; con el calor que desprende el proceso, el agua se condensa en la tapa del compostador y vuelve a caer dentro, suponiendo un importante ahorro. No genera malos olores. Un vecino ejerce de responsable.

Siempre en contacto directo con la tierra, está diseñado, es decir reúne las condiciones y cuenta con las correspondientes aberturas para su aireación y para que los organismos que intervienen en el proceso; bacterias, hongos, lombrices, etcétera, aparezcan espontáneamente en su interior.

En un proceso de meses, el compostaje reduce el volumen de la materia orgánica en un 80%, es decir, por cada 100 kilos de materia orgánica depositados se obtienen entre 20-25 kg de compost.

Esta campaña prosigue y en función del número de solicitudes el Ayuntamiento analizará las posibilidades que existen de instalar, otras áreas de compost comunitario. Las personas interesadas deben llamar al teléfono 943885850.