

Secciones
Servicios
Destacamos
BORJA OLAZABAL
Martes, 7 de mayo 2013, 11:20
La historia del Club Deportivo Bidasoa se cuenta por sus éxitos. Por el crecimiento de un equipo de pueblo que acabó siendo campeón de Europa, de Liga, de Copa, de todo... Pero también ha tocado llorar con la camiseta amarilla. Sobre todo en los últimos años.
La actual crisis económica llegó hace mucho tiempo a Artaleku. Con la marcha de Elgorriaga la dulzura del chocolate dejó paso al amargo sabor de las derrotas. Hubo un tiempo en el que el Bidasoa vivió gracias a las rentas del pasado, pero en el año 2007 el club recibió un croché que le tumbó, el descenso. Le ha costado mucho tiempo levantarse.
El histórico Bidasoa lleva seis temporadas peleando en la segunda división del balonmano español. Nadie podía imaginar que la travesía por el infierno fuera a durar tanto tiempo, pero la situación económica del club no ha dado para alegrías. Bastante esfuerzo le ha costado a la entidad sobrevivir.
Los irundarras tocaron fondo hace dos temporadas. En las arcas del club sólo había telarañas y la situación fue insostenible. La plantilla estuvo muchos meses sin cobrar y el equipo se colocó a un paso de un nuevo descenso. Hubiera supuesto la desaparición. Pero en una penúltima jornada crucial, ante el Ademar de León B en Artaleku, Irun acudió a la llamada del Bidasoa. Las gradas se llenaron como hacía tiempo que no pasaba, los de amarillo ganaron y consiguieron aferrarse a la categoría de plata. Entonces empezó el verdadero cambio. El que a día de hoy ha dado sus frutos.
Ocho victorias
Después de una temporada de transición, el Bidasoa-Irun afrontó la presente campaña con un objetivo claro, intentar acabar entre los seis primeros para disputar el play-off. Nadie hablaba de ascenso, sólo de devolver la ilusión a la afición bidasotarra estando cerca de los primeros puestos.
El bastón de mando se lo dieron a Fernando Bolea, que lo ha ganado todo en el mundo del balonmano y lo ha hecho con la camiseta amarilla, y las cosas han funcionado. Tras un buen comienzo de temporada, el equipo entró en una mala racha. Cinco derrotas en seis partidos dejaron al Bidasoa fuera de los puestos de play-off a ocho jornadas para que acabara la fase regular.
Cuando peor pintaban las cosas apareció el mejor del Bidasoa-Irun. Los guipuzcoanos han realizado un final de temporada de matrícula de honor con ocho victorias consecutivas. Pozoblanco, Barakaldo, Sinfín, Ereintza, Puente Genil, Teucro, Alcobendas y Barça B tuvieron que hincar la rodilla. El último es el campeón de liga; los tres anteriores, los rivales en el play-off. La euforia se ha desatado en Irun con la posible vuelta del Bidasoa a la Liga Asobal.
Para ello los irundarras tendrán que realizar un último esfuerzo. Ganar dos partidos más. Y es que la fase de ascenso se disputa con formato de final a cuatro.
El sábado tendrán lugar las semifinales en Hondartza a partir de las cinco de la tarde. El primer partido enfrentará al Bidasoa-Irun y al Teucro (17.00) y el segundo al Puente Genil y al Alcobendas (19.30). El polideportivo de Hondarribia será el primer escenario porque el de Irun está ocupado por la disputa de la final de la Copa del Rey de fútbol sala.
Para el domingo por la mañana quedan los choques definitivos. En Artaleku, a las diez de la mañana, el tercer y cuarto puesto, y a las doce y media, la final. Sólo el campeón tendrá billete para la Liga Asobal.
Fuerza de la cantera
Quedan cinco días para el play-off, pero el Bidasoa ya puede sacar pecho. Y es que como pasara en los primeros años de historia del club, los de amarillo están cerca del éxito con un equipo plagado de canteranos. Y es que en la plantilla hay hasta diez jugadores formados en Artaleku. El Bidasoa ha trabajado bien, sólo falta rematar la faena.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.